24. En peligro

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Por la mañana, Dave y Anne se encontraron en la cocina. Ambos tenían ojeras. A Dave le extrañó que Anne saliera de la habitación después de lo que había pasado.

- Creí que querrías estar sola... Desahogándote o algo...

- Me siento más a gusto contigo.

Dave se sonrojó y se apresuró a preparar el desayuno para que no se le notara. Anne parecía sentirse mejor de lo que era de esperar. Solamente parecía cansada y resignada.

- No me puedo creer lo que hizo Rosalie.

- Seguramente ella también se asustó al ver la reacción de Edward- dijo Dave, comenzando por el tema que le interesaba.

- No me puedo creer que fuera a por ti cuando aun estaba saliendo contigo- siguió Anne con lo suyo.

- Yo la vi un poco insistente pero no me pareció que yo le gustara. Creo que era un capricho suyo hacerme reír o algo como un reto personal ya que me veía siempre serio menos cuando estaba contigo- explicó Dave.

- ¿Sólo sonríes cuando estás conmigo?- se sorprendió Anne.

- ¿No te diste cuenta?- sonrió Dave.

Anne se quedó pensativa. No se había dado cuenta pero al recordar los momentos en los que estaba con él y cuando le veía con otros descubrió que era cierto. Ella era la que le sacaba una sonrisa sincera. Le devolvió la sonrisa y empezó a sentirse mejor.

- La verdad, Edward me da miedo... Lo que siento por él no se irá tan fácilmente, pero ahora que tiene a su princesa y es tan sobreprotector con ella... ya no le puedo ver con los mismos ojos. El Edward que conocía no está ahí. Creo que ya no existe.

- Vaya decepción de hermano que tengo- protestó Dave-. Si supiera quién soy no se portaría así conmigo. Creo.

- ¿Por qué no se lo dices? Seguro que...

- ¡Ni se te ocurra!- exclamó Dave rápidamente- Por nada del mundo quiero que lo sepa.

- ¿Por qué?

- Seguro que solo empeoraría las cosas. Imagínate que me tengo que quedar en el mundo de los sueños para siempre por ser su hermano... A saber... El caso es que es mejor que no se sepa y punto.

Se sentaron a la mesa a desayunar. Anne seguía pensativa.

- Edward es un idiota. Si va a tratar a sus súbditos de la manera que nos ha tratado a nosotros...

- Seguramente solo estaba enfadado. De pronto se tiene que casar con alguien que no conoce y le pone de mal humor.

Dave se dio cuenta de que estaba defendiendo a su hermano. Pero no podía evitarlo. Le gustaba que se hiciera justicia y no se pensara de él algo que no era. Edward podía ser un idiota de hermano y rey, pero desde luego no tenía corazón de piedra y quería que se supiera.

- Entonces si se le pasa, ¿no me dará un castigo tan severo?- probó a animarse Anne.

- Es posible que te perdone.

Anne empezaba a alegrarse incluso.

- A menos que Rosalie no se lo permita.

Anne se desinfló. Dave se divertía viendo el cambio de expresiones de Anne.

- Pero él tiene la última palabra como rey.

Anne volvió a animarse. Dave se rió.

- Qué gracioso es verte cambiar de estado de ánimo de un momento a otro.

- No es justo que juegues con mis sentimientos- protestó Anne bromeando.

- Todo lo que dije es verdad.

- Pues dímelo de seguido. Así reacciono a la conclusión final.

- Pero lo divertido es dejarte en suspense- dijo riéndose.

Se alegraba de que Anne estuviera más animada. Bastante duras serían las noches a partir de entonces, por no hablar de las clases de teatro. Seguramente Rosalie no se lo pensaba poner fácil después de la amenaza que recibieron de Edward.

- Si te digo la verdad, me siento más relajada después de pegarle esa bofetada a Rosalie. Saqué mi rabia fuera. Además nadie resultó herido porque es un sueño y no me pueden recriminar- la sonrisa de satisfacción se notaba por toda la cara de Anne-. Bueno Edward sí... para él el sueño es la realidad.

- La verdad es que me sorprendiste cuando le diste a Rosalie. No te creía capaz. Tienes agallas para levantarle la mano a la futura reina del mundo de los sueños. Me gusta. Sueño o realidad, se lo merecía. Se lo merece.

- ¿Viste que por poco ella me la devuelve también? Pero Edward la detuvo.

- ¿Por poco? Anda con cuidado, en la realidad no está Edward para detenerla, pero tú no podrías hacer nada al respecto, ya que serviría para convencer al principito para meterte en una jaula. Yo tampoco puedo hacer nada porque solo podría empeorarlo, pero siempre que esté ahí y pueda defenderte lo haré. Sería mejor que tuvieras al resto de los de teatro de tu parte, Edward no tiene poder contra ellos, no les conoce. Y de noche, con que te mantengas alejada del palacio como dijo Edward no deberías encontrártela.

- Esto me recuerda a los dibujos animados cuando el hermano pequeño se mete en situaciones en las que el hermano mayor parece que le ha hecho algo para que se lleve el castigo- reflexionó Anne.

- Perfecto, conoces la historia. Pues ya sabes qué hacer, tienes experiencia. ¿Cómo se las arreglaban los personajes?

- Pues el hermano mayor conseguía que los padres vieran que el hermano pequeño le había hecho algo y entonces resultaba castigado. Algo así como que el primero que se echa al suelo llorando es el que lleva la razón.

- No sé si funcione para Edward, ya que tiene que casarse con ella sí o sí, pero al menos podrías evitarte la condena.

- Entonces si ella planea algo contra mí, basta con conseguir que Edward lo vea- concluyó Anne.

Ella tenía bastante miedo a Rosalie, ya que aparte de hacerle la vida imposible, un castigo de Edward podría ser no volver al mundo real, no despertarse más, al menos no pronto. Incluso podría ser que la encarcelara durante muchos años de sueño pero en la realidad solo pasaría una noche. En cualquiera de los casos, no quería pasar por ello. Tras la larga conversación que tuvo con Dave durante el desayuno, decidió que era hora de ir a clases, aunque era todavía pronto. Dave estuvo de acuerdo y media hora después estaban listos para salir. Hasta la hora de teatro todo fue genial. Anne estaba deseando que la clase de teatro acabara lo antes posible sin ningún tipo de incidente. Le gustaba la clase de teatro, pero estaba todo el tiempo pendiente de no hacer ninguna tontería, lo cual era estresante cuando se alargaba durante una hora y media.

- Os anunciaré la fecha de la función- dijo el director-. Será tan solo dentro de dos semanas. Creo que estáis bastante preparados como para enfrentaros a este reto con este margen de tiempo. Vendrán a veros los alumnos de sexto curso del Colegio Paraíso Onírico. No creo que sean muy exquisitos.

Todos estaban emocionados. Era su primera función. Habían practicado mucho para esa obra tan larga y ya estaban empezando a realizar otra basada en la Bella y la Bestia. Rosalie fue a desearle suerte a Anne.

- Rómpete una pierna.

- Igualmente- contestó Anne mirándola de reojo y dándole la espalda, se marchó del escenario lo más rápido que pudo.

Rosalie la alcanzó y le puso la zancadilla, lo que provocó que Anne se cayera del escenario, no por las escaleras, sino por el lado que no las tenía. Entonces comprendió que Rosalie había dicho en serio lo de romperse una pierna.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora