2. "Viaje al mundo de los sueños"

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Lo que duró de clases, Anne y Dave estuvieron intercambiando miradas furtivas, observándose y queriendo conocer cómo era el compañero de misiones en los sueños. La tutora, que también les daba lengua, les vio y como suele gustar a los maestros, decidió hacer un poco la gracia.

- Chicos, ¿por qué no os sentáis juntos y así os podéis mirar mejor sin romperos el cuello?

Anne y Dave enrojecieron al instante mientras que toda la clase se rió. Sus compañeros ya se habían dado cuenta de lo que pasaba. Al terminar las clases, Dave fue a hablar con Anne.

- ¿Quieres comer conmigo y luego vamos juntos a teatro?

- Tendré que avisar a mi madre.

- Te espero.

Mientras Anne hacía la llamada, una vez en la calle, Dave se vio rodeado de chicas. Una de ellas, Rosalie, era muy guapa. Él se aseguró de que Anne estaba de espaldas, preocupada en que la atendieran y su rostro se tornó despectivo.

- Niñas, piraos. No se os ha perdido nada aquí.

Ellas se asustaron por el cambio tan brusco que dio y se marcharon quejándose entre ellas. Esperaban otra cosa del chico nuevo, guapo y rico. Rosalie giró la cabeza para mirarle y le vio sonriendo a Anne. En ese momento tomó la decisión de que ella también conseguiría que le sonriera de esa forma.

- Sí, mamá... Pues... con un chico... No, sólo vamos a comer, luego vamos a teatro... ¡Mamá! ¡Qué vergüenza! No digas eso... Sí... ¡Pero cómo voy a dormir en su...!- Anne no acabó la frase al sentirse un tanto incómoda ante el hecho de que Dave estaba escuchando con interés-. No puedes hacerme esto, mamá... ¡No, espera, no cuelgues! Pero...

Anne guardó el móvil en el bolsillo, indignada. Miró a Dave con la cara roja.

- ¿Tu madre está preocupada y no quiere que comamos juntos?- preguntó Dave, comprensivo.

- Al contrario. Lleva años esperando a que interactúe con un chico y me ha dicho que hoy no estará en casa y yo no tengo las llaves... Vamos que tendré que buscar dónde dormir.

- Propuso mi casa, ¿verdad?- dijo Dave riéndose a más no poder por la madre tan rara que tenía Anne y la conversación tan extraña que tuvieron- Te lo debes de pasar bien con las ocurrencias de tu madre.

- No quiero molestar...

- Vivo solo.

Anne tragó saliva. Eso parecía una indirecta.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Que no me importa que vengas. Hay sitio y... suelo aburrirme así que no pasa nada por tener un poco de compañía.

Anne no se lo podía creer. Ir a dormir a casa del chico más guapo de la clase y del instituto y del club de teatro y quizá de la ciudad... Aunque no era el más guapo de sus sueños, el joven príncipe, que no sería mucho mayor que ellos, era sin duda el más guapo de todos. Se quedó embobada recordando que esa noche le vería de nuevo en el baile. Y la gente que asistiría... ¿Cómo sería?

- ¿Dónde comemos?- preguntó Anne.

- En cualquier restaurante que te apetezca.

- ¿Qué?- Anne abrió los ojos de par en par.

- Mis padres me envían dinero siempre más que suficiente y ya ni sé qué hacer con él. No te preocupes, invito. Y no te cortes.

A Anne le brillaron los ojos como estrellitas. Era su sueño comer donde quisiera cuanto quisiera.

- El Mc Donal's- sonrió ella.

- A sus órdenes, señorita. Aquí llega su transporte.

Anne miró en busca de una limusina pero era el taxi. Dave se rió imaginando el porqué de su cara de desilusión.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora