- Hola - La puerta del apartamento del cuarto se abrió, permitiéndole a Jack ver el interior de la casa de su amiga pelirroja. - Llegas un poco pronto
- Sí, espero que no sea ninguna molestia, es que había terminado de hacer los deberes y no tenía nada que hacer, - se quitó el abrigo y lo colgó delicadamente en una de las sillas del comedor, donde acompañados de una buena merienda, Jack y Morgan iban a empezar su trabajo de fotografía. - Bueno, veo que lo has preparado todo muy bien.
- Sí, pensé que después de un día de colegio muy movidito y unas horas de deberes, un empuje no nos vendría mal.
Ambos sonrieron con ojos tristes al recordar los acontecimientos de los últimos días. Se sentaron uno en frente del otro y sacaron todo lo que habían creído necesario; Jack trajo su ordenador, su trabajo de final de curso del año pasado, del que pensó que podrían sacar alguna idea, mientras que Morgan sacaba su ordenador y su disco duro, sin olvidarse de su cámara, su cuaderno (lo que ella utilizaba de diario, agenda, cuaderno de diseño...) y un estuche con todo lo necesario: bolis, lápices de colores, subrayadores, pegamento y tijeras...
- Vale, hoy tenemos dos asuntos que abordar, y yo no tengo prisa por volver a casa - Jack estaba encendiendo su ordenador mientras pensaba en cómo iban a conseguir abordar ambos temas y encontrar una solución favorable para los dos, en el poco tiempo que tenían si quería volver a casa para la hora de la cena - mis padres saben que tengo que hacer un trabajo, así que si es necesario, podré llegar tarde a cenar, me han dicho que me guardarán un poco, si consiguen que mis hermanos no lo devoren todo, algo complicado.
- Tranquilo, sé que tenemos mucho que hacer; así que si te quieres quedar a cenar y terminarlo todo hoy, es decir, solucionar los dos asuntos hoy; te puedes quedar a cenar, a mis padres no les importará en absoluto. Estarán encantados de tener a alguien a cenar.
Ambos acordaron hacerlo así si el tiempo no se lo permitía terminar antes de que la cena estuviera servida en las diferentes casas.
El carácter responsable de ambos y la urgencia que sentían por terminar sus tareas, hizo que empezaran sin ningún contratiempo y media hora después, cuando Katherine (la madre de Morgan) aparcaba su coche y subía a casa, los dos se encontraban enfrascados en una apasionante conversación sobre el proyecto fotográfico que estaba llevando a cabo. En aquel momento estaban intentando decidir el título de su proyecto.
- ¡Hola chicos! - Kate dejó su bolso en la cómoda y se acercó a la mesa del comedor, donde su hija y el hijo de su jefe destacaban los puntos fuertes de sus fotografías. - ¿Tú eres Jack?
El aludido se giró para ver quién le había llamado, al ver a la compañera de su padre en el bufete de abogados que éste último poseía, se levantó y se presentó debidamente.
- El mismo, usted es una compañera de mi padre, ¿me equivoco?
- En absoluto, llámame Kate, por faovr; si alguna vez nos volvemos a ver, por supuesto.
- Creo que me verá más a menudo, Kate, ahora que su hija y yo estamos trabajando juntos en un proyecto de fotografía.
- ¿En serio? - Kate miró disimuladamente a su hija, para comprobar que los ojos dorados de aquel chico le habían cautivado, no podía afirmar si los sentimiento de su hija iban más allá de la fina línea de la amistad, pero con seguridad podía decir que superaban con creces la línea de "compañero de clase". Y también sabía que el trabajo, no era la única razón por la que esa última línea mencionada había sido sobrepasada. - Me alegro. Bueno, yo tengo que empezar a hacer la cena; Morgan, tu padre me ha dicho que no le falta mucho para salir del trabajo. Jack, ¿te quedas a cenar?
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Una chica normal
Teen FictionLa chica normal, Morgan, siguió su camino por los pasillos del instituto durante todo el día, sin centrar sus pensamientos en Jack pero tampoco consiguiendo totalmente sacarlo de su cabeza, es decir, un día normal. ¿Qué otra cosa le podría pasar a u...