Al abrir los ojos, se encontró en la habitación oscura, quizá fue ahí porque ese era el lugar en que más había estado. Con sus manos fue tocando las paredes, para no tropezarse con nada. Palpo una manija y abrió la puerta.
-Te busque por todas partes, esa habitación no tenía manija.
-Pequeño detalle- Sonrió, ambos se acercaron y se abrazaron.
-No sabes cuánto extrañaba tu versión real, no me gusto para nada tu doble- Le dijo esto cerca de su oído, lo que le provoco un cosquilleo.
-Ni a mí, era muy barato y novato- Se miraron a los ojos, de los cuales ambos radiaban brillo y alegría, aproximaron sus labios a los otros, estaban a milímetros y podían sentir su respiración tibia. Se iban a besar cuando oyeron un ruido que los despisto. -¿Qué es eso?
-Iré a ver- Owen dio dos pasos, pero la mano de Ela lo freno.
-Si tú vas, yo también- Owen comprendió que por más que dijera algo, no la haría cambiar de parecer y asintió.
El ruido provenía de la cocina, fue un golpe en seco y directo. Cuando llegaron a esta, vieron a Efip desmayado, tendido en el suelo. Su cabeza sangraba, inspeccionaron el lugar pero no había nada más. –Le debemos ayudar ¿Verdad?- La voz de Owen tenia desprecio, pero su alma de bondad le decía que debía hacer algo y no dejarlo allí.
-Así es, ayúdame, lo pondremos en el sofá- Ambos lo tomaron, Owen de los hombros y Ela de las piernas, lo depositaron suavemente sobre dicho sofá y ella busco medicamentos en aquel cajón de su escritorio. Recordaba que estaban allí por aquella vez que él estaba lastimado. En cuanto volvió con los medicamentos, Owen ya había tenido una mejor idea –Tú lo...
-Sí, lo cure, después de todo, estos son sueños.
-Tu nariz Owen, está sangrando.
-La tuya igual Ela ¿Tienes algodón algo por ahí?
-Sí, aquí- Repartió dos pequeños pedazos para ambos, colocaron la cabeza gacha para dejar que salga todo el líquido, mientras el algodón absorbía todo. –Tenemos muchas cosas que decirte Efip.
-¿Muchas? Demasiadas diría yo.
-Y se las responderé todas, pero primero deben dejarme hablar a mí, tengo también demasiado que decir –Ambos se quedaron en silencio, el prosiguió –Verán, el día en que los atrape a los dos, comencé a recordar... mi vida. Recuerdo que era feliz, tenía una familia, bueno estaba por hacer una. Mi esposa, ella estaba embarazada, pero en un maldito asalto la balearon. Perdí todo, a mi esposa y mi futuro hijo, todo- Sus ojos se volvieron cristalinos –Sólo vuelvo a sentir emociones cuando pienso en ella, él me arrebato todo. Mi único refugio era esta realidad que mis sueños hacía, donde ella seguía aquí, a mi lado –Sonrió, pero con un dolor que se notaba claramente, como saber que el agua no posee color. Se sentó en el sofá y poso su cabeza en su brazo, mientras el codo lo tenía fuertemente apoyado en su pierna.
"Empecé a dudar y ya ustedes sabrán las consecuencias, pero aún no vieron lo peor, él te borra absolutamente todos tus recuerdos, te los quita, sin peros ni nada, como explicarlo... Él tiene en su poder nuestro botón de reseteo, nos vuelve de "fábrica" como nosotros hacemos con los celulares, nos esclaviza y quiere que controlemos a sus definiciones de rebeldes. Ni tengo idea si este soy yo, la verdad no lo recuerdo. No logro saber cómo era mi rostro, por más de que me vea reflejado en un espejo, no sé si ese soy lo que fui en mi vida.
"Él me encerró aquí, no me deja ir, en esta línea entre la realidad y el mundo de los sueños de cada uno. No les ve nada, NADA, solo necesita otra persona para su trabajo, otro esclavo. Yo ya no sirvo, me botara como un vaso descartable y usara a uno de ustedes para que me sustituya. Y lo peor, es que si ustedes son un sustituto ni les da su propio número, serán Efip 67 b. Esta es la parte de la carrera en que yo le lego a uno de ustedes el otro tramo. El maldito ni tuvo la consideración de recordar mi nombre, solo pido eso, si ustedes logran detenerle, fíjense en los cubos negros cual era mi nombre, yo les ayudare para eso.
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No real
Science FictionEla comienza a sentir sucesos extraños. Todos los días ella cae desmayada en un profundo sueño exactamente a la una, nunca logra dormir como cualquier otra persona, porque ella viaja a otra dimención denominada "vida dos".