Capítulo 4.

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       Pasaron  días, semanas; un mes, y yo solo era contratada en la noches por ese chico de rasgos musculosos.

       El llorón, recordó mi conciencia.

       La verdad es es que era un chico extraño, de muchas facetas. Por un momento estaba un chico dulce en antifaz sonriendo,y luego su rostro se tornaba sombrío cuando parecía recordar algo y finalmente terminaba hecho un ovillo en el balcon de la habitación, con una botella de whisky en sus manos, y unas lágrimas adornando su rostro. Sollozaba y maldecia siempre por alguien, una persona que supuestamente lo hacia sufrir.

     ¿Que puede sufrir una persona como él? No lo sé.

     Al parecer mucho. A pesar de ser un niño llorón, se notaba por encima que tenia mucho dinero.

     Durante este mes, mi cuerpo descanso más de lo que jamás lo había hecho. Solo era exclusiva para ese hombre, pero él ni me tocaba. Segun lo que había escuchado hablar a mis hermanos, era, que pagaba una cantidad incalculable de dinero por mi compañía..

***

      Había amanecido,  y podía saberlo por  sentir mi cuerpo cubierto de agua fria. Era mi padre, levantándome.

     Si, vaya manera.

      -Te toca estudiar, rata inmunda.- musito mi papá.

       La verdad es que no quería ir. Hoy tendría una Exposicion. Eso significaba salir de los límites de mi burbuja.

    Ser vista.

    Ser detallada.

   Ser notada por todos.

   Y ser juzgada.

    Y aunque no sabía si me juzgarían o no, siempre tenía esa pequeña sensación de miedo. De ser rechazada por todos.

    Simplemente no quería ir y ver a todos al rostro.

***

     Como pude llegue al salón. Y observe a todos preparar la presentación de sus respectivas exposiciones, y aunque no era mi primera vez, no podía evitar sentir mis manos sudar, y  mi estómago dar un vuelco.

     Ya habían transcurrido todas las presentaciones, y faltaba la mía.

     Era la última a la  que le tocaba dar la cara ante todo el alumnado del salón. Me levante de el pupitre, llegue a una mesa donde se encontraba una computadora, inserte mi pendrive donde se encontraba la informacion y lo demás surgió solo.

     -Como ya todos saben mi nombre es...- y bla, bla, bla.

     Todo lo que tenía que pasar para poder comer.

      Increíblemente me fue mejor de lo esperado, al parecer el profesor me colocó puntos extras por atreverme a hacerlo sola.  Siempre estaba sola.

     Y finalmente pude ir a la cafetería.

     ¡SI!

      Llegue a la mesa de comida, y elegí una buena porción de pollo frito, una ensalada cesar, una pera y una buena coca cola. E inmediatamente me  dirigí enseguida a mi mesa, donde nadie solía sentarse.

     ¡Por fin comida decente! Comi muy feliz, tenía solo la mirada puesta en la comida. Cuando de repente empecé a sentir una sensación de ser observada justo en frente de mi; levante la mirada y ahí se encontraba una chica, un tanto bajita, con el cabello castaño y un ceño fruncido que me miraba de manera extraña.

Solo por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora