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—¿Dónde está?—suspiré cuando entre a la casa de Justin.

Desde que habíamos llegado a LA haces dos días no sabía nada de él.

Luego de contarle a K lo que sucedió y él celebrar, pasamos los últimos días en NY al máximo, nos divertimos mucho juntos hasta que... Selena apareció.

—En su jodida habitación, no quiere abrirle a nadie.—respondió Hugo y se escuchó un golpe fuerte en el piso de arriba.

Me tensé y mordí mi labio.

Deje mi bolso en el sillón y acomode mi cabello detrás de mi oreja.

—¿Khalil está arriba?—miré a Hugo antes de subir las escaleras.

Él asintió.

—No creo que te abra la puerta.—susurro mientras subíamos.

Lamí mis labios.

—Si lo hará.—dije confiada. Lo conozco demasiado.

Nos paramos frente a su puerta y se escuchaban gritos de Justin y Khalil. Cerré los ojos unos segundos.

Toque la puerta.

—¡Dije que no quiere ver a nadie!—gritó Khalil.

—¡Soy yo K!—grité devuelta y volví a tocar.

Minutos después, quitaron el pestillo de la puerta y esta se abrió.

—Joder, llegaste rápido—murmuró y se hizo a un lado para que pudiera pasar.

Entre y la mezcla de olores me invadió, alcohol y marihuana. Todo estaba oscuro, habían botellas tiradas en el piso y la cama estaba revuelta.

—¿Lleva mucho tiempo así?—miré a K y él asintió.

—Desde como las 6 de la tarde—suspiró.

Me sobresalté cuando escuche el estruendo de vidrios rompiéndose contra una superficie.

—¡Maldición Justin!—gritó Khalil y pasó sus manos por su cara.

Corri hacia el baño, donde se escucho el golpe y lo vi de espaldas a mi, dándole puñetazos al espejo roto ubicado sobre el lavamanos.

—Justin...—susurré y mordí mi labio.

Los músculos de su espalda se tensaron y ladeo su cara para verme de perfil.

—¿Hails?—dijo con la voz ronca, lo que me hizo partir el corazón. De seguro estaba llorando.

—Si cielo.—me acerqué solo un poco—Soy yo.

Lanzó un gruñido y negó con su cabeza.

—No te acerques—sus manos se apretaron al lavamanos—Puedo hacerte daño y no lo quiero.

Suspiré.

—Se que no vas a hacerme daño Justin—di otros pasos hacia él y se giró para encararme.

Sus ojos estaban jodidamente rojos por las drogas, el alcohol y las lágrimas. Tenía los labios resecos y el cabello despeinado.

—¿Cómo estás tan segura de eso?—bufo y se cruzó de brazos.

Mordí mi labio y tragué saliva, sus ojos...su mirada estaba tan turbia, nublada, dolida.

—Porque sé que no lo harás—suspiré—Confío en ti Justin.

Él me miró fijamente unos segundos y me detuvo cuando quise acercarme más.

—No.—negó con su cabeza—No te acerques. Soy una mierda Hailey, lastimo a todos los que me rodean.—susurró y llevo un porro a su boca.

Best Mistake |Jailey|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora