Capítulo 29: Miradas, sorpresas y...¿Dolor de estómago?.

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Nuevamente primer día de semana. Les digo sinceramente estoy nerviosa más de lo que desearía. Me di cuenta que la semana que viene ya es la competencia. Si, demasiado rápido paso el tiempo o solo es cuestión de que no me di cuenta hasta ahora. Porque esto en verdad es bastante grande. Se que esta es mi oportunidad de demostrarles a todos lo que tengo y más exclusivamente a Gabe que se cree mejor que yo y eso es malo, porque eso no puede pasar, el tiene que entender que el ni que su noviecita son mejores que yo.

Ufff realmente es irritante.

Practicar es lo único que tengo que pensar en este momento. 

Me levanto y hago la rutina de siempre. Bañarme, cambiarme y desayunar. No es necesario que explique cada cosa solo es cuestión de nombrarlo ya que no es demasiado importante. A lo que voy es que al colegio llegué más temprano de lo normal y eso es mucho decir. 

El colegio está poblado mínimamente por algunos adolescentes que se pasan caminando por delante de mis ojos distraídamente. No les tomo importancia y empiezo a dirigirme andando hacia mi casillero a guardar lo que estorba en mis brazos y me llevo conmigo el skate, ya que mi gran idea es andar por cada rincón del colegio con ella y hasta lo podría hacer fuera en los caminos de piedra maciza. ¿Abby? Pues ella debe estar todavía durmiendo ya que esta hora no es normal de estar despierta y como soy buena amiga no llame a su puerta y me dirigí directamente aquí.

El poco alumnado que se encuentra disfrutando de la calidez del tiempo me miran interrogantes y a las vez interesados de lo que hago. Sonrío de medio lado sintiendo que puedo mostrarles lo que llevo conmigo. El camino recto de piedra maciza facilita el poder yo hacer un truco fácil para en parte practicar y por otra mostrarles a mis expectantes que hago. 

Tomo velocidad impulsándome con el pie derecho y cuando tengo la suficiente velocidad apoyo el pie con el que estaba tomando velocidad sobre el skate y flexiono levemente mis piernas para impulsarme hacia arriba y girar el skate, pero eso se esfuma cuando levanto la mirada y encuentro que otro cuerpo se acerca rápidamente a mi, a mi misma velocidad o más rápido. Mi cuerpo se pone tenso rápidamente y cuando estamos a pocos metros de distancia el uno al otro salgo del skate, el repite mi misma acción haciendo que choquen los skate y yéndose a un lugar indeterminado para mi ya que al tener esa acelerada velocidad salí dando traspiés y chocando igualmente con la persona está haciendo que de golpe terminemos en el verdoso y bien cuidado césped del colegio.

Murmuro palabras indebidas al individuo que está amortiguando mi dolor. Escucho el quejido de esa persona y solo soy capaz de subir la mirada lentamente hasta empezar a chocar con sus labios (que tengo que admitir son deseables), luego con su nariz, mejillas y finalmente con sus ojos mieles que están ligeramente cerrados. Mi mirada permanece ahí, mirándolo detenidamente sin moverme ni un milímetro. Me doy cuenta que sus manos están apoyadas en mi cintura haciendo presión ligeramente y las mías están en su pecho. Finalmente abre los ojos y se queda igual que yo, mirándome detenidamente sin saber qué hacer. Inconscientemente mi mirada va a sus labios y me acerco sin ser consciente de lo que hago, el no opone resistencia (que a mi parecer es bastante raro) pero no paso por alto que ya estamos a milímetros y nuestros labios se están rozando pero no llega a ser un toque de labios definitivo. Cuando mis sentidos vuelven en si me separo bruscamente de él al darme cuenta que lo que iba a hacer, estaba totalmente fuera de sí ya que en mis principios ser una zorra no va y finalmente por último besar al estúpido que se encuentra con los ojos abiertos de par en par no era estar con todos los sentidos activos. 

¡Yo no soy una zorra!

¡No pienso serlo y no lo seré!

Me alejo de él lo mayor que puedo dejándolo desplomado en el césped mirando a la nada, cuando me alejo miro por sobre mi hombro viendo que está maldiciendo en voz baja, yo por mi parte me reprendo inconscientemente mientras agarro mi skate de pasada ya que lo encontré solitario teniendo a no menos de dos metros el skate de Rowling. Me voy teniendo encima miradas penetrantes de algunos estudiantes haciendo que de improviso me sienta incomoda. Sacudo la cabeza alejando todo pensamiento erróneo. 

¡GUERRA de skaters! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora