Capítulo 3

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We will bent, but we will never break

Bumblebee ayudó a su amiga a sentarse de nuevo y guardó silencio mientras ella establecía una línea de contacto con su padre. A pesar de que Bumblebee había propuesto no avisarle e ir directamente a un médico, Deshelia se había negado. Si aparecía con heridas de scraplets, su padre se enteraría, y prefería que se enterara por ella.

Por otra parte, prefería que fuera Ratchet, uno de los pocos amigos de su padre y médico de campo, quien la revisara. Lo ocultaba como podía, pero los scraplets habían devorado totalmente su exoesqueleto en la zona de la espalda, habían destrozado parte de su interior.

Necesitaba al mejor médico, y Ratchet lo era.

- Papá.

<<¿Qué ocurre?>>

- Pues verás...

<<¿Estas herida, qué ha pasado?>>

Incluso a través de la comunicación pudo oír la preocupacion en el tono de su padre.

- No te preocupes, ¿de acuerdo? Solo... ¿puedes mandar a Ratchet?

<<¡Deshelia! ¿Qué ocurre?>>

- No ha sido culpa mía, te lo prometo.

Oyó por lo bajo como su padre modulaba el tono de voz para ordenar que hicieran venir a Ratchet.

<<Enseguida estaré ahí con Ratchet. Ahora dime qué ha ocurrido.>>

- No hace falta que vengas, de verdad...

Era una mentira muy grande. Estaba asustada, sus circuitos empezaban a doler muchísimo y no dejaba de notar cómo el Energion salía de su cuerpo y se derramaba por el suelo. Quería que su padre estuviera con ella.

<<¡Deshelia!>>

- Había scraplets en la quinta planta, papá. Me atacaron cuando fui a activar el sistema de seguridad.

No oyó respuesta y supo que su padre se había quedado horrorizado al otro lado de la línea. Y de pronto, se cortó la comunicación.

- ¿Papá? ¿Optimus?- dejó caer la mano y se recostó en su amigo-. La linea se ha cortado.

- ¿Cómo dices?- preguntó extrañado.

- Da igual- no pudo evitar un jadeo-. Va a venir, así que vete, Bee. No te puede ver.

- Será una broma- contestó él, enfadado.

- Bee...

- Ni por asomo, Desh. No te voy a dejar sola ahora, ni loco. Yo no me muevo de aquí hasta que llegue tu padre- dijo, molesto.

- Pero Bee... te vas a buscar problemas.

- No insistas- zanjó él la discusión, mientras la arrastraba hasta el asiento.

- ¿Y qué le vamos a decir?- pregunto ella con un jadeo.

- Ya pienso yo en algo, tú no hables y aguanta.

Deshelia le hizo caso y se concentró en controlar sus jadeos. Fue entonces cuando oyeron como un Puente se habría ante ellos y les bañaba en luz verde.

Y en él se materializó la figura de Optimus Prime, que saltó hacia su hija, obviando al Rastreador, que se apartó de inmediato para dejarle vía libre al Prime.

- ¡Deshelia!

La enorme figura de su padre se cernió sobre ella y le cogió un servo. Deshelia lo miró agradecida por su presencia.

Transformers Prime: Hija de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora