3. El baile

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En ese momento, él la tiró al sofá y comenzó a besarla. Eran jóvenes, estaban solos, y se querían entregar a la pasión. Anne tragó saliva y comenzó a sentirse incómoda al verse sola en casa de Dave y con esa película dándoles ideas. Los actores avanzaban en su momento pasional y Dave al mirar a Anne se dio cuenta de que la estaba asustando y cogió el mando para darle pausa a la película justo en el momento que alguien llamaba a la puerta.

- ¿Estás bien? No te preocupes, sólo es una película, no va a pasar nada.

Anna enrojeció de la verguenza.

- No es que esperara que pasara nada, sólo que... Bueno, tampoco te conozco... Y...

No sabía cómo hacer para que él no pensara que ella esperaba que a él le gustara ella y le entrara algún deseo inapropiado. Quería que pareciera que a ella no le importaba porque no sentía nada.

Dave captó el mensaje y decidió echarle una mano.

- Sólo por ser un chico y una chica no significa nada. Eso sólo pasa en las pelis. Aquí estás en mi casa como una amiga e invitada y mi deber como anfitrión es que te sientas como en tu casa- sonrió-. No puedo permitirme ninguna queja en mi historial- le guiñó un ojo.

Anne se rió y se quedó más relajada.

- Sigamos viendo la peli, parece ser que les han interrumpido, a ver quién es.

- Como desee mi invitada- dijo Dave imitando un mayordomo.

Se rieron y siguieron viendo la película. Desde ese punto, empezó a ser más aburrida y el sueño poco a poco iba cubriendo sus ojos.

Al instante se vieron transportados a otro lugar. Un lugar conocido. Era la sala del trono. Se oía música y risas.

- Wow... Estás preciosa- dijo Dave.

- Madre mía, este vestido es como el que vi en una película y siempre me quise poner. Tengo una trenza altededor de la cabeza como la que tenía mi hermana en su boda... Antes de irse para siempre...

- ¿Murió?- preguntó Dave con "delicadeza".

- No, se mudó. Tiene un hijo. Nos vemos de vez en cuando. Ahora tengo la habitación para mí.

- Ah.

Dave resopló aliviado por no haber metido la pata. Anne le observó vestido como si fuera un noble y pensó que le gustaría acostumbrarse a ello. Llegaron frente a las puertas abiertas de la sala de baile donde, al anunciar sus nombres, se hizo silencio y todos los presentes hicieron una reverencia. Dave se quedó petrificado y Anne se puso colorada.

- Bienvenidos- pronunció alto y claro el príncipe, bajando las escaleras de la  otra punta de la gran sala.

Dave miró a Anne y vio cómo sus ojos se dirigían hipnotizados hacia el príncipe.

- Soy Edward Richard Palaces del Zafiro Diamante. Como príncipe heredero os presentaré oficialmente ante los embajadores y representantes de cada distrito además de mis súbditos y leales amigos de la capital. Ellos son Dave y Anne, príncipes del mundo real. Estamos aquí para celebrar su llegada a este mundo. Van a cumplir sus misiones y después cada uno decidirá si se queda o no.

Todos aplaudieron dando la bienvenida y la música volvió a sonar, pero los demás no bailaron. Estaban esperando a que el príncipe Edward escogiera la pareja de baile. En ese momento, Dave vio su oportunidad.

- Prométeme el primer baile- le pidió a Anne.

- Claro- aceptó ella automáticamente.

El príncipe se acercó a Anne mientras todos le abrían paso. Ella abrió los ojos de par en par, sorprendida. No esperaba que el príncipe se le acercara para pedirle el primer baile.

Hazte REALIDAD o Conviérteme en SUEÑO #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora