Capítulo Veinticuatro

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Viernes. Por fin era viernes. Todos los alumnos irradiaban alegría, todos estaban deseosos de que por megafonía empezaran a llamar a los cursos para que fueran al gimnasio. Todos querían que ya, de una vez por todas, la animadoras tuvieran que salir de sus clases para ponerse el uniforme. 

Jack, aunque su subconsciente le recordaba continuamente que en pocos días se tendría que montar en el avión con su madre; definitivamente no iban a conducir las 46 horas que estaba haciendo su padre con sus hermanos para llegar tarde a todo, si, cogerían el avión.

- Por favor, que las animadoras vayan al gimnasio.

Nada más se oyó el click" que daba final al anuncio, varias chicas se levantaron de sus asientos en la clase de Morgan. Media hora después sonó el timbre, aunque todavía quedaban veinte minutos para que de verdad terminara el colegio. Todos hicieron el amago de levantarse y salir por la puerta, pero inmediatamente, como un muelle, el profesor se levantó de su silla y les dijo que se volvieran a sentar, que llamarían cuando tuvieran que ir. Así que, aunque no querían, todos se sentaron. La ley de Murphy, que tanto nos quiere a todos, hizo que en cuanto habían vuelto todos a sus conversaciones, Snapchats y demás,  se oyera por megafonía:

- Por favor, que todos los seniors  se dirijan al gimnasio.

Y en ese momento hasta el profesor rió. Todos salieron y se mezclaron con el resto del curso en los pasillos, mientras se dirigían todos al gimnasio. Allí, el director les señaló en que zona de las gradas tenían que sentarse y la banda empezó a tocar. Las animadoras se pusieron a las puertas del gimnasio para dar la bienvenida al resto del colegio.

Unas vez ya estaban todos sentados, mejor dicho, de pie en el lugar indicado; empezó el Pep Rally. Primero el director cogió el micrófono, luego las animadoras hicieron varios números que tenían preparados, después se le cedió el micrófono a la directora de deportes que dio la enhorabuena a los equipos que habían ganado en sus competiciones: dobles e individuales femenino en tenis y atletismo y campo a través. También, sin olvidarse de sus jugadores favoritos, animó, e hizo que todos animaran a los jugadores del equipo de fútbol y todos entraron en el ambiente que se suponía sería el que se podría encontrar en el partido de esa noche.

Antes de que se terminara el evento, hicieron que bajaran todos los candidatos. La banda empezó a tocar y los príncipes invitaron a sus parejas a bailar. Habían votado esa mañana, y en ese mismo instante, dos profesoras se encontraban en la biblioteca contando los votos mientras el resto se entretenía y distraía a los alumnos.

- ¿Te vienes conmigo? - Morgan se acercó a Jack cuando hubo cogido sus cosas de la taquilla, era el fin de semana de homecoming así que los profesores habían decidido no mandarles deberes. - Vamos, no tenemos nada que hacer antes del partido.

- Lo siento, el entrenador me ha pedido que juegue, perdón por no decírtelo, pero se ha enterado de que me voy y quieren que esté entre los jugadores  en mi último partido. 

- Así que me abandonas... Muy bien me parece, eh

- Como te voy a abandonar - se inclinó y le dio un beso en la mejilla; luego le cogió de la mano y la arrastró por los pasillos hasta el despacho donde se encontraba el entrenador, revisando sus hojas para el partido - Entrenador, tengo una propuesta que hacerle.

- Por supuesto McGregor, dime, ¿qué quieres?

- Podría Morgan ser la chica del agua y ayudar a Kelly? Por favor, he oído que Lisa no va a poder venir.

- Si claro lo que queráis. Bienvenida al equipo Morgan.

- Gracias entrenador.

Antes de que tuvieran que estar en el gimnasio los jugadores, Morgan y Jack fueron a casa de esta para que se pudiera cambiar. Iban a anunciar a la reina en el partido, así que ella tenía que ir lista.

Estuvieron en la preparación a tiempo. Morgan alucinaba con lo que les preparaban a los jugadores antes de un partido: charla de ánimo del entrador mientras disfrutaban de un buen bocata para darles fuerzas. Luego todos se cambiaron y Jack aprovechó para hacer fotos para el proyecto, una nueva perspectiva. 

Empezó el partido y los chicos no podían estar haciéndolo mejor. Ya llevaban tres touchdowns y no habían pasado del primer cuarto. El entrenador del otro equipo se estrujaba la cabeza sin saber exactamente qué estaba haciendo mal su equipo, en qué estaban fallando, qué tenían que arreglar. Las animadoras de ambos equipos no habían descansado ni un segundo, y no lo harían en todo el partido. En las gradas del equipo local destacaba la zona de estudiantes: teñida de rosa para simbolizar la lucha contra el cáncer, todos y cada uno de los que de pie saltaban en las gradas estaba cantando a pleno pulmón al compás que les marcaba la banda para animar a los jugadores. Morgan, aprovechando la ventaja de su lugar privilegiado en el campo, sacó varias fotos (menos mal que había traído su cámara) y por supuesto ayudó al equipo en su labor de chica de las bebidas, ganándose de vez en cuando un beso de Jack o un beso en la mejilla de alguno de sus amigos. 

Sin que ella lo supiera, Becca, que se había apoyado en la valla para ver el partido, evitando las gradas, había sacado disimuladamente el móvil y había capturado con la cámara uno de los momentos en los que Morgan recibía un beso de Jack, en la mejilla, agradeciendo el agua que ella le había dado. Morgan llevaba unos vaqueros pitillo con cremalleras en los tobillos, sus Adidas Superstar y una camiseta BLANCA que decía "SUNDAY" con un balón de fútbol americano debajo, todo esto en color negro. Encima, como tenía frío, se había puesto la cazadora de Jack (Varsity Jacket) que aunque le quedaba un poco grande, hacía a la perfección su papel de mantenerla calentita. Jack por su parte, iba vestido con la equipación de fútbol americano con el número 93 a la espalda. Llevaba todas las protecciones puestas así que parecía dos veces más grande de lo que en verdad era, se había quitado el casco para poder beber el agua más cómodo y lo sujetaba con una mano mientras con la otra cogía a Morgan por la cintura. El vaso, dejando caer el resto de agua que tenía dentro, caía en dirección al suelo. Becca había captado el momento perfecto. 

(Y os aseguro que todas queréis una amiga que consiga capturar en foto esos momentos que solo ocurren en las películas... Imaginaros la foto... PERFECTA)

Llegó el descanso pero ninguno de los jugadores salió del terreno de juego. Iban a anunciar a la reina y todos querían saberlo. Se había organizado toda una ceremonia para el anuncio, pero decidieron no llevarlo a cabo porque las candidatas estaban dispersas y no todo lo necesario estaba ahí con ellos.

Jack se acercó a Morgan y le aseguró que era ella la que iba a salir ganadora, seguro. Con lo popular que era, las buenas notas que sacaba, lo involucrada que estaba en los clubes y deportes, no podía ser que la reina del baile no fuera ella. Y todo el colegio pensaba igual.

- Bueno, ha llegado el momento - después de repetir y presentar a la candidatas, el comentarista dijo - Y la Reina de Homecoming de este año es...

Los tambores hicieron su trabajo y sincronizadamente hicieron su famoso redoble.

El comentarista iba a anunciar a la reina.

Y no, no era Morgan

- ¡Liv!

Una chica normalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora