—¡Ritsu! ¡Ritsu! ¡Abre la maldita puerta! ¡Oi!—.
Takano había estado tocando durante unos 15 minutos y Ritsu aún no había salido a pesar de que seguía respondiendo que todo estaba bien.
—Si no abres en este momento, ¡voy a destruir la puerta!—. Anunció Takano, con la irritación al límite.
—¡Voy! ¡Ya voy!—.
—¡Haz estado diciendo eso durante 15 minutos! ¡Sal ahora!—.
—Shin... Sólo estoy... Masturbándome...—. Ritsu, que fingía estar en estado H contestó con una voz más erótica. —¿Quieres unirte a mí?—.
Con una última patada en la puerta, Takano suspiró derrotado y se alejó.
—Si estás haciendo esa mierda, ¡¿Por qué no sólo lo dijiste desde el principio?!—.
Ritsu, sentado a un lado de la bañera, sudando como si hubiera corrido una milla, se limpió las lágrimas formándose en sus ojos. Él estaba siendo sacudido por un fuerte dolor de cabeza. La sensación era un golpeteo en las sienes y mil agujas que parecían perforarle la cabeza. Quería gritar, pero no podía. Fue cuando ya sentía que se desmayaría cuando tan rápido como llegó, el dolor desapareció.
Jadeando y respirando con dificultad, se quitó la camisa empapada de sangre y la lavó mientras lloraba. También se duchó y se aseguró de que todo pareciera normal, no podía decirle nada a Takano. Abrió la puerta del baño y Takano rápidamente se volvió hacia él.
—¿A qué demonios estás jugando ahora?—. Preguntó Takano mientras se dirigía a Ritsu.
Ritsu estaba de pie, su cabello goteaba, el torso descubierto y sólo una pequeña toalla envuelta alrededor de su cintura delgada.
—Me bañé. Pero se me olvidó traerme la ropa...—. Murmuró Ritsu, mirando a su húmedo y brillante pecho desnudo.
El joven casi desnudo, decidió que escondería estar completamente cuerdo de Takano y que actuaría en estado H y D.
"¿Qué diablos voy a hacer contigo? Mierda..."—. Pensó Takano mientras se daba la vuelta.
—Voy a conseguirte un cambio de ropa, vuelve a entrar—. Takano ordenó de mal humor.
Para Ritsu, ver por primera vez la cara de Takano a la luz del día fue algo hipnotizante. Sonrió. Pero no era la sonrisa pretenciosa del estado H, sino una simple, de felicidad. Cuando Takano lo vio, fue cegado por toda la fascinación que sin darse cuenta, caminó hacía donde Ritsu estaba de pie y lo miró fijamente.
"Quiero darle un beso... dios quiero abrazarlo..."—. Pensó Takano viendo aquel par de ojos verdes seduciéndolo.
Ritsu no pudo evitar volver a sonreír al ver cómo la persona frente a él estaba teniendo una batalla interna. Takano cerró los ojos y agarró la cabeza de Ritsu enterrándola en su pecho.
—Ritsu... Me prometí que sólo te abrazaría cuando no me veas como Shin—. Murmuró Takano.
—Shin... ¿Qué? ¿Quieres jugar ahora?—. Dijo Ritsu, pretendiendo que no lo escuchó.
—Estúpido, es temprano, debemos desayunar—. Takano liberó lentamente a Ritsu y fue a conseguir ropa.
Mirando a Takano, Ritsu sintió que en este mundo, aunque todo parecía ir en su contra, tendría que aguantar y luchar. Última etapa o no, entendía por completo que alguien iba a estar esperando por él. No podía darse por vencido, incluso si era la única cosa que podía hacer. Él quería hacer a Takano feliz.
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Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017
FanfictionTakano Masamune es un médico psiquiatra que se ha aburrido prácticamente de todo. Cuando se transfiere a su nuevo puesto en un instituto mental, conoce a un particular "médico" llamado Onodera Ritsu. Takano nunca habría pensado que al conocer a Rits...