Capítulo 6

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Shot like a rocket up into the sky

Después de un corto baño de aceite, Deshelia estaba de vuelta en su habitáculo y como había supuesto, al abrir la puerta ya había alguien repantingado en su soporte.

- ¿Y bien? ¿Qué es eso de que empiezas Auxiliar de Ratchet?

Deshelia suspiró, agotada, y le hizo una seña para que le dejara sitio. Una vez Bumblebee le dejó un hueco y se acomodó, procedió a contarle toda la conversación con su padre y la posterior oferta que no había dudado en aprovechar.

Bumblebee no dijo nada durante unos segundos:

- Pero Desh... ¿cómo te las apañarás para hablar con Wheeljack ahora? Tendrás que estar a todas horas en el Ala Médica. Además, ¿qué pasa con tu idea de entrar en el ejército como soldado?

- No la he abandonado, tranquilo, pero podré ayudar de alguna forma- dijo ella.

- Ya ayudas creando nuevas armas- terció él.

- Voy a seguir diseñando armas- le confirmó ella-. Y respecto a lo otro... mientras estaba en los baños le he echado un vistazo a los horarios de los Auxiliares, tengo dos descansos al día. Podré ver a Wheeljack en uno de esos descansos. Y como mi padre sabe que estaré trabajando con Ratchet, tampoco se preocupará por venir a visitarme. Puede que lo haga los primeros días, pero dejará de hacerlo.

- ¿Tú crees?- el tono de burla de su amigo era obvio.

- Por supuesto- replicó ella sin dudar-. La única razón de que aparte su trabajo durante unos cuantos ciclos es que sabe que me paso el día encerrada aquí dentro, sola. Si sabe que estoy ocupada, ayudando a Ratchet, no querrá distraerme ni distraerse él. Además, supondrá que Ratchet me tiene vigilada.

- ¿Y no lo hará?

- Claro que sí- rió ella-. Lo intentará, pero tiene mucho trabajo. No será difícil escabullirme en uno de los descansos.

Su amigo dobló de la cabeza.

- ¿Estás segura?- Deshelia dibujó una gran sonrisa.

- Totalmente. Y bien, ¿cuento contigo?- preguntó, a pesar de que conocía la respuesta. Su amigo la miró con la ceja alzada.

- La duda ofende, Deshelia. ¿Qué necesitas que haga?

Ella rió, encantada.

- Eres el mejor, Bee. Ahora atiende...

***

- Ratchet, ya he pulido los extremos de la prótesis- indicó Deshelia mientras se acercaba al médico, que hacía por reparar un parche críptico-. ¿Tienes algo más para mí?

El veterano médico de campo detuvo durante unos nanociclos su tarea y la miró brevemente. Apartó sus ópticos de ella para fijarlos en el paciente al que ella se refería. Al darse cuenta de su mirada, la joven femme añadió.

- He corregido la desviación de los terminales sinápticos y establecido una conexión adecuada entre el brazo original y la prótesis, además de, bueno, pulirla para evitar que se dañe si hiciera un movimiento brusco durante la recarga.

- ¿No lo has sumido en éxtasis?- preguntó el médico. Ella no vaciló al contestar.

- No ha sido necesario. Al ser simplemente una remodelación de la prótesis para conseguir mayor potencia de fuego, la operación no precisaba de inducirle en éxtasis, simplemente el adormecimiento de los terminales de dolor más cercanos al lugar de acoplamiento.


El médico la miró serio, pero ella vio perfectamente como sus ópticos brillaban con apreciación y pudo relajarse. Ratchet se había pasado las dos semanas que llevaba trabajando para él interrogándola, poniendo a prueba si de verdad había merecido la pena que crakeara la R.I.A. Y a juzgar por las miradas que le echaba cada vez que contestaba a sus preguntas, era obvio que sí había merecido la pena.

- Bien. No hay nada más para ti, Deshelia, puedes retirarte.

- De acuerdo. Todavía tengo que acabar algunas cosas, me llevará algún tiempo. Ya sabes donde estoy si hace falta algo- tras un asentimiento por parte del médico de campo, ella se dio la vuelta y se volvió a internar en los pasillos del Ala Médica.

Tras una semana relegada al soporte de regeneración y otras dos bajo el mando de Ratchet, habían pasado las tres semanas que Wheeljack le había dado antes de tener que volver a encontrarse para construir su nuevo prototipo.

Tiempo que se había pasado pensando con Bumblebee una manera de poder salir de la Ciudadela de Iacon y poder llegar hasta la antigua casa de Deshelia, donde tenían que encontrarse con el Wreker. Y, gracias a Solus Prime, habían encontrado una forma, un punto ciego de las cámaras de vigilancia que coincidía con la salida del conducto de ventilación, situado en el techo. Esa era su salida.

Con una rapidez sorprendente, hizo saltar la rejilla del conducto de ventilación y se coló por el conducto de un salto, colocando de nuevo la rejilla después. Agradeciendo de nuevo su figura menuda, comenzó a arrastrarse por el conducto.

A pesar de que ninguno de los dos se lo había dicho, Deshelia sabía perfectamente que Ratchet avisaba a su padre en el momento en que ella ponía un pie fuera del Ala Médica. Sabía que era entonces cuando su padre comenzaba a estar más pendiente de ella, vigilando las cámaras de seguridad de forma casi constante. Sin embargo, si Ratchet se pensaba que ella continuaba en el Ala Médica, realizando trabajos por su cuenta, no ponía sobre aviso a su padre y ahora mismo, Deshelia tenía cinco horas antes de que Ratchet terminara la operación que estaba realizando y se acordara de ella.

Deshelia sabía que su padre no terminaba de confiar en ella y sabía que no tenía derecho a sentirse dolida u ofendida, ya que se las apañaba para burlar su vigilancia y hacer justamente lo que él le había prohibido. Pero eso no significaba que le fastidiara. Complicaba muchísimo su objetivo.

Para cuando Ratchet terminara la operación, se acordara de ella e hiciera por buscarla, lo más probable era que ya estuviera de vuelta. Y si no era el caso, también lo tenían pensado.

Varios nanociclos después de haber entrado en el conducto de ventilación, Deshelia por fin alcanzó el final del conducto. De una patada, mandó a volar la rejilla y saltó fuera. Mientras ella estiraba sus brazos y piernas, Bumblebee colocó la rejilla en su sitio.

- ¿Has avisado a Scamper y Landmine?- le preguntó ella.

Bumblebee le había ayudado a ponerse en contacto con el Autobot al que había salvado al soldar su cable órtico y su compañero. Había hablado con ellos y les había explicado lo que necesitaba: que si alguien les preguntaba, les dijera que aquella tarde la habían pasado junto a ella, puesto que querían agradecerle el haber salvado la vida de Landmine.

- Sí, están dispuestos a cubrirnos. ¿Qué hay de Ratchet?

- Tiene una operación de cinco horas por delante, no se acordará de mí. Tenemos bastante tiempo, pero será mejor darnos prisa- terció Deshelia.

Bumblebee asintió y con un movimiento amplio de la mano, le indicó que se marcara el camino. Tras un momento para analizar lo que estaba a punto de hacer, Deshelia apretó los puños, sacudió la cabeza y comenzó a correr, alejándose de la Ciudadela. Bumblebee enseguida estaba a su altura, corriendo a su lado. Mientras los pies de acero de ambos resonaban contra el pavimento de metal, Deshelia tuvo un pensamiento claro en su procesador: lo estaba haciendo.

Estaba desafiando completamente a su padre, abandonando Iacon sin más protección que sí misma y la compañía de su mejor amigo. Casi se sintió culpable... por no sentir el más mínimo remordimiento. No sentía la más mínima culpabilidad al estar desobedeciendo deliberadamente a su padre. Eufórica, dejó escapar un pequeño grito y aceleró. A su lado, Bumblebee rió antes de seguirla.

Ambos atravesaron corriendo las que habían sido las calles principales de la ciudad de Iacon, ahora llenas de ruinas y abandonadas. Sortearon obstáculos saltando por encima, deslizándose bajo ellos, alcanzando los tejados cuando los suelos se volvían impracticables por los cascotes.

Intercambió una mirada con su amigo después de que ambos saltaran de un edificio a otro. No podía dejar de sonreír, sus ópticos despedían chispas. Bumblebee no podía más que sonreír al verla tan eufórica, contento él mismo ante la evidente felicidad de la femme a la que quería tanto como a una hermana de chispa.

Allí, en las calles, sin un techo sobre ella, y corriendo a toda velocidad, Deshelia se sentía viva. Definitivamente, ella no estaba hecha para quedarse sentada en una base, diseñando armas o curando heridos.

No tardaron en alcanzar su antigua casa. El pequeño radar de Deshelia le indicó que había un Autobot esperándoles, así que no fue una sorpresa encontrarse con Wheeljack apoyado contra la fachada de la casa.

Transformers Prime: Hija de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora