Todo comenzó con un sueño.
" Querido diario:
Hoy participé en las audiciones para la nueva versión de Rapunzel. Es una versión moderna en la que una madre tiene a su hija en un internado de chicas porque no quiere que conozca chicos para que no le hagan daño por la mala experiencia que tuvo con su ex marido.
Rapunzel lo entiende pero no cree que todos los chicos sean iguales y siempre intenta convencer a su madre de que la deje ir a un instituto normal. Pero en el último año un día ella descubre que su mejor amiga en realidad es un chico disfrazado de chica que había ido al internado para conocer chicas. Se enamoran y Rapuncel le ayuda seguir con su tapadera.
Una chica que odia a Rapunzel los descubre y se lo cuenta a su madre. Ésta manda a su hija a otro internado lejos del chico y éste queda expulsado y debe cambiarse a otro instituto, pero decide no meterse a ninguno hasta que haya encontrado aquél en el que se encuentra Rapunzel. Como no la encuentra, finalmente convencido por sus padres decide entrar en un instituto normal y acabar los estudios para ir a la universidad.
Una vez admitido en la universidad que Rapunzel le contó que escogería se volvieron a encontrar y pudieron continuar su historia de amor.
Qué bonito, ¿no? Pues la mejor parte es que un chico muy guapo está participando para el papel del chico de la historia. Ojalá me cojan para ser Rapunzel..."
Anne cerró su diario y fue a dormir. Le entusiasmaba esa obra de teatro ya que representaba su época de la vida: la de una adolescente que a finales de las vacaciones de verano había empezado con lo que más le gustaba: teatro. Al día siguiente empezarían las clases. ¿Habría algo nuevo ese año?
***
Dave llegó a su piso después de una larga charla con el orientador. Aún no se decidía por qué camino ir. ¿Qué universidad debía escoger? Nada le interesaba, nada le atraía. Las letras no eran lo suyo y las ciencias, aunque se le daban bien, no le convencían como profesión para el futuro. Su familia era rica, tanto, que vivía en su propio apartamento de lujo. Pero, ¿de qué servía tener dinero para estudiar si no había nada que quisiera estudiar?
Se echó en el sofá, resoplando. Se sentía un tanto solo. A ese piso vacío le faltaba vida. No tenía novia. No confiaba en que ninguna se acercara a él por algo más que su físico y su dinero. Cada vez que una chica se le declaraba le decía que sus padres no le daban ni un duro y que tenía una enfermedad de la piel que pronto acabaría destrozando su aspecto. Las chicas ponían una excusa y se retiraban.
"Aún tengo esperanza en que las chicas que no han venido a mí sean diferentes" pensaba. Y así seguía fijándose en busca de algo o alguien que pudiera captar su interés. Tenerlo todo sólo conducía a no querer nada.
Pero ese día, había decidido probar algo nuevo. Decidió presentarse a las audiciones para la nueva versión de Rapunzel y quedó prendado por la pasión que los jóvenes ponían al representar el papel. Le entraron ganas de participar y ver qué le hacía sentir actuar. Le gustó la sensación.
Se fijó en que había una chica que le miraba mucho. Vio su interpretación y pensó que ella debía de tener talento. No le importaría participar en la obra con alguien como ella. Al recordar ese momento, se levantó del sofá y fue a cenar. Le había vuelto el apetito. Un pensamiento se le cruzó por la cabeza esa noche previa a las clases: ¿y si ella iba a su instituto?
Aún con ese pensamiento, se puso a leer el guión en el sofá y cayó en un profundo sueño.
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Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018
Fantasy¿Qué pasaría si te dieran la opción de elegir a quedarte en el mundo de los sueños tras un año de probar a vivir en ambos mundos? De día en el mundo real. De noche en el mundo onírico. ¿Cuál escogerías? ¿Qué escogerán los protagonistas? Descubre los...