Capítulo 11

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Golpes en la puerta captaron mi atención. No existía nada más molesto que el hecho de que me interrumpieran en medio de un capítulo semanal de The Vampire Diaries. Molesta, caminé hasta la puerta y la abrí, dejando al descubierto a dos policías uniformados. Ambos altos, pero uno más delgado que el otro.

—Buenas noches, señorita. Mi nombre es el oficial Farrell y este es mi compañero el oficial McDaniels. Venimos del departamento de policía de Nashville —Mostraron sus placas y les di una mirada rápida—. Disculpe la interrupción, pero, ¿es usted familiar de la joven London Moore?

Asentí y mi rostro se arrugó con confusión.

—Así es, soy su hermana. ¿Hay algún problema con ella oficiales? —El miedo de repente se convirtió en una mala compañera, subiendo por mi garganta y quemando todo a su paso.

Los policías se miraron uno al otro, guardando un momento de silencio.

—Señorita Moore, le pedimos que lo siguiente se lo tome con calma. —Solté un suspiro, sabía a donde iba esto—. La joven London ha sido encontrada muerta en la fiesta de Richard Walker. Tiene un disparo de bala cerca de la clavícula, y se encontró el arma homicida con el que se asesinó a la joven, así como también encontramos huellas que coinciden con las del asesino. Según nuestros registros, son del joven Malcolm Davis. ¿Sabe o conoce algo sobre él?

Las palabras de repente no pudieron entrar en mi cabeza. ¿A caso había escuchado que mi hermana estaba muerta? ¿Era una broma, no? ¡Mi hermana estaba muerta!, y eso..., eso... no podía caber en mi cabeza. Pero ella había ido a esa fiesta con Malcolm. Y Malcolm le había hecho daño. Sí todo era verdad y no una pesadilla, tenía que verla justamente ahora.

Las manos comenzaron a temblarme, no podía creerlo. Estaba estática.

—Señorita Moore, ¿se encuentra bien? —me preguntó el oficial Farrell.

Lo miré atónita e incrédula.

¿Es que acaso era idiota?

—U-usted me dice que mi hermana está muerta y, ¿me pregunta que si estoy bien? —Sentí como una lágrima se deslizó por mi mejilla y la alejé de inmediato. Esta vez no pude controlarme. Les grité—. ¡Discúlpeme, pero es la pregunta más idiota que me han hecho en toda mi maldita vida!

Los oficiales agacharon la cabeza, apenados.

—Tiene razón, discúlpenos. De verdad lamentamos la situación, pero necesitamos que conteste a nuestra pregunta. ¿Conoce usted a Malcolm Davis?

Asentí.

—Lo conozco. Él es —sacudí la cabeza—... era el novio de mi hermana. Solo se eso.

—Bien —afirmó el oficial McDaniels.

—¡Quiero ver a mi hermana. Ahora! —Las palabras salieron de mi garganta sin percatarme de ello.

Los oficiales me pidieron calma. El oficial McDaniels tenía una bloc de notas en su mano.

—Eso no será posible en este momento, señorita. El caso aún está en proceso, pero mañana tendrá que presentarse en Forensic Medical of Nashville para hacer el reconocimiento del cuerpo.

Sacudí la cabeza.

—¿No puede ser ahora? ¡¿Por qué mierda no ahora?! —Mis nervios estaban muy sensibles. Sabía que necesitaba calmarme.

—Señorita, por favor, entienda que así es el procedimiento.

Sentí como las lágrimas se desplomaron de mis ojos y caí al suelo. No paré de liberar largos y profundos sollozos. Aprecié que los oficiales no me hubieran dejado como a una loca llorando a la mitad de la noche.

Lazos de Guerra #1 © [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora