Capítulo 29

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-Señorita Cabello ¿Podría por favor prestar atención?-Me regaña el profesor de escultura y yo levanto la mirada hacia el.

-Eh...si,disculpe profesor Mathos-Le sonrío, la verdad no se porque, y sigo moldeando mi trozo de arcilla.

Esta es la última clase del día. Hoy, en todas las clases, me la he pasado absorta pensando en que hoy iremos a la casa de Dinah para hablar con su madre sobre la fiesta. No es hablar con la señora Jane lo que me da temor,a lo que le tengo miedo es a lo que ella pueda decir. Si dice que no,el cumpleaños de Dinah estará prácticamente arruinado,sólo digo...su novio le fue infiel unos días antes, es obvio que necesita la fiesta para alegrarse.

Sacudo la cabeza y me concentro en el trozo de arcilla que se supone que tengo que convertir en un jarrón. Detengo el torno y me pongo a mirar mi pieza,inclino la mirada a la derecha,luego a la izquierda... ¡Puagh! Mirelo por donde lo mire,parece todo menos un jarrón. Lo aplasto con el puño y comienzo a moldearlo de nuevo.

Al final de la clase,tengo algo que no me dará un excelente, pero que al menos me alcanzará para no reprobar esta tarea. Dejo la pieza sobre el torno para que se seque y el profesor la inspeccione, y salgo corriendo al baño antes de que la cola se haga infinita como siempre. Tengo que estar lista en una hora para ir con las chicas a la casa de Dinah.

Acomodo mi mochila para que no salga volando de mi hombro y corro mas rápido. No han pasado ni tres minutos cuando choco con algo tan fuerte que me lanza contra el suelo. Debo agradecer que no hay nadie cerca que se burle de mi,pero eso no quita el dolor que siento en el brazo derecho y en toda la espalda. Levanto la mirada para insultar al o la idiota que me hizo caer...y me encuentro de frente con el café de los ojos del profesor de canto y guitarra.

-Disculpeme señorita Cabello-Dice mientras me tiende la mano-¿Esta usted bien?

-Si,estoy bien,no fue nada-Ignorando por completo su mano,me levanto del suelo y tomo mi mochila.

-No quiero ser entrometido,pero...¿A donde iba usted con tanta prisa?

-Al baño a lavarme las manos-Las levanto frente a el para que vea la arcilla que cubre mis manos desde la punta de mis dedos hasta mas abajo de las muñecas-En clase de escultura estábamos trabajando con arcilla...y necesito lavarme.

-Ya veo-Coloca las manos detrás de la espalda y sonríe-Muy bueno de su parte. El preocuparse tanto por la higiene personal.

-Si,gracias-Estoy a punto de comenzar a caminar;pero la curiosidad me gana. Así que lo miro y pregunto:-¿Porque no me tutea?

-¿Perdón?-Arruga las cejas y ladea la cabeza al lado derecho.

-Que porque no me tutea.

-Ah,eso. No se si de habrá dado cuenta, pero estamos en pleno pasillo de la academia.

-Si me di cuenta. Y también me di cuenta de que ese pasillo esta desierto-Extiendo ambas manos a mi lado y alzo las cejas como diciendo <<¿Que no lo habías notado?>>

-Las paredes tienen oídos,señorita Cabello.

-Vaya.

-¿Que?

-Pensé que usted usaba frases menos trilladas...pero ya veo que no.

Niego con la cabeza en una parodia del típico gesto de decepción y el se ríe con ganas. Como lo hace con los ojos cerrados,me permito mirarlo. Cuando se ríe, lo hace con todos los dientes, por lo que en las comisuras de los labios se forman unas arrugas muy tiernas. Sigo mirándolo por un par de segundos más hasta que el abre los ojos de sorpresa y me pilla mirándolo. Con el rostro caliente por la vergüenza, aparto la mirada y comienzo a caminar. Ya es hora de que siga caminando.

Hasta Que Te Encontré(Shawmila)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora