She will be loved (Harry Styles y tu) terminada

Décimo quinto capítulo.

<<Allí tenía al amor venciendo el dolor>> 
Me tumbé en mi cama y (¡oh casualidad!) la imagen de Harry no me dejaba en paz. Harry bajándose de su vehículo la primera vez que lo divisé. Harry y ojos que me condenaban a ser una esclava de ellos. Harry y yo riendo a la par. Harry que me protegía de los insultos de Brittany. Harry que me tocaba una dulce balada con su guitarra. Harry que me ayudaba a levantarme del piso. Harry que me salvó la vida. Harry, Harry y más Harry.
Ya no sabía si esto era real o si todo esto era producto de mi imaginación. ¿Acaso él no acababa de salvarme el pellejo? Me senté en mi cama y lentamente comencé a recordar los episodios sucedidos. ¿Y si todo esto era un sueño? ¿Y si esto solo era irreal? ¿Habría posibilidad de que todo aquello que sentí fuera inexistente? ¿Podían ser sus ojos sólo una ilusión? Claro que no. Todo este enjambre de preguntas se resolvió con la simple acción de tocar mi brazo. Allí estaba la herida, que cicatrizaba. Algo así me sucedía dentro, dentro de mí, pero nunca sabría cómo definirlo. Mi corazón estaba dañado y desconsolado, tal vez más de lo normal, y aquí estaba el sanador. Allí tenía a la cura para todo mal, allí tenía a la solución a mis problemas. Allí tenía a la contención bajo la depresión. Allí tenía a lo tranquilizador bajo la presión. Allí tenía al amor venciendo el dolor. Pero ya no volvería a suceder el mismo incidente que con el árbol. Ya no podía confiar en nadie. El rayo solo me golpeó para no matarme directamente. El rayo me advirtió que no siempre podía confiar en el árbol. El rayo me dio una oportunidad que yo no supe aprovechar. Ahí estaba yo, confusa, al no saber si podía depositar mi confianza en Harry; al no saber si podía depositar mi confianza en el árbol. Ya estaba cansada de ser adolescente. Ya estaba cansada de ser una pieza más de este absurdo juego que es la vida. Ya quería un cambio. Ya todo me parecía ridículo. Siempre las mismas decisiones difíciles que tenía que tomar yo: La cuidad o el pueblo; Mis padres o el pueblo; mi felicidad o el pueblo. Y siempre tomando las decisiones incorrectas. ¿Pero de qué me iba a quejar? Sólo era una niña de 7 cuando no me preguntaron si quiera, me exigieron ir al pueblo. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Qué quería la vida de mí? ¿No está satisfecha con todo lo que me sucedió? ¿Por qué todo era tan difícil para mí? ¿Por qué era tan difícil deshacerme de mi vida? Un recuerdo vino a mi mente.
-Flashback-
-Prométeme que estarás bien –Dijo, mirándome a los ojos y tomándome las manos. 
-No te preocupes, si eso es lo que tú quieres… - Solté. Capturé una última imagen de nosotros dos juntos y al ver que el no confiaba en mis palabras puse los ojos en blanco, bufé y para tranquilizar a mi padre expliqué: Está bien, prometido. – Un abrazo nos envolvió y me besó en la mejilla. Acto seguido se tomó el primer taxi y se adentró al corazón de la ciudad. Me toqué el pómulo, el calor de su beso ya se lo había llevado la fría brisa que corría por Londres. No me era nada fácil dejar a mi padre, y para mi consuelo, la misma frase que me recorrería la cabeza todos los días de mi vida apareció en un cartel de publicidad. << Todavía no pierdo la fe, y sé que algún día volverás>> Bajé la mirada y me prometí cuidarme a mí misma ¿Pero cómo iba a hacerlo si ni si quiera podía pasar un segundo sin recordar a mi padre y que un nudo se enrollara en mi garganta?
-Fin flashback-
Aún no encuentro la respuesta a esa pregunta. No confiaba en el tiempo. El tiempo no devuelve nada, no resuelve nada, el tiempo sólo pasa; el tiempo está para deprimir a los que piensan que nos queda nada en este mundo. Lo único que sabía era que Harry hizo que todo lo que normalmente habitaba en mi cabeza vuele hasta el infinito dejando todo mi corazón a solas con la de él. 
Luego de largas horas de reflexión llegue al punto que tendría que conocer más a Harry si quería que éste fuera más que una simple persona en mi vida.
Estiré los brazos, y cuando lo hice me llevé una sorpresa. 
La herida sangraba.