6. Problemas entre relaciones

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Capítulo 6

Problemas entre relaciones

—Debe haber otra forma—Lionel me miró mientras caminábamos de regreso a casa— ¿Qué pasaría si no quiero enamorarme?

—Eso no se decide.

— ¿Y si quiero deshacerme del collar?—me detuve observándolo—Por eso pudiste identificar la miel en el té, ¿Cierto? Tu olfato es...

—Oye, no soy un perro, ¿De acuerdo?—aclaró acercándose—Tengo habilidades distintas a lo normal.

—Eso es una tonta excusa.

— ¿Qué me dices de ti? Se supone que debes estar histérica, recién acabas de descubrir la realidad.

Mordí mi labio estando pensativa. Tenía razón, parecía estar muy relajada con todo. Suspiré queriendo enfadarme con la abuela por involucrarme, por lo menos está claro que los problemas en las relaciones son hereditarios. Lionel me miraba en silencio, ¿Qué estará pensando?

—Tú quieres conservar tu parte...lobuna, ¿Cierto?—asintió—Y yo quiero vivir como siempre lo he hecho, a mi manera.

—Escucho—se cruzó de brazos.

— ¿Cómo puedo deshacerlo? ¿Mientras tenga el collar no podrás irte?

— ¿No entendiste nada, verdad?—rodeó los ojos. Pasó su brazo por mis hombros caminando conmigo, me sentí incómoda por la cercanía y su actitud—Dame paciencia, señor.

—Debo revisar las heridas—recordé en voz alta—Y esta vez no acepto un "no" de respuesta.


Terminaba de cambiar las vendas teniendo el botiquín en la mesa. Lionel se mantenía sentado frente a mí mirando en silencio cada cosa que hacía o recogía, su piel era tibia, un poco más caliente de lo normal, en ocasiones mis manos temblaban cuando presionaba las heridas. ¿Tendría familia? ¿Novia quizás? Cuando finalicé mi trabajo guardé todo. Lucy se encontraba en el suelo recostada.

— ¿Es necesario hacerlo cada día?—preguntó colocándose la camisa.

— ¿Hace cuánto que estás con eso?—señalé las heridas.

—Diría que no mucho—vaciló al responder. Sus ojos azules me miraron, levanté una de mis cejas esperando una explicación, estaba evadiendo muchas cosas que quería saber—Lo importante es que no voy a morir gracias a tus horas de cuidado—regresó a su sarcasmo.

— ¿Me dirás por fin de quien huías?—fui dulce al hablar. Quizás así conseguía lo que quería—Si te quedarás hasta que solucionemos lo del collar tendremos que ser honestos.

—Nunca dije que iba a ayudarte...

—Sólo respóndeme—no quería que se desviara del tema— ¿Eran otros lobos?

—Sí—contestó sin verme. Tomé asiento junto a él en el comedor—Eran dos de ellos.

— ¿Sólo dos?—fruncí el ceño. Sus heridas tomaron un poco de sentido.

—Eran los hermanos de Dilara—jugó con sus manos. Era sencillo notar su incomodidad—Nuestras familias planearon nuestra unión desde que éramos niños, nunca lo tomé enserio hasta que hace poco mi padre tocó el tema recordando que todo seguía en marcha.

— ¿Vas a casarte?—ya lo sabía. Era muy guapo para estar soltero— ¿No la quieres?

—Como amiga—afirmó.

Boca de Lobo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora