Capítulo 4

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We are young, we are strong, we will rise

Una Deshelia totalmente recuperada se incorporó por fin del soporte de regeneración tras una semana anclada a él. Esperó con impaciencia a que Ratchet terminara de retirar todo el cableado que conectaba su cuerpo con las máquinas que la habían sanado y acto seguido saltó hasta el suelo.

- ¡Yiep, yiep, yiep!- la frenó Ratchet- Antes de que te vayas, tengo que chequearte.

- ¿Va en serio?- se quejó- Estoy perfectamente.

- Entra en la cápsula, Deshelia, o le pido a tu padre que te meta a la fuerza- tras el médico, su padre cruzó los brazos y con la mirada ratificó la amenaza. La femme bufó e hizo caso al médico.

La cápsula de paredes transparentes se cerró ante ella, y alzó los brazos en cruz para facilitar la tarea. Un escáner la revisó al completo, detallando el estado de casa una de sus piezas. Además, al ser el ala médica de los Autobots, el escáner también mostró que el cuerpo de la femme era altamente apropiado para armarlo con armas ligeras.

Cuando un robot se alistaba en el ejército Autobot, una de las primeras cosas que debía hacer era pasar por el escáner, para así poder armarlo. Cada bot tenía unos límites, pudiendo llevar cierto número de armas blancas y pasaba lo mismo con las armas de fuego. Tanto Optimus como Ratchet se imaginaban que Deshelia, por ser de la Generación de la Guerra, tendría más predisposición para cargar armas, pero se sorprendieron cuando vieron que la hija del Prime no tenía límites.

Los ópticos de ambos mechs se ampliaron al ver que el cuerpo de la joven bot aceptaría la implantación de un arma en cualquier parte del cuerpo.

- Por la Chispa Suprema...- susurró Ratchet.

- ¡Eh! ¿Va todo bien?- gritó Deshelia desde dentro, ya que había visto las caras de su padre y su amigo.

Ratchet miró al Prime, que escondió su intranquilidad en apenas unos segundos y asintió.

- Todo bien, Deshelia. Simplemente, nos hemos sorprendido de tu rápida recuperación- trató de sonreír el médico mientras desactivaba el escáner y la dejaba salir.

- Bueno... eso está bien, ¿no?- dijo ella, dubitativa al ver la cara de Ratchet. Ella diría que el médico estaba sorprendido... pero de mala manera.

- Por supuesto- intervino su padre. Tenía la expresión de "líder Autobot" y cuando Optimus ponía esa cara nadie, ni siquiera ella, podía saber que estaba pensando realmente. 

- De acuerdo...- el tono de la femme les dejó claro a ambos que sabían que algo no iba bien.

E iba a interrogarles a fondo, pero en ese momento la puerta de la sala se abrió y los tres robots vieron como un Autobot entraba cargando a un segundo.

- ¡Necesitamos un médico!

- Lo tenéis- dijo Ratchet mientras se acercaba a ellos. El propio Optimus ayudó a colocar al Autobot herido en un soporte, mientras que Ratchet preparaba un escáner de mano.

- ¿Qué ha ocurrido?- no pudo evitar preguntar Deshelia.

- Enfrentamiento contra un grupo de Decepticons, uno de ellos le hirió con una espada- le respondió el Autobot que no estaba herido tras mirarla. Al no ver ninguna insignia Autobot en ella, le preguntó-. ¿Quién eres?

Antes de que pudiera responder, un agudo pitido llamó la atención de los robots, que vieron como el escáner de Ratchet cambiaba el tono de luz, de verde a rojo. 

- El cable órtico está dañado, pierde Energion demasiado rápido e internamente. ¡Un Auxiliar que me alcance un recolector, rápido!

Pero no había ningún Auxiliar, así que Deshelia rápidamente localizó el aparato y se lo pasó al médico. Este lo ancló a la herida para recoger el Energion que el robot perdía para que su interior no se encharcara, mientras que a su vez se daba la vuelta para coger un cable que le conectara a las máquinas estabilizadoras y le proporcionara Energion. Al verlo, Deshelia volvió a intervenir.

Transformers Prime: Hija de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora