Capitulo 34: Necesidad.

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Nubes esponjosas y blancas cubren el cielo celeste. El sol alumbra la mañana esplendida y tan alegre mientras que mi estado de animo es un desastre. La suavidad del césped verde se siente en mis brazos extendidos. La sensación placentera que me transmite el sol y el césped es satisfactorio. Tanto así que cuando me dispongo a cerrar los ojos siento el viento frió recorrer todo mi cuerpo y un escalofrío en mi espina dorsal se hace presente. Abro los ojos como platos al distinguir el color miel de unos ojos inconfundibles. Desvió la mirada sin poder retener nuestras miradas ni un segundo juntas. Es intensa y eso me inquieta. Su voz me desvela, hace que me siente en el césped y lo mire con cara de horror.

-Necesito de ti.

¿Como el puede necesitar de mi, si tiene a su novia que hace menos de media hora la tenia entre sus brazos como si eso dependiera poder respirar?. Me esta haciendo una broma, lo se. Cuando decido enfrentarme a su mirada y decirle barbaridad de insultos un circulo negro destruye todo a mi alrededor y caigo en la tétrica realidad.

-Y cuando jane se duerme, todo es mas tranquilo-las palabras de Tyler hacen que lo fulmine con la mirada y este sonría inocente dándose cuenta que eso e llegado a escuchar.

Sigo reposando mi cuerpo en el césped verde, pero mis brazos se encuentran sobre mi estomago, mi cabeza se siente palpitante y sin sentido. Las cabezas de Tyler y Abby me miran desde arriba tapando los rayos de sol que se querían posar en mi rostro. Mis ojos agradecen la sombra y miran con el ceño fruncido a las dos personas mas fastidiosas y locas que tengo como amigos.

-Cierra la boca, estúpido-sus labios forman una fina linea tratando de mantenerse seria, pero se rinde ante la tentación y cae en una carcajada limpia.

Este la sigue y para en seco cuando el puño de Abby impacta en su hombro juguetonamente y este levanta los brazos en muestra de paz. Ruedo los ojos fastidiada y extiendo mi brazo derecho dando a entender que alguno de los dos me ayude a levantarme. Se miran entre si debatiéndose quien tendrá el valor y las ganas de hacerlo. La caminata tranquila que hace Abby hacia el interior del establecimiento, giñando el ojo izquierdo a Tyler y carcajeándose al ver el bufido que suelta el individuo que se hace llamar mi amigo da el significado que el es quien me tiene que ayudar desligándose Abby, de todo esto. Toco mi pecho ofendida al ver que se debatían por quien me iba a ayudar a levantarme...que par de malos amigos me toco.

Lo miro con rostro de perro mojado y este sonríe enternecido. ¡Oh si! Eso siempre funciona. Se coloca enfrente mio y posa su mano izquierda con la derecha mía y hace fuerza mientras yo me impulso para arriba consiguiendo así levantarme. Le doy un beso en la mejilla y sonríe como un niño pequeño. Río por aquello. Extiende su brazo hacia mi incitando a que lo conecte al suyo con una media sonrisa. Me encojo de hombros y lo hago sin rechistar mientras nos dirigimos igual por donde fue Abby, caminando como si fuéramos modelos de revistas, riéndonos en el camino por nuestro teatro. Con el, puedo olvidarme de lo que duele y por eso lo quiero muchísimo.

Ese sueño fue raro y a la vez tan real que asusta.

Encontramos a Abby en el medio del pasillo en dirección a la cafetería. Me suelto del brazo de Tyler, el hace un mohín, le sonrió y repito la acción de darle un beso en la mejilla. Corro en dirección a Abby dejando atrás a el chico de ojos verdes y me monto en la pequeña espalda de Abby como caballito. Se desestabiliza soltando un chillido, pero mantiene la postura y sostiene mis muslos con sus manos.

-Casi muero, Jane-bufa divertida y yo sonrió inocente aunque no pueda verme.

-Vamos al baño, necesito hacer el uno-le susurro en el oído, ella asiente dirigiéndonos al baño y dejando de lado la cafetería.

-Claro, dejen a Tyler solo, como si no existiera-el grito de Tyler me hace mirar sobre mi hombro mientras nos estamos dirigiendo al baño, lo único que hago es sonreirle de medio lado ganándome su gruñir enfadado.

Llegamos, que con el transcurso estuvimos hablando de trivialidades insignificantes que hacían que riéramos fuertemente en algunas ocasiones. Me bajo de su espalda, como un guardaespaldas se pone al costado de la puerta y con un movimiento de cabeza me señala que entre. Primero suelto una carcajada ante ver que se pone seria y luego, obedezco como un perro entrenado y me dirijo a un cubículo de los cuantos que hay ahí. Luego, de unos cinco minutos, supongo, salgo fuera encontrando mi alrededor vació.

-Abby-llamo con una mirada confundida a mi alrededor encontrando solamente el pasillo, vacío.

Camino lentamente por el largo pasillo escuchando de lejos las voces de los adolescentes que supongo, están en la cafetería. Suelto un gruñido de enfado. De un momento a otro una figura se posa delante mio llevándome consigo de la mano. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo al sentir el contacto con su mano. No distingo de quien se trata ya que se encuentra con una capucha que cubre casi todo su rostro gracias a lo oscura que es. Todo su atuendo es negro haciendo que sienta miedo al no saber donde me lleva. Me trato de resistir poniendo todo mi fuerza en impedir que avancemos, hasta que se cansa del juego tira y afloja y nos detenemos. Quedamos nuevamente frente a frente, coloca un brazo en mis muslos y una mano sostiene mi brazo derecho. Me levanta y me coloca en su hombro como una bolsa de papas. Me sacudo, comienzo a golpear su trasero con mis puños y su estomago con mis piernas. Por lo bajo se escucha sus gemidos de dolor pero no se rinde y sigue avanzando sin escuchar mis protestas con insultos. 

El sonido de una puerta abrirse se hace presente y este sigue avanzando hasta que nos adentramos a una habitación oscura donde me baja quedando rostro a rostro y cierra tras de si la puerta, sin dejarme ver con la luz su rostro. Nuestras respiraciones se mezclan. La suya es mas acelerada por el esfuerzo y mentalmente me maldigo estar comiendo tanto, pero se esfuma al sentir el rosar de su nariz por mi cuello. Su respiración es cálida, que contrasta con la mía, que es fría. Sus manos están posadas en mi cintura sujetándola con firmeza. No se que esta haciendo, pero dentro mio siento que esto esta mal. Desliza suavemente su nariz por mi cuello hasta posarse cerca de mi oído para decirme en un susurro las palabras que hacen que abra los ojos como platos de la sorpresa.

-Necesito probar nuevamente tus labios.

Me susurra, me mira y capto entre la oscuridad los ojos mieles que me miran con necesidad.

Quedo sin palabras. 

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Espero que les guste =)

¡Gracias por leer!

Besos de todo corazón :*

Mecatmehome-


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