Capítulo 5

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If we believe we can't lose, even mountains will move

Ratchet había convertido uno de sus servos en un gran soldador que trataba de pasar por la coyuntura de las placas centrales del Autobot herido para poder soldarla completamente y dar por finalizada la operación.

A pesar de que oyó como la puerta se corría, no se giró, sino que continuó tratando de colocar la placa en el lugar adecuado para que la soldadura quedara bien.

- ¿Necesitas ayuda?- cuando oyó la voz de Deshelia, alzó la cabeza.

La femme se había quedado junto a la puerta, con una leve sonrisa, y Ratchet la miró.

- Sujeta la placa.

Deshelia se plantó al otro lado del soporte de reparación en unos instantes y recolocó la placa central de manera correcta, permitiendo que Ratchet pudiera soldarla. El médico apenas tardó medio minuto. Recuperó la forma original de su servo, miró a la femme, que sonreía.

- Le había dicho a tu padre que empezabas mañana- Deshelia se encogió de hombros.

- Tampoco tenía nada que hacer, así que mejor ayudarte en lo que pueda en vez de quedarme holgazaneando. 

Ratchet la miró un momento y le indicó por señas que la siguiera. Se alejaron del soporte donde el Autobot herido aún estaba sumido en una profunda recarga y Deshelia se sentó en un soporte vacío mientras que el médico se quedó ante ella.

- ¿Cómo localizaste la abolladura? ¿De dónde has sacado todos esos conocimientos?- dijo el médico frunciendo el ceño, y Deshelia supo a que se refería.

La información anatómica básica estaba toda colgada en la Red, no era ningún secreto, pero a Deshelia hacía tiempo que toda esa información le sabía a poco. Pero la anatomía avanzada solo estaba en la R.M.A. La Red de Medicina Autobot, protegida con un potente sistema de codificación para evitar filtraciones Decepticons que pudieran averiguar los posibles avances médicos de los Autobots.

- Bueno... es posible que consiguiera crakear la R.M.A y hacerme con una acreditación sombra para descargar toda la información- dijo, modulando el volumen de su procesador vocal al mínimo mientras desviaba la vista.

Aún así, Ratchet lo oyó y abrió desmesuradamente los ópticos.

- ¿¡Cómo?!

- Pues que...- Deshelia se calló ante los bruscos aspavientos del médico.

- ¡Es imposible! Desde que la seguridad de la R.M.A. aumentó hará cosa de cinco siglos es imposible que...- se cayó ante la mirada vacilante de la femme.

- Yo fui la que implantó el nuevo sistema de seguridad de la R.M.A.

Ratchet bajó los servos despacio, mientras la miraba sin poderselo creer.

- Imposible...- ella se removió en el asiento, nerviosa.

- Conseguí crakear el antiguo sistema de seguridad en diez nanociclos- Ratchet casi tuvo que apoyarse para no caer. Eso era muy poco tiempo-, así que me preocupé. Si yo lo había conseguido, ¿por qué no iba a poder conseguirlo un Decepticon? Así que hice cuanto pude para potenciar la seguridad. Me salió de lo que pensaba, el riesgo por ataque informático a la R.M.A bajó en un 500%.

- Por Primus...- dijo el médico, antes de subir la mirada hacia ella- Enséñamelo.

Deshelia miró por encima de su hombro antes de desplegar un holograma que mostraba la pantalla de inicio de la R.M.A, que solicitaba el código de su acreditación. Bajo la mirada atónita del médico, Deshelia introdujo el código que se sabía de memoria

Transformers Prime: Hija de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora