4. En teatro

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Dave se quitó de encima rápidamente, rojo como un tomate. Anne estaba más roja aún. Se tomaron unos minutos para tratar de darse cuenta de la situación y buscar las palabras adecuadas.

- Estoy confuso.

- Yo también.

Dave apagó el despertador y al ver la hora vio su forma de salir de esa situación incómoda.

- Es hora de desayunar e irnos. Sabes que a este maestro en particular no le gusta nada que lleguemos tarde.

- Sí, es cierto.

***

"Querido diario:

He pasado la noche en casa de Dave, el chico popular del insti. Vimos una peli y nos dormimos. Soñamos con el baile real en nuestro honor y Dave besó a Lucy, de Crónicas de Narnia y me sentí algo incómoda, aunque no tanto como cuando me besó el príncipe Edward y al despertar, me encontré con que Dave me besaba. Al parecer aveces la realidad puede coincidir con los sueños de forma sorprendente. Espero no tener pesadillas.

Edward me besó... No sé qué pensar... No puede ser que yo le guste, ¿no? Es el príncipe, tiene a su disposición a toda mujer, como cenicienta, aunque me dio más la impresión de que eran amigos... Parezco una celosa que intenta poner excusas. Si Dave sólo estuviera en la realidad no me sentiría mal por los besos que me dé en sueños con otros... Sólo son sueños, pero él está conscientemente en ambos mundos. Tampoco estoy segura de que me guste Dave... Pero él es mi realidad, y el chico con el que me he besado de verdad aunque no fuera intencionado.

En clase nos volvieron a regañar, por llegar tarde y por mirarnos todo el rato de reojo y no prestar atención. Un chico de mi clase que saca muy buenas notas, Jake, me pidió que dejara de interrumpir la clase. Que le interesaba aprender. Menudo idiota, y pensar que el año pasado me pidió salir... ¿Estará celoso? Yo creía que había encontrado una novia por internet de nosedónde. Eso del amor en internet se lleva mucho últimamente.

Lo raro fue lo que nos pasó de camino para hacer que llegáramos tarde. Eso fue lo más interesante del día. Mientras salíamos del piso..."

De pronto, la puerta se abrió y Anne dejó de escribir, escondiendo su diario debajo de la almohada.

- ¡Mamá! Llama a la puerta por favor- se quejó Anne-. Me has asustado.

- ¿Qué tal con el chico ese? ¡Cuéntamelo todo!

- Me enseñó su casa, vimos una peli, nos dormimos viéndola y al despertar nos dimos prisa porque llegábamos tarde. Ya está.

- ¿No hubo beso ni nada?- se decepcionó la madre- Y yo que por fin creía que ibas a tener novio.

- Bueno sí hubo beso pero fue algo sin querer...

- ¡Hubo beso! Eso es lo que cuenta, y aunque fuera "sin querer", como tú dices, los sentimientos comenzarán a surgir.

- No sé, mamá- Anne empezaba a sentir vergüenza, nunca le había pasado nada igual y no sabía qué hacer.

- Ten por seguro que si le gustas te volverá a invitar a su casa, y esta vez no hará falta que yo intervenga. O incluso vendrá él a la tuya, aunque más tarde, es pronto para eso.

- Esto no es un cuento de hadas, mamá. Bueno, me voy a preparar, tengo que ir a teatro.

- Ya me contarás cómo fue.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora