Estaba segura de que las llamadas y los mensajes de textos eran molestos. Cada vez que recibía uno, ponía a todo mi cuerpo en alerta. Probablemente ya estaba acostumbrada al peligro, y a que los pequeños sonidos fueran casi caóticos para mis oídos. Al principio, estuve muy sorprendida por las ocho llamadas perdidas provenientes de un número desconocido, después recibí cinco mensajes; ninguno que contestara. No hasta que me resigné y abrí el primero.
No pude evitar esbozar una pequeña sonrisa cuando me di cuenta de quién era la persona que había enviado los mensajes. La compañía que tuve el viernes por la noche.
Hola, preciosa. Disculpa la molestia, pero soy Damon. Quería saber si estabas disponible para esta noche, me vendría bien tu compañía. :)
Fue algo extraño recibir mensajes por su cuenta, pero teniendo en cuenta que le había dejado mi número, estaba de acuerdo en recibir mensajes por su parte a partir de ahora. Le respondí de vuelta.
Hola, Damon. ¿Está todo bien? ¡Yo encantada de ir!
Todo bien, a decir verdad. Esta noche pasaré por ti a las ocho. Te recogeré en donde te dejé ayer, para evitar problemas con tu amiga. No queremos que se dé de golpes contra la pared, ¿cierto?, leí el mensaje y de inmediato envié una respuesta.
Cierto. Te estaré esperando ñ.ñ
Finalmente, después de un día largo y para nada productivo, terminé posada enfrente de Hayley, mostrándole el vestido que usaría para la ocasión. Con suerte, no era nada de strapless, ya que yo odiaba ese tipo de corte. Este era simple y de tirantes.
Mi cabello estaba peinado en leves ondas, también me apliqué un tono guinda-rojizo en labios.
Los ojos de mi mejor amiga brillaron con emoción.
—Beth, te vez tan... envidiable. Ese vestido te quedó incluso mejor que a mí.
Observé el largo del vestido.
—¿Pero no crees que esta algo corto?
Ella negó y se abalanzó hacia la orilla de la cama, mientras que mi inseguridad ponía a mis nervios a bailar.
—¿Y que si intenta meterme mano? —añadí un poco perturbada.
Hayley rodó los ojos, de seguro pensando que era demasiado paranoica.
—En primera, no está tan corto, solo que no estas acostumbrada a ponerte vestidos de este tipo; y segunda, porque por lo que me contestaste del tal Damon, dudo siquiera que intente algún movimiento en una primera cita.
Fruncí el ceño.
—¿Esto es una cita? —Ella se encogió de hombros.
—Eso creo.
Suspirando, tome mi bolso y me deslicé por las escaleras del plantel. El reloj marcaba las siete con cincuenta, y creía estar lista. De hecho, tuve tiempo para arreglarme, por encima de que Robbie me puso a entrenar con golpes esta mañana. Por supuesto que las malas enseñanzas de Robbie solo lograron que los golpes y patadas fueran en mi dirección. Desee tanto superarlo en algún momento, porque a pesar de que no tenía los métodos correctos para la enseñanza, Robbie realmente sabía cómo moverse en una batalla. Su título de líder no era simplemente por nada.
Luego, había otra situación que involucraba a Fletcher, ya que no lo había visto en todo el día, y eso no podía hacerme más feliz después de la discusión del día anterior. Si había alguien verdaderamente molesto, esa era yo, la chica que se tomó la molestia de intervenir en su batalla como nadie otro lo hizo.
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Lazos de Guerra #1 © [CORRIGIENDO]
AcciónAnnabeth Moore ha sido abandonada una vez más, su hermana London ha muerto y ahora tendrá que lidiar con ello. Con suerte, los planteles decidieron darle una nueva oportunidad de vida, y en ellos encontrará más de lo que estaría buscando: a Fletcher...