Epílogo.

2.5K 106 12
                                    

Pregunto por un pequeñito travieso de ojos verde esmeralda y cabello rubio liso, pero nadie sabe dónde está. Fruño el ceño. Agradezco y sigo en mi camino, esquivando adolescentes despreocupados. Buscando a Steven. Me encuentro con Harry y le pregunto si encontró a nuestro hijo, me mira seriamente y niega con la cabeza. 

-Cuida a María o se me descolocarán los brazos. –susurra al oído. Harry la baja de sus brazos y la tomo yo. Ambos emprendemos diferentes caminos con el objetivo de averiguar el paradero de Steven.

Supuse que cuando nos anunció que iba a ir al baño realmente no lo haría, pero no hice nada al respecto y ahora me arrepiento. Claro que en aquél entonces habría unas tres personas, no como ahora que hay trescientas. María gime y yo la miro. Tiene el rostro de un ángel, lúcido, impactante. Fresco como una rosa recién extraída del rosal. Me sorprende que el bullicio del salón no la despierte. Sigo pidiendo permiso a las personas cuando me doy cuenta de que las luces inesperadamente se apagan y se provocó un ansioso silencio en el salón. Desesperadamente vuelvo a nuestros respectivos asientos y veo a Harry dirigiendo miradas hacia todas las direcciones. Dejo a María sobre su silla y me acerco a Harry y lo rodeo con mis brazos.

-No lo he visto Harry.

-Descuida, está aquí adentro, los guardias no lo han visto en la salida.

Harry toma cuidadosamente a la bebé, María, quién se retuerce en sus brazos y vuelve a su posición normal. El la mece mientras le canta una melodía por lo bajo. Nos unimos a la espera que el público demuestra.

Por fin salen en una fila recta, primero el baterista, luego el bajista, la compositora, y Josh. El cantante principal de la banda, mi Josh. Todos se ubican en sus lugares.

Un zumbido resuena por el húmedo ambiente a lo que le sigue un bufido del público. El bajista pide disculpas mientras yo aprecio la imagen. Por fin el sonido se regulariza y yo consigo enfocarme bien en mi misión: encontrar a Steven en ese mar de personas.

Termina el chequeo de sonido y comienza el show. 

Toma el micrófono y el público se calla rápidamente.

[http://www.youtube.com/watch?v=nIjVuRTm-dc] 

Se deja llevar por la música, como solíamos hacerlo junto a Harry, aquellas tardes en el árbol. Se me hace inevitable pensar en lo vivido junto a él. El día que lo conocí, yo tan insegura y triste, mientras el derrochaba alegría con esa sonrisa deslumbradora; el día del accidente, tanto que sufrí, tanto que peleé conmigo misma, tantas decisiones y yo estaba sola, sin compañía de Harry. Y la noche que volvió, la noche que los ojos de Harry me llenaron de felicidad, el día que dejó de ser un espíritu y renació, volvió junto a mí. El día que decidimos mudarnos a la ciudad por un tiempo mientras nos dedicábamos a nuestros estudios; la mañana que me propuso casamiento a través de una carta. 

<<Querida _____.

Espero que tengas un buen día. Primero quiero decirte lo linda que te ves por las mañanas. Luego quiero que tomes asiento y después de leer esta carta corras hacia mi cuarto y me brindes un abrazo único, porque hoy será un día que no querrás olvidar, créeme. Hace tiempo quiero proponerte esto, pasé noches pensando y preguntándome cómo será la mejor forma de hacerlo, al fin y al cabo llegué a la conclusión de que ya que estudias literatura y yo fotografía esto sería lo mejor para ambos. Sé que no es el mejor escenario, sé que no estamos en Paris (tu lugar preferido tal como me lo contaste aquella noche en tu casa de Canterbury) sé que estamos en medio del estudio, sé muchas cosas que podrían ser la excusa perfecta para que esto sea un error; pero también sé que la idea de perderte, o que me pierdas de nuevo, me vuela la cabeza. El hecho de que tal vez la vida no deseé vernos juntos en un futuro es uno de mis mayores temores. Por eso hoy, quiero proponerte algo. Quiero proponerte que seas mía hoy y siempre. Quiero tener la seguridad de que nunca te voy a perder. Quiero que creemos un futuro feliz, con hijos felices y un hogar feliz. Quiero provocar tus risas y secar tus lágrimas. Quiero que me abraces cuando esté dolido. Quiero que soñemos juntos, ¡soñemos! no está mal hacerlo. Quiero gritarte lo mucho que te amo, ahora y siempre. Quiero que vivamos, respiremos, gritemos, amemos. Entonces, ¿Podría tener el placer de ser quien te acompañe por el resto de tus días? ¿Estás de acuerdo si te propongo que juntos emprendamos un nuevo camino? 

