¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
■ ■ ■
Me quedé esperando en el pasillo, Rogers iba a la oficina de Pierce hasta que lo jale hacia mi para meterlo a una pequeña bodega de limpieza.
—¿_____? —preguntó confundido por mi acción.
Encendí la luz del lugar y me acerqué más a él. Era imposible concentrarme con esos ojos azules sobre mi.
—Escúchame, después de que salgas de la oficina de Pierce, usa sólo el elevador. Un escuadrón intentará detenerte, yo estaré ahí y te ayudaré a escapar. Pero actúa normal, ellos no saben que haré esto —murmuré yo. Steve me miró contrariado.
—¿Cómo sabes todo eso? —inquirió él.
—¿Confías en mi? —pregunté, cortando un poco más la distancia.
—No lo sé. Tú eres del grupo STRIKE —recordó el rubio.
—Pues vas a tener que confiar en mi ahora —musite casi sobre sus labios y lo empujé de nuevo para salir.
━━━━━━
El momento había llegado, tomé una bocanada de aire antes de entrar al elevador. Ahí estaba Steve como esperaba y le señalé con la mirada a los hombres detrás de mí. Él al parecer todavía no me creía.
Poco a poco, el espacio se redució por los demás agentes cubiertos con maletines y miembros del Strike hasta que el elevador se llenó por completo para bloquear cualquier clase de salida.
El rubio volvió a mirarme y sonreí al notar que ya había descubierto todo. Le asentí y me preparé para pelear.
—Antes de empezar, ¿alguien quiere salir? —preguntó Rogers, rompiendo el silencio.
Y el caos se desató dentro del pequeño elevador.
Rumlow al ver que apuntaba con mi pistola de muñeca a uno de los hombres que sostenía a Rogers, me detuvo.
—¿Pero qué mierda estas haciendo, Overkill? —me cuestionó molesto. Yo le sonreí petulante y lance un puñetazo a su cara.
—Estoy renunciando —afirmé sonriente, antes de romper mi comunicador.
Steve y yo peleamos contra los agentes restantes, era más fácil con la fuerza de él. Al final sólo quedó Rumlow de pie, le sonrió débil al Capitán.
