Best Mistake |Jailey|

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Capítulo dedicado a -alondra02

Me bajé de la camioneta al instante e ignore a todos los paparazzis que me enfocaban. Caminé con la ayuda de Evert y Mickey, que los apartaban y me abrían paso.

—¿Dónde está?—dije apenas entré en el lugar donde estaba el estudio de grabación.

Maejor, K y Za levantaron su cabeza apenas escucharon mi voz.

—Dios Hails, finalmente estás aquí—suspiró Maejor con alivio.

Lamí mis labios e hice un intento de sonrisa.

Los miré esperando una respuesta.

—Esta dentro del estudio..lleva ahí como dos días—susurró K mientras rascaba su nuca.

Suspiré un poco.

—Ignora el llamado de todos, no quiere abrir y apenas recibe la comida que Hugo le trae—Dijo Za y me miró—Aunque dudo mucho que pruebe bocado.

Asentí.

—¿Qué fue lo que pasó?—pase mi mano por mi cabello, alborotándolo un poco.

Za se encogió de hombros y miro a Maejor.

—Estábamos en un club, todo iba a bien pero empezó a discutir con Bárbara—hizo una mueca— De pronto su actitud cambió y salió sin decir nada.

Suspiré asintiéndole un poco a Maejor, K llamó mi atención.

—Es...Bizzle, Hails—susurró—Sus ojos, no eran mieles.

Me tensé un poco.

Bizzle es uno de los demonios de Justin, oscuro y frío. Trata mal a todos y le vale mierda lo que digan..es, el peor de todos.

—Algo debió haber hecho ella—dije seria—Pero tranquilo, ya lo arreglaré.

K me miró fijamente.

—Hails, recuerda cómo es él...Bizzle no tolera que..—no lo deje terminar de hablar.

—Ni Bizzle ni ninguno va a poder conmigo—pase mi lengua por mis dientes—Voy a sacar a Justin de ahí.

Noté como los tres sonrieron y Evert se rió un poco.

—Esa es nuestra amiga, joder—chocaron sus manos entre sí.

Giré los ojos divertida y pase por su lado.

Mis zapatos de tacón resonaban en el piso mientras caminaba por el pasillo. Al llegar al final, divisé la silueta de Jhonny y la de Bárbara.

—Hails, preciosa—Jhonny me abrazó y besó mi coronilla.

Le devolví el abrazo al instante y suspiré un poco.

—Tu tranquilo, yo voy a sacarle de ahí—susurré y acaricié su espalda.

Tenía una cara de preocupación y se notaba que no había pegado ojo en estos días. Teme por lo que pueda pasarle.

La voz de Bárbara entró en mis oídos.

—No quiere saber de nadie, no escucha a nadie—soltó un sollozo.

Giré los ojos, esta idiota. No puede ser débil, no cuando él necesita que alguien sea fuerte para poder con él.

—Yo no soy nadie—la miré unos segundos—Y créeme, a mí me va a escuchar.

Ella me miró mal y luego siguió llorando abrazada a sí misma.

Jhonny negó un poco mirándola, acarició mi mejilla y se apartó.