- Epílogo -

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Surgieron muchos cambios en tan poco tiempo.

Rojo se encontraba exiliado en lo que durara la investigación de sus extrañas acciones. Por lo que su hermano Emir lo hospedaba con él, aunque éste nos había estado visitando muy seguido y dudaba muchísimo que Rojo estuviera en un sillón de oro, por lo último que sabía, había saboteado a su propio hermano y a medio mundo por alguna razón.

Lo de mi supuesto clon aún estaba en el aire gracias a que Emir dijo que se había olvidado en dónde había ocurrido su descubrimiento; y Jimy...Doc me comentó muy casual que estaba en una institución mental.

Kurt, mi supuesto secuestrador había desaparecido y resultó ser que él solo era un peón dentro de la organización que me quería como experimento.

Otro arcángel andaba detrás de mí.

Hoy habíamos salido a la playa aprovechando que aún estábamos en otoño, de paso que se les aireaba la cabezonería a estos idiotas a causa de mi nuevo estatus, sea cual sea, aún no me lo aclaraban.

En mi opinión seguía siendo el mismo, ahora podían fastidiarme cuando Kaled se alejaba de la cueva por asuntos de trabajo.

Eso y que pronto no podríamos salir de la cueva debido al crudo invierno que se avecinaba.

— Elaiazilla es muy peligrosa, si mal no recuerdo dentro de poco podrás verla en acción —le susurraba el idiota de Ujagar a Emir en actitud cotilla.

¿Por qué rayos tenían un seguimiento de mi regla?

— ¡Erda!

No había dudado en lanzarle una bola de arena mojada en toda la espalda quemada a Ujagar, luego eché a correr como posesa al mar para lavarme y escapar de su posible contraataque; Eann había terminado comiendo arena tras un ataque anterior.

— ¡No escaparás de tu...!

Me alegró que Kaled le cerrara la boca con una sola mirada, eso de salirme con la mía era interesante, salí del agua para sentarme junto al gruñón.

Kaled depositó un beso sobre mi coronilla antes de seguir su seria supervisión sobre el resto que andaba algo regado por la playa y el agua.

Parecíamos un grupo de niños.

Doc había hecho un gran castillo de arena, en algún momento notaría que Ezra le había depredado un lado excavando un túnel sin sentido que llegaría hacia el otro lado muy pronto.

Eann no había dudado en patear otro costado antes de meterle cabe a Zachary para que pareciera que había sido él, cayó de cara a la fosa clandestina.

— ¡Zachary idiota! —gritó Doc enfurecido y Zacha no dudó en patear la edificación con ganas.

— Creo que es Eadoin el que está aquí —murmuré sospechando; la suave caricia de Kaled sobre mis hombros me ruborizó.

— Eann tenía que custodiar la cueva —fue su respuesta.

Oh. Kaled es un poco travieso.

— Kaled, es injusto que no me den la confianza de honor.

Ambos levantamos la mirada hacia Emir, su reclamo era extraño.

—Y Elaia, tu traje de neopreno es poco sensual ¿En dónde está el bikini?, ¿En dónde está esa carne suculenta de la que tanto he escuchado?

Eso me arrancó una sonrisa descarada, solo el gruñón sabía lo que tenía debajo del traje de surf.

— Emir —gruñó Kaled en advertencia.

Despertar | Choque de Mundos [Completo] Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora