- ¡Corre Morgan, que vamos a llegar tarde!
- Ya voy, Alo, ya voy
Habían pasado tres semanas desde que Jack había vuelto a la ciudad. En esas tres semanas, el equipo de fútbol había llegado a la final del distrito. El equipo de hockey, que ya había ganado la competición del Distrito, había llegado a la final del campeonato estatal. Las dos finales se celebraban el mismo día, la de hockey pronto por la mañana y la de fútbol a mediodía; y allí se dirigían Alo y Morgan.
Cogieron el coche, Morgan conduciendo, por supuesto, y se dirigieron al lugar donde se celebraba la final, lidiando con el tráfico de la Gran Manzana. En un semáforo en rojo, que evitó que pudieran avanzar más, Alo hizo la pregunta que estaba matando a su intriga:
- Bueno, ¿y tú y Jack, qué sois exactamente?
Aprovechando que no tenía que estar atenta conduciendo en ese momento, Morgan se giró para encarar a su interrogante, que se sintió intimidado por la mirada de esta. No porque Morgan fuera muy intimidante, que lo era solo que no en ese momento, sino que Alo se acababa de dar cuenta de que la pregunta no solo mataba a su propia intriga sino que mataba interiormente a Morgan, también. Era una pregunta que todos se hacían, que ninguno se atrevía a formular, y que mataba a Morgan, y a Jack (aunque en menor medida); estaba claro que entre ellos algo estaba pasando, que había química, que ninguno de los dos ligaba con otros, que pasaban mucho tiempo juntos; que había algo. Pero no pasaba de eso, y Jack sabía que ambos querían ser algo más; y ya estaba pensando en eso, ya tenía una idea de lo que iba a hacer, pero no lo quería decir, no quería que Morgan se enterara.
- No lo sé, pero quiero esperar a ver qué pasa. De verdad, no quiero hablar de eso ahora. ¿Tú qué tal vas con el cole y eso?
- ¿Yo? ¡Genial! - el cambio de tema no había sido brusco, tampoco había necesidad de que lo fuera - Esto no tiene nada que ver con Europa, es mucho más fácil.
- ¡¿Cómo puedes decir eso!? Pero si para aprobar tenéis que tener la mitad del examen bien, con un cincuenta por ciento os vale para aprobar. Aquí tienes que sacar por lo menos un setenta, eso es mucho más complicado.
- Ya bueno, sería como tú dices si los exámenes fueran iguales. Los españoles tenemos unos exámenes muchísimo más difíciles: tenemos suerte si nos ponen un examen tipo test (con preguntas a relacionar, completar o "a, b, c...".
- Ya bueno, supongo que tienes razón.
Llegaron al estadio y allí se encontraron con todos. Nada más verle, Jack, con su plan en mente, se acercó a Morgan y le dijo:
- Mañana te recojo a las cuatro en tu casa, estate lista.
- ¿Vale....?
No hablaron más del tema. Se sentaron en las gradas a animar a las chicas de hockey. La final no fue fácil, pero al final consiguieron ganar, y proclamarse campeonas del estado de Nueva York. Entre celebraciones y enhorabuenas, todos se dirigieron al estadio donde se celebraba la segunda final del día. Las chicas, integradas en el equipo de animadoras por completo hasta que empezara la temporada de invierno, o hasta próximo aviso, con los chicos que formaban parte del equipo de fútbol, se dirigieron al colegio, donde se cambiaron y cogieron los autobuses, con los de la banda y el resto del equipo, para dirigirse como equipo al estadio.
- Tenemos que ganar
- Vamos a ganar
- Es nuestra revancha
Eran distintos comentarios que se oían a lo largo del autobús amarillo, lleno de jugadores; seguido por otros tres autobuses, llenos de instrumentos, animadoras y más gente. El equipo contra el que jugaban había sido su rival en una ocasión previa, y habían perdido contra ellos. No solo habían perdido, les habían machacado. Esa derrota hizo que cuando anunciaran por megafonía quién les esperaba en la final del campeonato del Distrito todos suspiraran y desearan otro rival.
Llegaron, las animadoras se fueron a estirar y prepararse para el gran momento, la banda se colocó en la gradas y empezaron a montar los instrumentos; y los jugadores se dirigieron a sus vestuarios, listos para escuchar la charla de los entrenadores.
- ¡Bienvenidos a la final del Distrito Once!
Se cantó el himno y se puso el reloj a 12:00, preparado para empezar la cuenta atrás del primer cuarto. Pasaron cinco minutos, y el contrario marcó un touchdown, ya empezaban mal 6-0 perdiendo; que subió a 7-0 en cuanto marcaron el tiro entre los palos.
El partido se puso cuesta arriba, como lo había hecho la última vez que estos dos equipos se habían enfrentado, pero esta vez no se iban a hundir en la miseria, esta vez iban a llegar a la cima a pesar de todas las dificultades que se les presentaran.
- Llevando el balón, Cole DeFranco. Parado por Steve Candelaria.
Las animadoras empezaron a animar más fuerte, igual que el redoble de tambores aumentó en intensidad. Estaban a 70 yardas del touchdown, pero había algo que les decía que el marcador podía cambiar.
- Balón en 29, 71 yardas para el touchdown; 10 para pasar las diez. - Sacaron el balón - Con el balón EJ Medina, se la pasa a De Jesus, que corre ... ¡Touchdown! ¡Touchdown de 71 yardas!
Ya habían empatado, solo les quedaban otros tres cuartos para conseguir la victoria.
Y así la consiguieron, otros tres Touchdown: de De Jesus, McGregor y Daniels, dieron la victoria al equipo, que ganó con un marcador a favor de 28-7. Pitaron el final y todo el mundo saltó al campo para celebrarlo con sus compañeros, ahora pasaban a la competición estatal.
Ya tenían todos sus medallas al cuello, todas la fotos hechas y ahora se dirigían a casa de Connor para atender a la fiesta de celebración que había organizado.
- Jack, no voy a ir a la fiesta, estoy demasiado cansada. Pero te puedes llevar a Alo, no quiero que se venga conmigo, se lo está pasando demasiado bien - los dos miraron a Alo que, como si la cafeína se le hubiera subido a la cabeza, lo celebraba con el resto.
- Por supuesto, le llevaré a casa de vuelta también. Nos vemos mañana entonces, a las cuatro lista, te mandaré un mensaje para que bajes
- Perfecto, hasta mañana
y con un delicado beso en la mejilla, Jack se despidió de Morgan.
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Una chica normal
Teen FictionLa chica normal, Morgan, siguió su camino por los pasillos del instituto durante todo el día, sin centrar sus pensamientos en Jack pero tampoco consiguiendo totalmente sacarlo de su cabeza, es decir, un día normal. ¿Qué otra cosa le podría pasar a u...