17. Sobrepeso

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Capítulo 17

Sobrepeso

Había preparado un bolso sólo por si acaso. No había cenado. No tenía hambre y tampoco estaba de ánimos. Suspiré llevando el cabello suelto. Mayra era agradable y dulce. Muy diferente a su hermano cuando lo conocí.

— ¿Te sientes bien?—preguntó mientras caminábamos por el bosque—Estás algo pálida.

—Bueno, con este frío...—mentí con una pequeña sonrisa—Es obvio tener un mal aspecto.

Mayra pareció creérselo. Su cabello castaño llegaba hasta su cintura, era más largo que el de Dilara pero más liso. Estaba algo limpia y abrigada. ¿Cómo estaría si le dijera que en unos meses será tía?

—Debe ser difícil para ti, ¿Cierto?—la miré—Enterarte de todo esto...

—Ya lo asimilé—me limité a responder— ¿Qué te dijo Dilara?

— ¿Sobre...?

—Sobretodo—me encogí de hombros.

—Dijo que eras una buena chica—comentó—Que habías cuidado muy bien de él y que lo habías reprochado por ser tan...ya sabes, él.

—Sí, es cierto—sonreí un poco mirando al frente.

—Puedo ver que es cierto—dijo—Lionel es de alguna manera distinto. El collar no miente.

Justo lo que Bianca había dicho.

—Esperemos que los demás crean lo mismo.

—Ya verás que sí.

—Los hermanos de Dilara deben estar...

—Un poco—no me dejó terminar—Sé que Astor planeará algo, es muy...vengativo.

—Su hermana es tan...

—Diferente, lo sé—de repente lucía molesta—Reproché a Lionel lo que había hecho y dicho—la escuché—Todos somos iguales, lo entiendo desde ese punto también...

— ¿A qué te refieres?

—Los hombres son más salvajes que las mujeres—contestó—Les cuesta mantener el control, así es como somos, los hombres son insoportables e igual las mujeres aunque nosotras podemos disimularlo.

Asentí comprendiendo. Era algo que llevaban en la sangre. Esperaba que el bebé no fuera igual.

Miré a Leo que iba a unos pasos más adelante que nosotras. Suspiré deteniéndome, ¿Cómo iba a explicarle todo? De sólo pensarlo tenía miedo y no sabía qué era lo que lo ocasionaba. ¿Qué pasaba si Bianca estaba equivocada? ¡No puede haber equivocación! ¡Mierda! Eso era lo que me provocaba el miedo. No había posibilidad de que ella y el collar se equivocaran. Contuve las lágrimas queriendo gritar, sentí un nudo en la garganta mientras todo comenzaba a moverse.

— ¿Naomi? ¡Lionel!—llamó de inmediato. El chico vino corriendo hasta nosotras, tuvo que cargarme cuando mis rodillas no podían sostenerme más—No sé qué pasó, de repente estaba así.

—Me encargaré de ella, ve adelante—intentó calmarla— ¿Omi? Oye, ¿Te sientes bien? ¿Quieres que regresemos?—susurró cuando su hermana se había ido.

—No, no, estoy bien—mentí. Cerré mis ojos como si eso detuviera los mareos, recosté mi cabeza de su pecho.

—Estás pálida...

—Estoy bien—repetí queriendo que siguiera.


Desperté cuando algo acariciaba mi cabello. Encontré a Mayra quien me veía con aquellos ojos azules iguales a los de su hermano. Sonrió un poco inclinándose hacia atrás pero sentándose junto a mí.

Boca de Lobo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora