35. Esperanza

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Esa mañana, la enfermera fue a ver cómo estaban los pacientes de la habitación 60. Para su sorpresa, tanto Dave como Anne estaban despiertos. Y se encontraban bastante bien de salud, aunque tenían los ojos rojos e hinchados. Habían llorado, aunque por causas distintas. Tras una revisión del médico, se les dio el alta y pudieron irse. No hablaron entre ellos hasta que salieron a la calle. Dave se quedó parado.

- No tengo adónde ir- recordó que su casa había volado por los aires.

- Puedes quedarte conmigo hasta que encuentres dónde quedarte- le sugirió Anne.

Dave la miró y vio que no había rencor en sus ojos. Él ya había olvidado todo aquello y la había perdonado, pero necesitaba hacérselo saber.

- Anne... Perdóname. No debí hablarte así. Te he echado de menos... Gracias por no delatarme, era yo el que debió ir a la carcel.

- Te perdono.

Dave trató de acercarse y besarla, pero ella se apartó. Las cosas ya no funcionarían así. Dormían bajo el mismo techo, iban a teatro y a clase juntos, comían a la misma mesa, pero su relación no volvió a ser la que era. Anne lo único que hacía era pensar en Edward y por la noche, antes de dormir, pensaba en el palacio con la esperanza de regresar ahí. Pero sus sueños volvieron a ser los sueños raros y sin sentido que las personas normales solían tener. Tras varias semanas, empezó a pensar que nada había sido real. Dave se sintió impotente al no poder hacer nada por ella. Cada vez estaba más delgada y sin ganas de nada. Según se iba acercando la noche de la boda, intentaba idear un plan para que ella no asistiera.

Rosalie también se dio cuenta del grave estado de Anne y decidió hablar con ella el día de la boda, antes de irse para siempre.

- Anne, hoy no has conseguido meterte en el papel. El personaje está feliz, tienes que mostrarlo.

- ¿Y tú?- preguntó Anne-¿Estás feliz?

Rosalie no supo cómo contestar. Mientras caminaban por la calle al salir de teatro, Rosalie decidió ser más directa.

- ¿No ves que Dave siempre está a tu lado preocupándose por ti? Y tu no haces más que pensar en su hermano.

- Qué más da... Seguro que todo fue un sueño y no existe. Nada de esto es real. Ya no sé qué es real y qué no.

- Es real, Anne. Todo ha sucedido.

- Le amo más que nada en el mundo, Rosalie. Tú no puedes entenderlo, pero no puedo sonreír sabiendo que no volveré a verle. Y encima sabiendo que se casa contigo, que hace poco que te conoce. En contra de vuestra voluntad.

Rosalie se sorprendió. ¿Anne lo sabía?

- ¿Lo sabías?- preguntó.

- Te gusta Dave, es obvio. Siempre estás intentando hacer las cosas para su bien. Ni para ti, ni para Edward, ni para mí. Todo es por él. Incluso liberarme y casarte con Edward.

Rosalie se quedó callada. Ni ella misma se había dado cuenta, pero era cierto. Se pararon delante de las ruinas de lo que fue la casa de Dave.

- Leí el Libro. Hay una opción para que Edward no se case conmigo. Debe abdicar en favor de un heredero. Ed no sabía nada de su hermano y creyó no poder ser sustituido por nadie, pero ahora sabe que Dave podría heredar el trono. El problema es que no puede obligarle a ello. Es Dave el que debe decidir- dijo Rosalie.

- No podemos hacerle esto a Dave, así que no se lo cuentes. Debe haber otra posibilidad.

- ¿Contarme qué?- la voz de Dave las sorprendió.

- Cosas nuestras- argumentó Rosalie.

- Una broma que íbamos a gastarte pero pienso que mejor no- inventó Anne.

Dave la miró extrañado. Ella no parecía tener ganas de gastar ninguna broma. No sabía poner excusas. De pronto, Anne vio que algo brillaba entre los restos y el polvo. Fue a ver qué era. Se quedó boquiabierta.

- ¿Qué es?- preguntó Rosalie, acercándose.

Dave sabía lo que era. Había olvidado que lo tenía, y después de la explosión tampoco esperaba que hubiera sobrevivido. Pero allí estaba, brillando como un rayo de esperanza justo el día más indicado.

Aquello podía cambiarlo todo. Indudablemente, ese era un día que se estaba haciendo de notar.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora