Llegaron las vacaciones de navidad y los padres de Dave fueron a visitarle. Ahí fue cuando pudo aprovechar para informarse más sobre su hermano. Por otro lado, Anne recibía la traducción del diario del hermano de Dave. Agradeció a su hermana y esta le advirtió:
- Ten cuidado. Este diario no parece inventado. Diría que ha sucedido de verdad y sinceramente no me gustaría estar en esa situación.
En otro lugar de la ciudad, Rosalie iba al lugar de la que debió ser su primera cita con su novio de internet, antes de que él cortara con ella diciéndole que prefería centrarse en sus estudios. Fue un duro golpe para ella, ya que esperaba poder encontrarse con él por primera vez. Se resignó y decidió buscarse a un chico que pudiera ver y tocar, no a uno virtual. Últimamente en teatro había conseguido acercarse más a Dave, quizá sería el comienzo de una amistad, y a ser posible, algo más. Se despidió del lugar de la supuesta cita y no volvió a mirar hacia atrás.
Cezare no tenía a nadie con quien pasar las navidades. Sus padres estaban en viajes de negocios. Era duro ser hijo de ricos. Eso era algo que Dave y él tenían en común. Por otro lado estaba la libertad, podían hacer lo que quisieran. Y les daban dinero. Pero ni con dinero se podía compensar la soledad que sentían al entrar en casa.
Mientras caminaba por la calle, se encontró con la madre de Anne. Le invitó a cenar con ellos pero él les propuso celebrar en su mansión, que era más grande para una fiesta. Estaba dispuesto a darle un poco de color y vida a ese edificio "vacío".
Como era de esperar, la madre de Anne aceptó encantada y sus hijas y su yerno también. Serían las mejores fiestas desde la boda de la hija mayor, Teressa con William. Tessa y Will.
" Querido Diario:
Es imposible encontrar a la prometida del príncipe Edward. Nos quedan muy pocos sitios donde buscarla y creo que ahí no estará. ¿Y si al final hay que buscarla en la realidad? ¡Qué paliza sería! Aunque la verdad, no sé si quiero encontrarla y que se acabe todo... Edward es guapo, mejor que esté soltero. Si se casara perdería la gracia mirarle porque ya me sentiría culpable de babear por él. Sí, solo a ti te lo admito. Seguro que no soy la única.
Hablando de chicos, y siendo más "realista", creo que me gusta Cezare. Edward es irreal, un sueño, pero Cezare es real y comparto con él ambos mundos. Ha estado siendo amable conmigo y me siento bien con él. Todavía veo a Dave como algo más que un amigo pero con Cezare lo estoy superando. Es ese aire de misterio que tiene Dave que aún no me deja olvidarme de él. ¿Y qué esconde en su habitación que no quiere que nadie la vea? Cuando vaya a llevarle el diario griego y la traducción, me colaré. Jejejeje...
Creo que él ya me tiene superada porque le vi últimamente con Rosalie, aunque no está alegre. Hace mucho que no le veo sonreír. Solía hacerlo conmigo pero desde que cortamos ya no le vi sonreír más. Me preocupa.
Mi madre me llama para irnos ya a casa de Cezare para celebrar ahí la navidad. Hoy es 24 de diciembre. Me pregunto si pasará algo interesante este año".
Anne cerró el diario y se puso el abrigo para marcharse. A la salida les esperaba la limusina que les llevaría a la mansión. Una vez ahí, vieron que Cezare esperaba al pie de las escaleras, vestido como un caballero junto con otros sirvientes vestidos de gala para recibir a los invitados. Les acompañaron dentro. Cezare saludó a Anne con un beso en la mano. Igual hizo un sirviente con su madre. Se sonrojaron, no acostumbradas a tal trato.
A la hora de los regalos, que fueron más o menos normales, el que más destacó fue el que Cezare le hizo a Anne. Dos billetes a Francia con todo pagado. Ella no se lo podía creer. No pudo menos que abrazarle, dándole las gracias. Esa noche, cuando todos estaban dormidos, Cezare invitó a Anne a un paseo por el jardín. Cuando llegaron a la entrada del laberinto de arbustos, le propuso un trato:
- El primero que salga del laberinto por el lado opuesto tiene un deseo. No te preocupes, sólo entré una vez de pequeño y me perdí, no lo conozco.
- Suena divertido- contestó Anne.
- Recuerda que sin importar lo que se pida, se cumple.
- Sí- se atrevió Anne con la apuesta.
Y así comenzaron su recorrido por el laberinto. Anne divisó la salida pero al seguir el camino que creía que la llevaría hasta ella, se dio cuenta de que era la entrada. Y tuvo que empezar de nuevo por otro camino. Cezare memorizó el recorrido que había hecho para situarse y así saber por donde iba. Salió del laberinto después de lo que le pareció una eternidad. Vio que Anne aún no había salido y suspiró aliviado. Tenía su deseo. Esperó un rato y al ver que Anne no salía decidió ir a la entrada rodeándolo y buscarla. Ahí estaba Anne, volviendo a salir por vigésima vez por la entrada en vez de por la salida.
- Salí hace media hora y como vi que no estabas vine a buscarte.
- Pfff... No sé por qué vuelvo al mismo sitio. Bueno, he perdido... ¿Cuál es tu deseo?- preguntó Anne curiosa.
- Te lo diré cuando vayamos a Francia. Prométeme que iremos y tendrás paciencia hasta entonces.
- Vale... Aunque me dejas intrigada.
- Pero por otro lado, es navidad y me encargaré de cumplir TU deseo. ¿Cuál es?
Anne se ruborizó.
- Sólo quiero que me escuches y después de ello no me contestes y que no cambie nada entre nosotros.
- Prometo que nos llevaremos bien pase lo que pase.
Se sentaron en un banco y Anne inspiró profundamente, tratando de relajarse. Su corazón latía muy deprisa. Comenzó a frotarse las manos, nerviosa. Cezare se las cogió entre las suyas, tratando de calmarla.
- ¿Qué ocurre?- empezó a preocuparse Cezare.
- Creo que me gustas...
Dicho eso, Anne se tapó la cara con las manos, roja de vergüenza. Cezare se sorprendió, pero después sonrió.
- ¿De qué te preocupas? No cambiará nada entre nosotros, al menos no a peor. Si es eso, es un honor.
Anne le miró a los ojos con la poca luz que desprendían los farolillos del jardín y se quedó más tranquila.
- No quiero que me contestes todavía, ¿vale? Me da igual cuándo me digas algo, esperaré hasta que la respuesta sea igual. Y si no lo es nunca, no me lo digas nunca. Si alguna vez mis sentimientos cambian o te gusta otra persona lo decimos pero hasta entonces quiero que todo siga igual, al menos por un tiempo.
Cezare asintió. Tarde o temprano, ella empezaría a perder la paciencia y le pediría una respuesta. El amor necesita de esperanza para comenzar su camino y necesita ser correspondido para continuarlo.
Se dieron un abrazo y así terminó una noche perfecta. O eso creían. Muy pronto se encontrarían en el mundo de los sueños y ahí todo es impredecible.
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Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018
Fantasy¿Qué pasaría si te dieran la opción de elegir a quedarte en el mundo de los sueños tras un año de probar a vivir en ambos mundos? De día en el mundo real. De noche en el mundo onírico. ¿Cuál escogerías? ¿Qué escogerán los protagonistas? Descubre los...