¿Querrías casarte conmigo? >>

Harry me toma la mano y yo vuelvo a la realidad, lo miro a él y luego a Josh. Aprecio el lugar e inesperadamente mis ojos se encuentran con una cara pícara tras bambalinas, a sólo pasos del escenario. Aprieto con cierta magnitud la mano de Harry y señalo a Steven. Se queda atónito al igual que yo.

Josh termina de cantar la canción y suspira del alivio. Acomoda su cabello pelirrojo y sudado, y agradece al público. En ese preciso momento Steven se tropieza y cae en el escenario. El público ríe y a él lo ataca el pánico escénico. Josh suelta una risa tranquila y va en busca del pequeño. Lo toma de la mano y es cuando entiendo que ahora es mi turno. Miro a Harry y él me devuelve la mirada, asentimos a la vez y nos dirigimos al escenario. Subimos los escalones y una luz me ciega la vista, pero no presento protección y dejo que éstos se acostumbren. Lo hacen y veo a Harry con Maria en sus brazos, y Josh abrazando a Steven, junto a mí, de pie frente a la multitud. 

-Debo agradecerles a ustedes por estar aquí y permitir que mi arte fluya, –Josh se dirige al público con compasión- pero no puedo dejar de darle el mayor crédito a mi familia, quien me apoyó desde un principio e hizo que esto sea posible. Gracias, mamá, papá, María y Steven, gracias por hacer lo que hoy soy, los quiero mucho. –pronunció Josh y sus ojos celestes provocaron un destello, al igual que los de Harry lo hacen.

Pienso en lo hermosa que es mi familia. Pienso que caminar por aquél callejón y encontrarme a un pequeñito pelirrojo tocando la guitarra no fue sólo una coincidencia. Pienso que no me arrepiento en absoluto de haber ido aquél día al Orfanato de Londres, y darle a Josh la noticia de que sería bienvenido en nuestra nueva familia. No me arrepiento de motivarlo a seguir con la música. No me arrepiento de haber tenido dos hijos más, la bella María y el travieso Steven. No me arrepiento de organizar una cena familia para volver a ver a mis padres cada un mes. No me arrepiento de haber cometido los errores que cometí. No me arrepiento de haber cortado mi piel durante mi adolescencia. No me arrepiento de haber conocido a Harry. No me arrepiento de aquél primer día de escuela un desconocido haya tomado mi lugar, cabe aclarar estoy agradecida de que ese desconocido haya sido Harry. Estoy agradecida de que por mi cabeza haya pasado la idea de mirarlo a los ojos, estoy agradecida de haberlo mirado. Estoy agradecida de la historia que juntos escribimos, estoy agradecida de que aquél chico de ciudad me haga sentir que realmente soy amada, y espero que en el camino de mis hijos aparezca inesperadamente una persona que los haga sentir, que algún día serán amados, y sé que aparecerá, tengo fe. Porque aprendí que tarde o temprano todos somos amados.

Cae el telón, lo último que vi fue una imagen del público que aplaude de pie, y demostramos el aprecio que nos tenemos unos a otros con un abrazo familiar antes de que vengan los productores, escenógrafos, vestuaristas, etcétera a felicitar el gran espectáculo que se vivió aquella noche de invierno en un pequeño teatro del corazón de París.

She will be loved (Harry Styles y tu) terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora