Lazos de Guerra #1 © [CORRIGIENDO]

Capítulo 24

No mientas, por favor, desee desde lo más profundo de mi ser.

Fletcher me observó tan rápido las palabras salieron de mi boca. Sus ojos se entornaron, y la incredulidad se dibujó en su rostro.

—¿Qué has dicho? —Sacudió la cabeza ligeramente— ¿De dónde sacaste eso?

Solté un suspiro derrotado. Tenía la confirmación que necesitaba.

—¿Eres honesto?

—Lo soy —contestó sin dudar.

—Entonces responde.

La habitación se quedó en completo silencio. ¿Qué me respondería? Necesitaba escuchar una confirmación o una negación por su parte, eso era todo lo que deseaba.

Me tomó por el mentón, sorprendiéndome, y me giró hacia él. Su mirada era tan cruda que quise alejarme.

—¿Quieres saber si tuve sexo con London? —preguntó, y me tomé mi tiempo antes de asentir.

—Sí, quiero saberlo.

Su mirada se volvió más dura, más profunda y sincera. Casi desee que no respondiera; lo que saliera de aquellos labios sería la triste y cruda realidad. Una en la que Sage saldría triunfante. Un extraño silencio se asentó entre nosotros, incrementando mis nervios.

Fletcher finalmente respondió:

—Sí, Moore, si tuve sexo con London.

En ese momento, una descarga de escalofríos me recorrió y una masa caliente se elevó desde mi estómago hasta mi garganta. No iba a vomitar, pero tampoco comprendí que tipo de sensación había sido. ¿Asco? ¿Desilusión? Acaba de descubrir que London me había mentido, la persona en la que siempre creí confiar se había salido con la suya. Sage tenía razón; no conocía a mi hermana.

Fruncí los labios.

—Eso es repulsivo.

—Tú eras quien quería saber la verdad, Moore.

Sacudí la cabeza, aun incrédula.

—¿Quién se lo pidió a quién? Acaso ella... ¿ella realmente te lo permitió? —pregunté, luego dándome cuenta de cómo había sonado. No era lo que había tenido en mente.

Sin embargo, Fletcher se lo tomó por el lado equivocado. Soltó mi mentón y su rostro se volvió un muro impenetrable. Sus ojos tan negros como la noche.

—¿Qué insinúas, Moore? ¿Crees que tomé a London por la fuerza y encontra de su voluntad? —Entrecerró los ojos—. ¿De verdad crees que yo la viole?

Me negué casi de inmediato.

—No es lo que quise decir.

—¿Entonces que exactamente?

—Es que... —me encogí de hombros— No lo sé. No soy capaz de visualizar a mi hermana teniendo algo que ver contigo.

—Ese no es asunto tuyo —respondió.

Aunque la habitación se encontrara entre penumbras, no dudé en lanzarme una mirada acusadora.

—Discúlpame por informarme sobre lo que sucedió entre mi hermana mayor y mi líder

Fletcher me arrebató la mirada, y miró hacia el techo. No solo estaba molesto, sino que parecía incomodarle hablar sobre London en ese sentido. Sin embargo, él sabía que no podía negarse en decirme sobre lo sucedido. Al final de cuentas, no se trataba de un desconocido, sino de mi hermana.