Capítulo 26

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En galería: la Jackhammer, nave personal de Wheeljack. Es mencionada en este capítulo.

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- Por el bendito Solus Prime, Seaspray, ¿puedes callarte cinco ciclos? Espérate a que llegue para empezar a soltar chatarra por la boca- gruñó Wheeljack.

- ¿Me estás jodiendo?- gruñó el legendario Wrecker, los puños apretados- Mató a un Guardia.

- Eso no lo sabemos seguro, Pray- intentó intervenir Bulkhead.

- A mí me noqueó, Bulk- intervino Titanfist, algo incómodo.

- Venga ya, Bulkhead- se quejó Seaspray-. Claro que lo sabemos. ¿Por qué si no Wheeljack ha estado causando tanto revuelo? Si fuera inocente, no haría falta montar toda esta chatarra.

- Bueno, espero que Wheeljack no haya armado tanto revuelo como dices. El plan era hacer esto con discreción.

Los cuatro Wreckers se giraron en dirección a la femenina voz: Deshelia acababa de entrar por la puerta del laboratorio, Bumblebee tras ella, y con una sonrisa sarcástica en su joven cara.

Wheeljack se preguntó cómo podía estar tan relajada teniendo en cuenta la que se le venía encima.

Seaspray gruñó tras él, y avanzó varios pasos hacia ella, con toda la actitud intimidante que le daban sus ocho metros y medio de altura y nueve toneladas de peso.

Wheeljack se preguntó cómo podía estar tan relajada teniendo en cuenta que Seaspray se le iba a echar encima.

Deshelia se limitó a mirar al extremadamente mortífero Wrecker con cara de aburrimiento.

Ya. Cierto. Generación de la Guerra. A veces se le olvidaba.

- Debería arrancarte todas las piezas de tu armadura, una a una- gruñó el Wrecker.

Deshelia le dedicó una sonrisilla irónica que no hizo nada por aplacar el enfado de Seaspray.

- Puedes intentarlo, claro, pero sinceramente, no creo que consiguieras mucho.

Seaspray dejó escapar otro gruñido que era más bien casi un rugido y Deshelia amplió su irónica sonrisa. Wheeljack tenía que reconocerlo: la femme tenía los pistones en su sitio (1), y era la mar de entretenido ver como los intentos de intimidación de Seaspray no funcionaban en lo más mínimo.

Pero si los intentos no funcionaban, Wheeljack sabía que Seaspray no tendría ningún problema en lanzarse a por el cuello de Deshelia, y si bien tenía la sensación que ver a Deshelia pateando el maletero de Seaspray sería más divertido que la manera que Ironhide tenía de imitar a Ultra Magnus, no tenían tiempo para aquello.

Con un suspiro para calmarse (¿desde cuándo era él quien tenía que ser el responsable, jodida chatarra?), le hizo una señal al Rastreador, que agarró a Deshelia del brazo mientras él tiraba de Seaspray hacia atrás para separarlo de Deshelia.

- ¿Podéis, por favor, dejar de comportaros como sparklings por un maldito ciclo? Tenemos cosas más importantes de las que tratar.

- Técnicamente, soy poco más que un sparkling, Wheeljack- replicó Deshelia.

Wheeljack se preguntó durante un nanoclick que planeaba Deshelia. ¿Ponerse al nivel de un sparkling? No tenía mucho sentido si quería que la tomaran en serio.

Pero lo entendió cuando notó a Seaspray tensarse: Generación de la Guerra, Sexta Generación. La última Generación de Transformers.

No Quinta, como les había hecho pensar a todos.

Transformers Prime: Hija de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora