-La princesita china estará ahí, ¿lo sabes, verdad? -le preguntó divertida la líder de las Dora Milaje.
-No es china -le corrigió el futuro rey de Wakanda, colocando su máscara negra de vibranium.
-Como sea. No te congeles -le pidió la morena con una sonrisa burlona.
-Nunca me congelo -replicó T'Challa antes de salir por la compuerta inferior directo al suelo húmedo de la pequeña taiga.
Se trepó en la rama de un árbol hasta conseguir una mejor visión de lo que sucedía en tierra. Ahí, una chica pálida cubriendo su rostro con una máscara blanca de gato, se defendía de unos traficantes de vibranium y salvaba a una pequeña tribu de mujeres que querían secuestrar.
Okoye no se había equivocado, su novia, a la cual tenía pensado pedirle que fuera su reina, se hallaba ahí. Y justo como la morena lo predijo, no tardó en congelarse al llegar al suelo y mirarla de cerca.
-Su-Suni -balbuceó el futuro Rey, bajando la guardia.
-Hola cariño -le sonrió ella levemente agitada por su pelea.
La azabache le sonrió antes de tirar su lanza hacía un enemigo que quería tomar por sorpresa al moreno.
-Te congelaste -se burló Okoye, llegando de pronto para quitarles de encima a un último contrabandista.
-Okoye -la chica sonrió, haciendo el saludo especial de Wakanda.
-Hola niña. Él te estuvo desesperado por ti así que les daré unos minutos en privado -le dijo la guerrera, alejándose para llevarse a las mujeres de vuelta a su aldea.
T'Challa se liberó de su casco negro de vibranium para tener una mejor visión de su chica, aunque una vez más se congeló y hablar le resultó difícil sin titubear.
-Emmm, yo... te extrañé -le dijo por fin el moreno.
-Yo estaba muy preocupada por ti -murmuró ella, acercándose para tomarlo del cuello-. En todas las noticias a diario estabas tú. ¿De verdad peleaste contra el Capitán América?
