Bajé a la planta principal y caminé en dirección al comedor. Mi estómago rugía como un animal por la cercanía de la comida. Seguro que habría reclutados desayunando como todas las mañanas. Pasé el pasillo y llegué hasta donde estaba Miranda quien me recibió con una sonrisa de lado a lado, luego se cruzó de brazos y se recargo en el mostrador.
—Lo sé, lo sé, ya tengo tus panqueques preparados —le sonreí cuando retrocedió y tomó un plato con mi desayuno de cada mañana—. Aquí esta, sabía que pronto bajarías.
Le devolví una cálida sonrisa de agradecimiento y tomé mi desayuno.
—Gracias, eres como una madre.
—Y yo te aseguro que te aceptaré como a mi hija si un día me lo pides.
Reí.
—Seguro que cuento con eso —le guiñé el ojo y caminé en dirección a una de las mesas.
Después de que pudiera llevar una parte de mis panqueques a la boca, Hayl apareció junto a Robbie y Tyler. Los tres parecían discutir sobre algo importante porque el rostro de Hayl tenía arrugas de enojo en la frente. Llegaron hasta Miranda y sus órdenes fueron despachadas enseguida, luego llegaron hasta mi mesa cuando me vieron.
Hayl se sentó a un lado mío y los demás enfrente.
—¿Qué sucede? —pregunté.
Hayl miró a Robbie y Tyler quienes sacudían la cabeza con desaprobación.
—Hoy es el memorial de todos los reclutados fallecidos, pero al parecer, estos idiotas no quieren incluir en el memorial a algunos en especial.
Los miré con el ceño fruncido.
—¿Memorial?
Ellos asintieron y Hayl me miró.
—Lo hacemos cada año, pero al parecer este año nos han dejado a cargo y quieren que excluyamos a algunos como si fuera así de fácil.
Comí más de mis panqueques.
—¿Por qué? —pregunté—. ¿Es que acaso hay personas que no lo merecen?
Tyler sacudió la cabeza.
—No, no es eso, pero es que... —sacudió la cabeza—... es difícil.
—Su hermana era una reclutada, y murió —agregó Robbie y miré a Tyler quien tenía la cabeza agachada.
Me dio mucha pena y mi corazón dolió por él. Sabía lo que era perder a una hermana, y tener que recordarla cada año seguro que era difícil.
—Lo siento, Ty —tomé su mano y le envié el pésame. Tyler sonrió de lado con pocas ganas y asintió.
—Está bien, Beth, pero no es su muerte lo que me molesta. Mi hermana no fue siempre dulce por lo que cada año tengo que escuchar buenos y malos comentarios sobre ella y su muerte. Mas malos que buenos, claro.
Negué.
—Que no te importen los comentarios de los demás, era tu hermana y de seguro la apreciabas. Recuérdela por los buenos tiempos y como fue contigo, no con los demás.
Seguro que quise arrepentirme con aquellas palabras porque en realidad no sabía cómo había sido su hermana con él. Posiblemente lo había dañado y yo le había dicho que recordara los buenos tiempos que a la mejor no había vivido. Preferí quedarme callada después de eso.
ESTÁS LEYENDO
Lazos de Guerra #1 © [CORRIGIENDO]
ActionAnnabeth Moore ha sido abandonada una vez más, su hermana London ha muerto y ahora tendrá que lidiar con ello. Con suerte, los planteles decidieron darle una nueva oportunidad de vida, y en ellos encontrará más de lo que estaría buscando: a Fletcher...