19. El ladrón de sueños

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- Os he convocado en la capital para que me ayudéis en un asunto que no fui capaz de resolver solo. Mi reino se está desmoronando. No puedo actuar sin un plan o las cosas se podrían poner peor- dijo Edward, en un tono serio, real-. Hay alguien causando estragos en los sueños. Ha descubierto la forma de cancelarlos. Esto es un caos.

Anne miró a Dave para ver su reacción, creyendo que le vería sorprendido o preocupado, pero Dave tenía el ceño fruncido y miraba más al suelo que a Edward. Aún no asimilaba que fuera su hermano. Y no podía ni mirarle a la cara.

- ¿Qué podemos hacer?- preguntó Anne.

- Necesito que vayáis y averigüéis quién es.

- ¿Sólo eso?

- Sí, con esa información me basta.

Entonces, por primera vez, Dave intervino:

- ¿Qué pasa que tú no eres capaz de hacer nada y nos mandas a nosotros? Vaya rey que le espera a este mundo que no sabe usar sus poderes ni para capturar un ladrón.

Anne se quedó boquiabierta. No esperaba que Dave se lo hubiera tomado tan mal. Había cambiado desde la última vez que le vio ahí en su casa y se le fue un tornillo. La cosa iba peor de lo que había imaginado. Tenía que hablar con él sí o sí. Y pronto.

Edward miró a Dave y se vio molesto por su expresión.

- ¿Qué te he hecho yo para que me odies?- preguntó directamente.

Anne percibió el peligro cuando Dave fue a abrir la boca y rápidamente se colocó tras él, le tapó la boca y le susurró al oído que aquél no era el momento, pidiéndole que se calmara ya que quería hablar luego con él. Dave enrojeció al instante al sentir el contacto de Anne y su atrevida acción le sorprendió y su corazón volvió a latir deprisa después de mucho tiempo. Olvidó todo por un instante.

Edward percibió lo que estaba sucediendo y no pudo evitar sentir una punzada en el pecho. Trató de mantener la compostura, aunque su mirada comenzó a volverse fría hacia Dave, empezando a compartir sus sentimientos de odio. Sacudió la cabeza para aclarar su mente y comportarse como el buen rey que debía llegar a ser. Debía ser imparcial y que no dejarse afectar por sentimientos pasajeros.

- Cuando quieras hablar conmigo, tan solo dímelo. Hasta entonces, tenéis esta misión tan importante que cumplir.

Los demás que estaban en la sala murmuraban y hacían comentarios de todo tipo. Estaban preocupados. Y no estaban muy convencidos de cómo iría la misión con la actitud de Dave.

Entre los presentes estaba Stephan, el príncipe que mandó a Anne a por sus padres y hermana en tiempos de guerra. Simpatizaba con Anne y estaba en deuda con ella, por lo que no dudó en dar un paso para delante y ofrecerse de voluntario para la misión.

- Iré con ellos- decidió.

- Muy bien- se conformó Edward, más tranquilo de que Anne y Dave no fueran solos-. Pero habrá una condición. Para que pueda introduciros en sueños y no volváis a perderos por el camino debido a los sueños censurados, debéis llegar a medianoche. Más tarde no. No puedo controlar vuestro viaje si no sé cuándo venís. Entre 11:30 y 12:00 es necesario que estéis aquí.

Anne y Dave asintieron.

- Anne, te veré en unos minutos a solas, espérame en mi salón- avisó Edward.

Mientras los presentes se marchaban, Dave estaba cada vez más serio.

- Dave, te he echado de menos, hace mucho tiempo que no te veo- le dijo Anne.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora