Capítulo 13 ¿Qué pasa aquí?

11 4 0
                                    

Ela fue transportada hacia otra sala, dejando atrás terapia intensiva. Ella solo recordaba un techo blanco con luces muy iluminadas y la voz del doctor que le decía algunas palabras que a su propio oído llegaban como incoherencias. No podía ver el rostro completo del doctor, ya que este tenía un barbijo y gorro verdes, como si acabara de hacer una cirugía, claro que con sus vestimentas limpias.

Los ojos de ese hombre le sonaban conocidos, como si ya le hubiera visto. Otra mujer ayudaba a transportar la camilla donde estaba acostada, esta si estaba con su rostro descubierto y tenía una sonrisa muy amplia. Entran a una habitación, tenía un gran ventanal donde ingresaba luz y se dejaba ver un cielo celeste esplendido y un árbol gigante con ramas que se deslizaban por el espacio esplendorosamente.

-Roxana, me podrías traer mi maletín con los instrumentos, me lo eh dejado en mi despacho- Esta asintió y se retiró de la sala, este pareció esperar esta acción y se acercó a Ela –Digamos que, es algo mágico el hecho de que hayas despertado, pero no tanto como el hecho de que te haya encontrado- Ela se dio cuenta de que estaba sonriendo, ya que sus ojos disminuyeron de tamaño.

Este se acercó a la ventana y contemplo el paisaje, luego rápidamente cerró las ventanas. Esa voz, Ela podía jurar que era él, pero ¿Cómo era posible que estuviera aquí? Volvió a su lado. Con sus dedos hacia una sintonía con los barrotes de la camilla.

-¿Me reconoces? No creo que te hayas olvidado de mi- Se aproximó a su oído y en un susurro pronuncio –Jamás te libraras de mí.

Esto le provoco escalofríos a Ela, quien ya empezaba a sudar por su suposición de quien era realmente ese doctor.

Este se sacó el barbijo de su boca y se quitó el gorro, una sonrisa en la que se distinguía malicia se dejaba ver y un corto cabello recién cortado. Efip 67 estaba ahí, en esa sala. No sabía exactamente Ela como podía ser posible esto que veia, como había llegado el hasta aquí ¿Acaso podía viajar a través de las esferas y perseguir a las personas que según "La mente" estorbaban? En cuanto iba a reaccionar, este saco del bolsillo de su uniforme verde un trapo y un frasco con una etiqueta en la que se leía "Cloroformo", echa un poco de esta solución al trapo y lo presiona contra la nariz y boca de Ela, dejándola desmayada.

-Lo siento Ela, pero no sabes la soledad que es ese maldito lugar y lo feliz que se pondrá él al verte, te busque por todas las malditas realidades- Se acercó más a ella y su voz sonaba furiosa –No sabes cuánto me costó encontrarte-

En el pasillo se oían pasos, Efip guarda lo que acababa de utilizar en su bolsillo nuevamente. Empezó a disimular que le tomaba el pulso cuando Roxana volvió a ingresar a la habitación, esta dejo el maletín en una mesita donde se encontraba un cuadro y unos pañuelos para la nariz.

-¿Qué sucedió?

-Recién ocurrió esto, necesito que le hagas compresiones- Roxana asintió y empezó a hacer las ordenadas, por su parte Efip busco dentro de su maletín una aguja y le insertó a esta un líquido transparente, que a la luz del sol se veia púrpura. En cuanto la tuvo lista, se la aplico en el brazo a Ela, quien abrió los ojos repentinamente.

-¿Qué acaba de pasar doctor?- Roxana se veia confundida, como si sus seis años de medicina no hubiesen servido ni para explicar el acontecimiento que acababa de observar.

-Es un nuevo medicamento, se suponía que solo era un secreto pero, no tuve otra opción, la hubiésemos perdido. De todos modos- Se llevó las manos a la nuca- Salía a las farmacias la semana que viene.- Ella asintió, se veia admiración en su rostro. Ela por su parte permaneció escuchando esa conversación sin decir una palabra ¿Acaso Efip era un doctor de verdad? ¿Cómo no reconocían que no era quien seguramente decía ser?

No realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora