Capítulo 40: Primera etapa

20 4 0
                                    

Parecía una pradera, "Joder tiene un problema severo, son amantes del pasto ¿O qué?" digo que parecía porque a lo lejos había un manto negro, como cuando los telones se cierran al finalizar la obra. Era la misma negrura de las noches opacas, en las que no se divisa ni una sola estrella, solo tú y el espacio ¿Qué más da el resto? Que se pudra, porque tú te sientes satisfecho en esa "Nada" para muchos y para ti todo. Cualquier comentario, por más de que a ti te pasen como las balas que le lanzan los villanos s Superman, va a tirar al cubo ese momento tuyo, solo quieres que todos permanezcan en silencio, porque tú ya lo estas.

Fue difícil para ella apartar la mirada de ese infinito, sentía como si fuese una cobija para ella, sin esta sentiría el frio que se aumentaría por el solo hecho de que el cerebro diría una y otra vez "No tienes manta, hace frio, te congelaras". Paso esto mismo, en aquel lugar no corría un una gota de aire fresco, tampoco hacia bajas temperaturas si no que estaba a un ambiente templado muy agradable, de esos que no es ni uno ni otro, el ambiente del limbo. "El limbo, como estoy ahora" Se dijo para sí. Sin embargo, dentro suyo hacia un frio horrible, de esos que te traspasan la piel y se abraza a tus huesos, que corre por tus venas y te congela cada órgano, musculo y célula, de ese frio que no te deja más que penar en eso mismo, el frio.

Alzo la vista, observando el suelo. Mientras todo lo que le conformaba se enfriaba, ella se había puesto de cuclillas y sus labios temblaban, mientras sus pies tambaleaban y si pensaba que aún seguía en pie, lo cual era algo esplendido, el equilibrio caería en picada como cae una persona que llega a la fama y realmente fue por pura suerte, no por talento.

-¿Holaaaaa aaa aaaa aaa?- Su voz resonaba, pareciese que hubiese paredes invisibles, ya que era imposible que en un lugar abierto se produzca eco.

-¿Hay alguieeen?- Nada, solo su resonar de palabras. -¿Dónde estoy? "Estoooyy estoooyyy". Qué más da. "Daaa daaaa" No tiene importancia "importancia importaciaaa" Púdrete propia voz "Voooz vozzz" ¡Que te pudras! "pudraaass pudraass"

Una carcajada domino todo, mientras era copiada por el eco. Luego de segundos, se froto los ojos "Reír antes que llorar" pensó. "¿Qué se supone que debo hacer aquí? No hay nada más que césped y algunas flores, ah y un cielo nublado"

"No te preocupes, relájate" Era aquella voz que les había hablado sobre los símbolos. "La primera etapa ha comenzado, felicidades fuiste la elegida."

-¿La elegida para qué? ¿Qué pruebas?- No recordaba exactamente que había dicho esta mujer de los símbolos y todo su discurso.

"Utiliza tus sentidos, los requerirás, buena suerte te espero en la siguiente etapa."

-No, ¡Espera! ¿Qué se supone que debo hacer para la otra etapa?- Frunció el ceño, siempre que aparecía una voz todos miraban hacia arriba, bajo la vista y la poso hacia aquella negrura –El eco ceso, quizá me deba dirigir hacia allí.

Comenzó a caminar hacia aquella "Nada" y le pareció algo fácil todo. Como cuando te encuentras jugando un videojuego de guerra y ningún enemigo aparece, sabes que están al acecho, los puedes sentir. Su mente comenzó a pensar en esto más y más rápido, hasta que se percató de que había comenzado a correr a toda velocidad hacia su objetivo. Entonces, fue allí cuando la facilidad se esfumo y el nivel pasó a algo más difícil de cumplir, pero no imposible de lograr.

Apareció como por arte de magia o algún tipo de portal una persona que ella no podía creer que estuviese así. Sus ojos se habían abierto como platos y no reaccionó, pero este sí.

Se acercó a ella, caminando de una manera nada particular en él y se preparó para pelar. Ella, al darse cuenta de esto, pudo esquivar el primer puñetazo que le seria dirigido a su rostro, a no ser que no hubiese apartado su cuerpo unos cuantos grados a la izquierda.

Le miro extrañada -¿Owen eres tú?- Era algo obvio que no se trataba del Lucas que ella conocía, solo "La Mente" quería deleitarse con ella, sabía perfectamente que le sería difícil pelear de alguna manera con su "novio" robot o lo que fuese que sea.

Él la miro y giro la cabeza, ella le tomo el brazo que se encontraba encima de su hombro e hizo lo primero que se le cruzo por la cabeza, antes de que reaccione le mordió y logro escabullirse de esos pocos metros de él. Claramente no grito, por lo que estuvo segura de que sería un robot o todo esto un sueño de su cabeza, o algo que si no hacia las cosas correctas "caput "para ella.

El robot se le acerco con paso firme y manoteo a un puño en el estómago de su oponente, que todos hubiesen dicho que era claro que impactaría en el objetivo, sin embargo ella logro arquear la parte que recibiría el daño, dando un empujoncito hacia atrás. Su vista se enfocó en él y levanto una ceja, sonriendo por lo sucedido, no podía creer que todavía no le hubiese hecho daño.

En ese momento, siente un dolor en su mejilla derecha, ni se había dado cuenta que le había atacado, le era difícil pegarle y esquivar puñetazos de una persona con la misma apariencia que su novio, le parecía algo irreal. Cuando le hubo sonreído, pudo jurar que los ojos que veia eran los suyos, entonces se paralizo.

Unos tres más recibió, uno en el rostro nuevamente y los dos en el estómago. Cuando estaba sufriendo estos últimos, tambaleo, fue hacia atrás y trato de mirar con exactitud a su oponente, aquel puñetazo en el rostro le estaba haciendo ver triple. Recordó algo que le había dicho su padre "Es fácil, si ves triple, pégale en el del medio" En el medio, se acercó y dio a un punto donde sabía que le haría bajar la retaguardia.

Este, se intentó proteger pero le fue en vano, la patada ya había sido lanzada en sus partes íntimas. Ella lo tomo de los hombros –Lo siento cariño, pero no eres tú, si no mi salud" Le pego con la rodilla en la panza mientras lo abrazaba y luego le dio el puñetazo en el rostro que había sufrido ella antes.

-Esto cansa demasiado para una persona con poco buen estado como soy yo- Lo dejo caer al suelo y puso sus manos en las rodillas, su respiración iba muy rápida y se sentía más agitaba que en toda su vida. Los nudillos estaban al rojo vivo, le sangraban muchísimo. Después se acordó que había golpeado a un pedazo de hierro y eso explicaba el estado de sus manos.

-Quiero ir a casa y tirarme en la cama. Oh despertar y que todo esto haya acabado- Se dio vuelta y se tomó el cabello, cuando lo soltó y volvió, tenía el robot en sus narices. Este la tiro al suelo y obstruyéndole escapar se le abalanzo, le dio un golpe en su tabique lo que le hizo sentir que el mundo daba vueltas y una presión muy fuerte. Esta comenzó a sangrar a borbotones, pero cuando él iba a acabar de una vez, ella con sus pocas fuerzas se incorporó, le toco las mejillas y lo beso. –Sé que no eres el, sé que me mataras de todas formas, pero si es su rostro y seré feliz si es lo último que veré- Cuando abrió los ojos, el robot había desaparecido.

Se sentó y miro por todos lados, no había ni rastro, marca en el suelo, nada. Comprendió que quizá había superado la primera prueba. Se paró luego de unos dos intentos fallidos, mientras las gotas de sangre coloreaban la hierba. Sintió un ardor arriba de su ceja derecha, cuando se tocó noto un tajo algo profundo, pero no tenía importancia ahora, además le dolía más el estómago, que lo sentía hecho añicos y ni hablar de su nariz.

Al llegar al telón oscuro, sin pensar ni pestañear, paso pro este tal como lo había hecho con el portal. Esta vez sin ningún tipo de miedo, si no el cuerpo como polvo y algo de perplejidad por todo lo ocurrido, era difícil de procesar que lo haya logrado y esquivado aquellos golpes, como sobrevivido de los recibidos.


No realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora