-_____- una voz se introdujo en mi mente -¡Oye, _____! ¿Estás bien?
Sacudí mi cabeza, volviendo a la realidad. Mi mente volaba sin límite. Qué curioso, como uno puede estar físicamente tan cercano a alguien, pero mentalmente tan lejos. Me encontré a Harry a una distancia mía aceptable mirándome confundido.
-Sí, todo está en orden. – Hice una pausa y por unos segundos me concentré en un punto indefinido al horizonte – Harry… ¿Sabes el nombre de ese teatro el cual te describí?
-Aunque hay miles de teatros en Londres, yo podría reconocer al Royal Opera House a kilómetros. – dijo, experto en el tema.
-Oh, que encantador. ¿Te gustaría visitarlo?
-Claro que sí –comentó, interesado- si mal no recuerdo, a las 7 pm hay una función de música clásica. O por lo menos había todos los viernes cuando yo vivía aquí.
<<Oh, la música clásica. Una bella combinación de tantos preciados instrumentos que juntos, juntos eran capaces de crear una melodía tan perfecta que podía hacerte volar por los aires. Una mezcla rica en diferentes sonidos, y cada uno de estos, causante de que la piel se erice hasta que un escalofrío recorra la espalda. Una música tan expresiva, que te permite explorar cada detalle de la sinfonía. Te permite descubrir tantas cosas. Te da un lado positivo al que mirar. Todo parece más vistoso cuando la música está presente, se vive de otra manera. Oh, que privilegio. Qué privilegio ir a presenciar tal obra de arte, con un acompañante como este. >> Pensaba.
-Qué encantador… - dije, con un aire soñador que se escapaba de mis cuerdas vocales.
-Pero –Harry me interrumpió – Aún hay algo pendiente entre nosotros. –Arqueó sus cejas y sonrío.
-¿De qué hablas?
-La mesa 7 del Restaurant Roses está reservada únicamente para tú y yo. –Dijo, divertido.
-Claro que sí, no hay forma de olvidarlo.
Nuestra conversación hubiera proseguido si no fuera porque un extenso colectivo que pasó a nuestro lado tocó su bocina a todo poder y nos dejó atónitos. Ambos miramos la ventana y dejé que mi boca se abriera lo suficiente para demostrar la sorpresa que me acababa de llevar. El tren seguía sus vías, mientras que a los costados de éstas, amplias calles de cemento se encontraban transitadas por miles de transportes. <<Cuanta gente andaba por allí. Cuantas historias que contar. Cuantas felicidades. Cuantas tristezas. Cuantos problemas. Cuantas soluciones. Cuantos ricos. Cuantos pobres. Cuanta gente que hay aquí, aquí en Londres.>>
No podía despegar mi mirada de la ventana, me sentía atraída por alguna razón la cual no supe. Cuantas cosas interesantes debía esconder cada persona que se distinguía desde la ventana de mi compartimiento. Un mar de puntitos parecía la calle mientras más te alejabas. Cuantos puntitos. Cada uno de esos puntitos tiene tantas cosas por contar. << ¿Se darán cuenta los puntitos que viven en un lugar lleno de puntitos iguales a ellos, pero tan diferentes a la vez? ¿Querrán ser puntitos? ¿Quiero yo ser un puntito más? >>
El alba ya nos había abandonado, y una luz se prendió en mí, al darme cuenta, que tenía todo un día completo, lo cual equivale a 24 horas, lo cual equivale a 1440 minutos, toda esa cantidad de tiempo que se me aportaba, para disfrutar de Londres, junto a mi puntito preferido.
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She will be loved (Harry Styles y tu) terminada
Fanfictionno es mía, es de una chica llamada Lucy, es una historia muy bonita, espero que la disfruten... es de Harry Styles pueden votar si quieren---