¿Qué es una chica normal?
Cualquiera podría decir una o dos chicas "normales"; tu vecina, tu hermana, la prima del peluquero de tu vecino... Prácticamente cualquier chica a nuestro alrededor es normal.
Y vosotros diréis, ¡qué va! Miley Cyrus no es una chica normal, tampoco lo es Jennifer Lawrence ni lo era en su momento Marilyn Monroe.
O sea, básicamente es una chica normal aquella que no tiene un blog con millones de seguidores, la que en su cuenta de instagram no pasa los 400 seguidores o la que es conocida por menos de una décima parte, mucho menos, de la población mundial.
Pero también podemos afirmar que toda chica normal tiene su momento de película. A lo mejor no es una escena de una comedia romántica, pero podría ser parte de una película de terror, de ciencia ficción, de comedia, de acción...
Así que mi pregunta es ¿qué es una chica normal? seguramente, todas las chicas son normales dentro de unas características, siendo todas al mismo tiempo totalmente distintas, tanto de personalidad como de físico, con una imagen pública totalmente distinta a la privada y distinta a la vida de su vecina o incluso su hermana.
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En medio de la oscuridad, reina de esa noche de septiembre, una pequeña luz brillaba, proveniente de la ventana de un cuarto piso. Eran las seis de la mañana y Morgan ya estaba despierta.
El colegio ya había empezado, es más, ya habían tenido su primer examen. Morgan, una chica normal, como cualquier persona diría, soñaba despierta mientras dibujaba un vestido en su cuaderno de diseño. Detrás de esos trazos podíamos encontrar escondidas, las preocupaciones de cualquier adolescente: qué ponerse para la fiesta de mañana, qué nota habría sacado en el examen de literatura o algo tan simple como: "¿cuándo ha aparecido ese horrible grano en medio de mi frente?"
Pero todas esas preocupaciones desaparecían cuando Morgan dibujaba, era su forma de relajarse, de apartarse del mundo real. Tanto que a veces ni siquiera se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, como esa mañana: ya era de día cuando Morgan soltó el lápiz azul para empezar a prepararse.
Se lavó la cara y salió de su cuarto para disfrutar del delicioso desayuno que su madre le había preparado.
- Gracias mamá - dijo cuando la vio salir en dirección al trabajo.
- De nada hija - y antes de cerrar la puerta añadió - no te olvides que tienes las llaves aquí, encima de la cómoda.
Morgan sonrió al recordar que ya se iba a volver a olvidar de las llaves de su coche, para luego tener que volver a subir. Cuando terminó el desayuno, les pasó un agua a todos los platos sucios antes de meterlos en el lavaplatos. Volvió a su cuarto para tener un batalla interior intentando decidir qué ponerse.
Finalmente, una hora más tarde, Morgan entraba en Midwood High School luciendo unos pantalones pitillo grises con roturas en las rodillas, con una camisa blanca a rayas azules una talla más grande de lo que en realidad tendría que ser, y unas bailarinas azules. Como todas las chicas creen al entrar en un instituto, Morgan creía que todas las miradas estaban puestas en ella por el simple hecho de que tenía un estilo inigualable en ese colegio, pero no, no era por eso. Todas las miradas estaban posadas en ella, si, pero la razón no era su alucinante estilo para conjuntar o por el nuevo peinado que llevaba, si no porque su amor platónico, se había chocado contra ella tirando todas sus cosas al suelo.
Y ahora pensaréis, que cliché, ahora se enamoran mágicamente y resulta que su amor platónico era el capitán del equipo de fútbol o de baloncesto y era... ¡pues no!
Él era otro chico igual de normal, ella le quería, por su pasión por la fotografía; una pasión que ambos compartían. Jack era un chico castaño con alguna mecha natural rubia, unos ojos dorados que te atrapaban y que Morgan admiraba.
Así que, volviendo al pasillo de instituto. Jack le entregó algunos papeles que se le habían caído y salió corriendo en la dirección opuesta a la que Morgan se dirigía, intentando alcanzar a sus amigos, que sí, esta vez sí, eran los jugadores del equipo de fútbol.
La chica normal, Morgan, siguió su camino por los pasillos del instituto durante todo el día, sin centrar sus pensamientos en Jack pero tampoco consiguiendo totalmente sacarlo de su cabeza, es decir, un día normal. ¿Qué otra cosa le podría pasar a una chica normal?
Pero, como os he explicado antes, toda chica normal tiene su momento de película. Y el de Morgan no había hecho más que empezar.
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Una chica normal
Teen FictionLa chica normal, Morgan, siguió su camino por los pasillos del instituto durante todo el día, sin centrar sus pensamientos en Jack pero tampoco consiguiendo totalmente sacarlo de su cabeza, es decir, un día normal. ¿Qué otra cosa le podría pasar a u...