Naomi Rose tiene 21 años, todos esperan lo mejor de ella pero ni siquiera ella misma sabe que esperar de sí. En la cena familiar de navidad, su abuela le entrega un collar que ha estado en la familia por años. esa misma noche, Naomi conoce a Lionel...
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Capítulo 39
Medicina
La mujer sonreía todo el tiempo. Incluso con la voz chillona de Lauren quejándose de no poder preparar correctamente las galletas, ella seguía sonriendo con esa dulzura que tanto la caracterizaba. Tuvo que explicarle el procedimiento nuevamente y la niña la escuchaba con atención. Cuando regresó a la sala tomó asiento junto a mí.
— ¿Has pensado lo que pedirás esta navidad, cariño?—acarició mi cabello largo.
—Sí—asentí con seguridad—Pedí algunas piedrecillas para los collares que estoy haciendo. A mamá le gusta.
—Y son muy hermosos—besó mi frente abrazándome. Sonreí aferrándome a ella— ¿Sólo eso pedirás?
—Sí—miré sus ojos—Es que realmente quiero hacer esos accesorios. Lauren se burló de mí...
—Tu hermana tiene distintos gustos—explicó—Sabes que es muy extravagante, en cambio tú, Naomi, eres especial.
— ¿Por hacer collares?
—No, mi niña—sonrió dulcemente acariciando mis mejillas—Cuando crezcas lo entenderás.
Hubo un minuto de silencio entre ambas. Lauren logró hacer las galletas saltando de emoción y sirviendo en un plato a la abuela, incluso yo las probé, había acertado muy bien. Mientras comíamos las galletas dulces con un vaso de leche, recordé lo que había pasado en la escuela.
—Abuela, ¿Por qué las personas deben morir?—quise saber. Siempre tenía las respuestas a todo. Lauren y yo decíamos que era un libro abierto. Me miró con curiosidad—Una niña en mi salón estuvo llorando todo el día, la maestra intentó animarla pero fue imposible. Dijo que alguien de su familia había muerto.
— ¿Enserio?—Lauren ahora tenía una cara dramática. Había dejado la galleta a medio terminar— ¿Abuela también morirás?
—Todos estamos destinados a eso—nos miró—Es triste y trae mucha depresión a la familia pero también es necesario.
— ¿Por qué? Algunos aman su vida. Eso es injusto.
—Omi—reprochó con suavidad—En la vida todo es injusto, todo tiene un tiempo y nada es eterno, por más bueno que sea jamás lo será.
— ¿Quiere decir que lo malo si lo es?—Lauren también estaba tan curiosa como yo.
—No, todo en este mundo tiene un balance, un tiempo exacto para hacer lo que debe hacer—explicó dejando el vaso de leche fría en la mesa del centro. Mi hermana estaba en el suelo como yo—Por eso sus padres suelen decir que todo a su debido tiempo, nunca se debe ir con prisa, debes ir despacio para apreciar cada momento y lo que te rodea.