Capítulo 8

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Problemas era la palabra que me describía en cuanto a que yo los buscaba. La fiesta de Callie había sido dos días atras. Una fiesta que terminó conmigo, enviándome directamente a la cama, porque además, lo que había sucedido con Aiden y Fletcher no solo había sido agotador, sino que había caído en manos de Odell.

¿Cómo se había enterado si Hayley había guardado silencio como se lo pedí? Supuse que Fletcher tuvo que ver al respecto, porque Aiden Fitzgerald fue culpado y trasladado al plantel D.

Más tarde, algo más sucedió, algo que le dio vueltas a mi cabeza y que no pude comprender; Fletcher pidió un cambio de reclutado. Al parecer, Odell se cansó de las que quejas e insistencia que tenía sobre mí, hasta que finalmente Odell se rindió y le otorgó el cambio de reclutado. Fletcher no volvería a ser mi entrenador de nuevo. Me sentía patética al respecto. No había obtenido ni una sola clase con él, y sin embargo había logrado un cambio de reclutado. Probablemente Odell se encontraba decepcionado de las circunstancias.

Cuando Hayley y yo estuvimos de vuelta en el plantel, al acceder a la planta principal, reclutados quedaron a la vista; muchos de ellos charlando, algunos sentados y otros practicando en las áreas correspondientes de combate.

Las miradas recayeron en nuestro lugar y capté una en especial, la del chico que fue parte de mi rescate. Al verme, sonrió y dejó de canalizar su fuerza en un golpe para dirigirse hasta donde me encontraba.

—Hola, ¿Annabeth, cierto? La chica de la otra noche.

Apreté los labios.

—Eso creo.

—¿Eso crees? —frunció el ceño y una sonrisa impecable se extendió en su rostro.

—Sí, bueno, si soy esa chica, pero...

—Eres graciosa.

Respiré hondo, asimilando el cambio tan repentino. Por otro lado, él extendió su mano en mi dirección, logrando que mi mirada de inmediato recayera en el tatuaje que resaltaba de su piel. Había un lobo, uno que tenía en la parte superior de su mano, entre el pulgar y el dedo índice, extendiéndose probablemente hasta todo el largo de su brazo. No podía asegurarlo, ya que solo era capaz de visualizar una parte del tatuaje. El resto se ocultaba por debajo del jersey que traía puesto.

—Soy Robbie Trainor —Alcé el rostro de inmediato, regresando a la realidad. Miré hacia su mano extendida una vez más y luego por fin la estreché.

—Annabeth Moore.

—Lo sé, lo dijiste hace un momento —mis mejillas ardieron y el rubor las coloreó con vergüenza—. En fin, solo pasaba por aquí para avisarte que seré tu nuevo entrenador a partir de ahora.

Mis ceños se fruncieron, confundida. No pensé que tuviera un entrenador tan rápido, y nunca pensé que sería tan guapo dentro de sus posibilidades.

Una voz se escuchó desde la planta alta y miré hacia esa dirección. Odell estaba con las manos sobre el barandal esperando de la atención de sus reclutados, quienes enseguida comenzaron a dejar sus actividades y sus miradas recayeron en las personas en la planta alta. Yo por otro lado, no pude evitar mirar en donde Fletcher se encontraba. Estaba a un lado de Odell, con las manos descansado en la parte trasera de su cuerpo.

—Por favor, requiero de su atención —anunció líder mayor, imponiendo liderazgo—. Tenemos en cuenta que aproximadamente en unos días estaremos bajo una guerra que podría extenderse.

»Sabemos de lo que es capaz el grupo de los Black, y por lo tanto tenemos que estar preparados siempre para la guerra. Por ello se les asignaran entrenadores o lideres para aquellas personas que tengan baja experiencia peleando o requieran entrenamiento, esto incluye sobre todo a los de nuevo ingreso —sacó una lista de la parte trasera de su cuerpo y la alzó ante nuestra vista—. En esta hoja se encuentra la lista de entrenadores que serán nombrados en compañía de su reclutado. Por medio de jerarquía, la primera persona en aparecer es el líder Drew Fletcher, que estará de la mano con la señorita Sage Martin, en lugar de Sarah Martin.

Lazos de Guerra #1 © [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora