Nothing → l.p

Capítulo 13 | Incontrolable

NOTA DE AUTORA: ¡Hola a todas! Siento no haber subido capítulo estos días, pero los exámenes apenas me han dejado tiempo para escribir, pero ya estoy aquí de vuelta. Ya sabéis que dependiendo de como vayan las lecturas subiré más o menos cantidad de capítulos, por el momento veo que van subiendo y espero que sigamos así. No os olvidéis de comentar, votar y recomendar. ¡Nos leemos!

—Bueno, creo que nos ha quedado bastante bien, seguramente nos salga bien la exposición del lunes— dije revisando el trabajo.

—¿Te vas ya?— me pregunta Liam con cierta preocupación en el tono de voz.

—Mi madre debe de estar a punto de llegar, será mejor que vaya recogiendo mis cosas— añado mientras meto mi portátil en mi bolso y algunos libros.

—Y no te olvides del resumen— extendió su mano y cogió una carpeta transparente, al cogerla se acercó tanto a mí que estábamos a centímetros el uno del otro. Durante un instante no pude evitar ruborizarme, el calor se hizo notar en mis mejillas y mi corazón latía desesperado. Liam huele tan bien; es un olor dulce a la vez que masculino.

—Gracias— digo titubeando y con torpeza a la hora de coger la carpeta, realmente me había puesto nerviosa.

Estuve varios segundos pensando en besarle, en mi cabeza esa imagen se hacía prominente. Fue como un ansia, como si lo necesitase, entonces él se separó y el deseo desapareció; su cercanía me hacía perder el control, y no era consciente de ello... hasta ahora.

—¿Pasa algo?— Me pregunta arqueando una ceja.

—No... bueno... es que, yo... estaba pensando en mañana.

Improvisar no era lo mío, no sabía que le iba a contestar, por más que pienso no se me ocurre la manera de disimular.

—¡El Cuadrilátero!— grito de repente. No está mal, con lo de la salida de mañana puedo desviar el tema. —Mañana vamos a salir todos y la verdad es que estoy algo nerviosa, no los conozco mucho y...

—¿Vas a salir de bares?— Me interrumpe frunciendo el ceño.

—¿De qué?

—Bares... El Cuadrilátero es a donde se sale de fiesta por aquí— me explica.

Pues no tenía ese dato, que yo sepa ahí era donde nos íbamos a encontrar, pero no íbamos a salir de fiesta, repito: que yo sepa.

—Pues no, a mí me dijeron que íbamos a dar una vuelta.

—Así de aburridos son todos ellos. Yo suelo pasar por ahí los fines de semana.

Qué raro, Liam Payne a parte de chico malo es un fiestero de tomo y lomo.

—Qué sorpresa— comienzo a reírme, sinceramente, era bastante previsible.

El claxon del coche de mi madre sonó. Cojo todas mis cosas y me dirijo a la puerta acompañada de Liam, que me sigue por detrás.

—Bueno, ya nos vemos el lunes— digo pensando en cómo cojones me voy a despedir de él, ¿beso en la mejilla?, ¿apretón de manos?, ¿abrazo? Dudo mucho que se dé la útima opción

—Pues hasta el lunes— dice antes de darme un portazo en la cara, seguramente él no se había preocupado mucho por despedirse de una manera cívica, lo quiera o no Liam seguirá siendo Liam... solo que un poco menos idiota.

Doy la vuelta y me dirijo al coche, desde dentro mi madre ya me está interrogando con la mirada. Seguramente piense que me gusta Liam o algo, es igual con todos los chicos, aunque bueno, no la culpo, en cuestión de chicos mi madre suele decir que sirven para pasar un buen rato y punto. Y no, no se corta en lo absoluto.