Best Mistake |Jailey|

23

Sonreí y me senté frente a Nash en el restaurante, me había invitado a almorzar.

—¿Cómo has estado?—lamió sus labios mirándome.

Me encogí un poco de hombros.

Viviendo en la misma casa con mi mejor amigo-que me encanta- y la estúpida de su novia.

—Normal, supongo—quité mis lentes de sol— ¿Y tú?

Me imitó encogiéndose de hombros.

—Ahora estoy mejor ya que estoy comiendo contigo—me guiñó.

Solté una leve carcajada, es muy tierno.

—Basta, no me hagas sonrojar—lo señalé divertida.

Sonrió de lado mirándome.

—Es que, sonrojada te ves más bonita—susurró como si fuera un secreto.

Le sonreí un poco.

Bonita.. Basta Hailey, no pienses en el idiota ahora.

—Ya deja de hacerme cumplidos—me reí.

Nash me miró fingiendo estar ofendido.

—Oye, estoy intentando seducirte—bromeó.

Me reí aún más y negué.

—¿Sabes cómo podrías seducirme?—lo miré.

Él negó y me miró con atención.

—¿Cómo?—dijo al instante.

Mordí mi labio.

—Con una pizza hawaiana con extra queso y tocino—gimoteé de solo pensar en el olor.

Nash se rió mirándome.

—Definitivamente eres de lo que ya no hay nena—lamió sus labios.

Sonreí.

—Al menos te he hecho reír—susurré y tome de la copa con agua.

Él asintió y me miró fijamente.

Tiene unos ojos preciosos.. Una lástima que no son de color miel.

—Estas preciosa hoy—me guiñó.

Acomodé mi cabello.

—Tu estas sexy, como siempre—le guiñé igual.

Nash me sonrió ampliamente.

—¿Acaso estás coqueteando conmigo Baldwin?—levantó una ceja.

Ladeé mi cabeza.

—Mmm... Tal vez—susurré.

Nash es muy lindo honestamente, pero... Pero maldita sea Justin.

—Bueno, pero miren que bonito—dijo una voz sarcástica detrás de mi.

Me tienen que estar jodiendo.

—¿Qué haces aquí?—dije directa mirando a Justin con su novia colgando de su brazo.

Sus ojos se posaron en los míos y sonrió cínicamente.

—Hola para ti también Hails—volvió a decir sarcásticamente y se inclinó.

Lamí mis labios cuando besó mi mejilla, tardándose un poco más de lo normal.

—Hola Justin. ¿Qué haces aquí?—repetí e ignoré la mirada de la estúpida.

Bárbara se pegó más a él y acomodó su cabello.

¿Es posible que alguien me caiga tan mal? Si, cuando tiene lo que es tuyo.