Anne seguía buscando su diario. Rebuscó la cama, el escritorio, el armario... Dejó todo patas arriba.
Entonces oyó la puerta abrirse y se quedó paralizada. Estaba buscando debajo de la cama, pero tampoco había nada.
- ¿Buscas esto?- dijo Cezare alzando el diario y una foto.
Su figura se recortaba en la luz que venía del pasillo y Anne pudo verlo a través de las finas sábanas que cubrían la parte de abajo de la cama.
- Sé que estás aquí. He pillado a tu amiga y supe que no estaba sola, además, no podías resistirte a venir al leer mi "carta de amor" para ti.
Anne ardía en ganas de cantarle las cuarenta pero se mantuvo en silencio.
- Está bien que no salgas. Acabarás quedándote dormida y nos encontraremos en el mundo de los sueños. ¿No sentiste que era extraño el aire de esta habitación? Es una hierba que da sueño. A mí no me afecta, pero a ti sí, y antes de las doce caerás en un profundo sueño.
Anne se lo pensó bien. No quería quedarse dormida en la cueva del lobo. Salió de debajo de la cama y Cezare sonrió satisfecho. Cerró la puerta con llave tras él y fue hacia ella.
- Buena elección.
Eran las once y Anne ya empezaba a sentirse mareada. El somnífero no tardaría en hacer efecto. Se dio cuenta de que si salía, tampoco llegaría lejos. Estaba desesperada. Atrapada.
- ¿Qué quieres de mí?
La expresión de Cezare cambió. De pronto se volvió melancólico. Se sentó en el borde de la cama y hundió la cara en sus manos. Suspiró.
- Estoy atrapado en el mundo de los sueños. Soy prisionero, esclavo. Llevo así un año.
Anne se quedó de pie en frente de él.
- Cada noche, a las doce, sin importar lo que haga o dónde esté, me duermo. Da igual que tenga sueño antes, no puedo dormirme. Da igual que no tenga sueño, a las doce me duermo. Día tras día, noche tras noche. Acaba a las ocho de la mañana. Hasta entonces, no soy dueño de mis actos, mientras sueño, me dan misiones y debo cumplirlas. Al día siguiente al despertar, nunca estoy en la cama. Me despierto en el salón, o en la calle, o en el coche al volante, o...
En ese momento, Cezare no pudo más y lloró.
- He hecho cosas horribles. Me he metido en muchos líos. Pero nadie puede meterme en la cárcel mientras soy sonámbulo. No pueden juzgar a un sonámbulo. Han intentado retenerme pero es imposible. Por último, se ha descubierto que si duermo con el olor de esta hierba, lo que haga en sueños se queda en sueños. Por eso me han dejado en libertad, bajo la condición de que por la noche esté en mi habitación encerrado y con esa hierba que hace que no sólo mi cerebro duerma sino que mi cuerpo también esté cansado y no pueda moverme aunque el cerebro dé la orden durante el sueño. No puedo levantarme en sueños si mi cuerpo está tan cansado que no se mueve.
- ¿Por qué justamente hoy me mandaste llamar? ¿Por qué a mí?- quiso saber Anne.
- Porque tú eres como yo. Una elegida del mundo de los sueños. Pero una elegida especial. Por eso no cualquiera vale, como Dave. En primer lugar, él no me ayudaría y en segundo lugar, no podría hacer nada.
- ¿Por qué yo sí? ¿Y por qué ahora?
- Hoy se cumple un año que estoy así. Por eso se me da la oportunidad de ser libre a cambio de algo o alguien que voluntariamente se ofrezca a ocupar mi puesto.
- ¿Cómo llegaste a esto?- preguntó Anne, tratando a duras penas de mantenerse despierta.
Cezare miró la hora. Eran las once y media.
- Tendré que contártelo rápido. Será mejor que te sientes, si te duermes, no sea que caigas en el suelo.
Anne se sentó a su lado. Cezare la miró y trató de serenarse o no podría contar la historia.
- Hace dos años, Luisa y yo fuimos los elegidos para representar el mundo de la realidad. El príncipe nos explicó que teníamos una misión y debíamos cumplirla ese año. Al cabo de ese año, podríamos decidir quedarnos en el mundo de los sueños o en el mundo real. Para siempre. Yo cumplí con mi misión, pero Luisa no. Al acabar el año, ambos decidimos que nos quedaríamos en el mundo de la realidad. Pero lo que nadie nos contó era que si no cumplíamos la misión, quedaríamos parcialmente prisioneros del mundo de los sueños. Entonces yo decidí tomar el lugar de Luisa. Ella no sabe nada de esto. Fui el primero en saber que ella debía quedarse por incumplir su misión y decidí tomar su lugar sin contarle nada. Cuando se enteró de que yo sería prisionero de ese mundo se enfadó mucho y me preguntó por qué lo hacía. Le dije la primera cosa estúpida que se me pasó por la cabeza: " Porque aquí está mi actriz favorita y en el mundo de los sueños puedo casarme con ella". Eso hirió sus sentimientos. Se abalanzó contra mí y me empezó a golpear, a lo cual respondí. Me dijo de todo y me hizo sentir como la peor persona del mundo. No me contuve y devolví sus golpes.
- Madre mía, ¿os pegasteis?- Anne se llevó las manos a la boca.
- Sí, bueno, era en el mundo de los sueños así que no nos hacíamos daño de verdad y por eso nos desahogamos bien, aunque la amenacé con hacerlo realidad si no paraba. Cuando despertamos, ella me dio una bofetada y cortó conmigo. No volví a verla hasta que me arrestaron una de las veces por incendiar su casa mientras estaba en estado sonámbulo... Al parecer hice varias cosas y sé que ella nunca me perdonará. Pero como no le podía contar nada, para mantenerla alejada de mí, seguí con el papel de chico malo.
Al terminar su relato, Cezare vio que quedaban tan sólo unos minutos. Se puso de pie en la cama y Anne le imitó.
- En unos minutos, serán las doce. Ambos caeremos dormidos. Pero antes, quiero que me digas qué piensas de esto.
- No tenía ni idea de todo esto. ¿Sigues amando a Luisa?
- No. Me forcé a mí mismo a olvidarla y dejar que siguiera con su vida. A ella le gusta Luis, aunque a él le gusta Clara. Y a mí me gusta otra persona que también está interesada en otro. Hay que ver cómo es la vida- dijo riéndose un poco.
- ¿Quién te gusta?
Cezare le dio el diario.
- ¿Me ayudarás?
- Lo intentaré.
- ¿Ves? Esta vez elegí bien- sonrió y la abrazó, mientras otra lágrima corría por su mejilla-. Gracias.
Sonaron las doce y ambos cayeron a la cama mientras la puerta se abría con fuerza. Dave había llegado a tiempo de ver cómo Anne y Cezare quedaban dormidos y entraban al mismo tiempo al mundo de los sueños. Dio un puñetazo a la puerta, con rabia. No había podido detenerles y en ese momento compartían un sueño que determinaría el futuro de ambos, y quizá no solo de ellos dos.
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Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018
Fantasy¿Qué pasaría si te dieran la opción de elegir a quedarte en el mundo de los sueños tras un año de probar a vivir en ambos mundos? De día en el mundo real. De noche en el mundo onírico. ¿Cuál escogerías? ¿Qué escogerán los protagonistas? Descubre los...