Best Mistake |Jailey|

18

Justin

Saque una cerveza de la heladera y sonreí mirando por la puerta de vidrio que separa la cocina del patio trasero.

Hails se estaba quitando su vestido dejándome una gran visión de su culo por el pequeño bikini que tiene.

Sentí un golpe en mi nuca.

—¿Disfrutando vistas?—K se burló de mí y destapó su cerveza.

Me reí divertido.

—¿Tú qué crees?—tome un trago—Me siento bendecido de tener una increíble visión y ese sexy culo frente a mi.

K giró los ojos divertido.

—Bueno si, Hails tiene un bonito culo—asintió de acuerdo.

Giré mi cabeza al instante para mirarlo.

—No la mires idiota de mierda—bufé y le pegue en la mejilla.

K me miró y se rió más.

—Oh vamos.. Ni que fueras el único que puede verlo. Estúpido—dio un trago de su cerveza.

Levante mi mano para pegarle y decirle algo cuando se escuchó un silbido.

Mi cabeza se giró como la niña terrorífica del exorcista y sentí mi cuerpo arder.

El idiota de Nash le silbó a Hails mirándole el culo con jodido descaro.

Respira, Justin, respira.

Hails ladeó su cabeza dejando ver su precioso perfil y le sonrió. Kenny se puso al lado de ella mirando a Nash y palmeó el culo de Hails divertida.

Él rió diciéndoles algo que para mi desgracia no pude escuchar y quitó su camiseta.

—¿Quién mierda se cree ese idiota con complejo de Edward Cullen?—gruñí.

Nadie le ve el culo a MI chica, nadie le silba a MI chica.

K me miró y estalló en carcajadas.

—¿Me estás jodiendo Justin?—dijo entre risas y negó.

Bufé.

—¿Qué mierda te pasa a ti?—giré los ojos.

K se calmó luego de unos minutos.

—¿A mi? Nada, pero a ti, claramente te pasa de todo—lamió sus labios—No puedes celar a Hails.

Lo miré incrédulo y me puse serio.

—¿Perdona?—levante una ceja—Claro que puedo. Ella es mía, ella lo sabe, tú lo sabes y todos deberían de saberlo.

Hice énfasis en la palabra "Todo".

—Amigo—K palmeo mi hombro—Hails no es de nadie, ¿entiendes eso? Es libre de hacer lo que sea y que otros le coqueteen. Y tu—me señaló—Tienes que controlarte.

Me reí sin gracia.

¿Libre de hacer lo que quiera? ¿Qué otros pueden coquetearle? ¿Qué me controle? Ja, se drogó, seguramente.

—Escucha algo K—pase mi lengua por mis dientes—Hailey es mía desde que decidí llamarla mi mejor amiga y es aún más mía desde que me la follé. Y ni tú, el estúpido Edward Cullen, ni nadie, podrá decirme lo contrario.

Lo miré unos segundos y salí al patio trasero con mala cara.

Me acosté en una reposera luego de quitarme la camiseta y me puse mis lentes de sol.