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La fiesta de Stark le estaba resultando de lo mas incómoda a la nueva integrante, y no sólo por encontrarse totalmente aislada en la barra con una bebida de sabor horrible.
Las miradas de Steve y Thor se estaban volviendo imposibles de evadir, y ahora ambos hombres se ignoraban de la misma manera más infantil, haciendo sentir a la chica culpable.
-Esta fiesta es para ti y tú estas casi ausente -le habló Natasha del otro lado de la barra mientras preparaba un cosmopolitan.
-Lo siento, es sólo... que todo esto aún es nuevo para mi. No logro acostumbrarme -le mintió _____, aceptando la nueva bebida que le ofrecía la atractiva rusa.
-Sé que los tragos de Stark son un asco -rió Romanoff, sirviendo otro para ella misma.
-Gracias.
-¿Por qué no intentas ir a divertirte un poco? Puedes ir con Barnes o Vision, son nuevos en esto como tú -le sugirió la pelirroja.
-No lo sé...¡me siento como tonta por no poder hacerlo!
-Hey, sé que puede ser un poco abrumador. Pero debes intentarlo. ¡Vamos, diviértete! -animó su compañera.
-Yo también opino lo mismo -interrumpió otra voz antes de que ella pudiera responder. La chica giró para mirarlo y se quedó sin palabras al encontrarse con Rogers.
El rubio tomó una cerveza, mirándola con una sonrisa sutil antes de que Nat les dejará un momento en privado. Ella no dejaba de jugar con sus manos en señal de nervios.
-Tranquila, no vengo a molestar con lo de siempre -le afirmó él al notar que no podía hablar-. De hecho, creo que te debo una disculpa, no he sido considerado contigo.
-Está bien, Steve. Sé que haces lo mejor que puedes para ayudarme a recordar y entiendo que te moleste no lograr nada -dijo la chica, comprensiva.
-Ojalá fuera sólo eso -rió Rogers, pues se negaba a admitir sus celos ocultos hacía su amigo semidiós.
-Mejor hay que dejarlo atrás por está noche, ¿si? -sugirió ella, sonriendo por fin.
-¡Hey, _____!
La sonrisa de Steve se borró al reconocer esa gruesa voz. Y por primera vez le pareció desagradable.
