Capítulo 9.

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Me removi nerviosa en la cama. Es imposible imposible que me conozca.

Simplemente no puede ser.

—No lo creo. Lo más seguro es que me estes confundiendo con otra persona.– me deje caer en la cama.— Ni si quiera podemos ver nuestros rostros.– bufe.

—Quizas si te estoy confundiendo. No lo sé. Y ciertamente, no puedo ver tu rostro, pero no me hace falta verlo para saber que es sumamente hermoso.– Habló. Estaba de espaldas, dándole un sorbo a su champán.

—No digas cosas de las que te arrepentiras. – sentencie.

—Que me arrepienta no te quitara lo hermosa.– se dio la vuelta, dejando ver su rostro con su impecable máscara negra.

Era misterioso.

Esta era la conversación mas larga que había compartido con este chico. Y era extraño, ya que la mayoría de las veces el se hallaba llorando por un rincón.

—¿Quien se lució con la habitación?– se me Escapo. Pudo más conmigo la curiosidad.

—Una larga historia que no vale la pena contar, y que no cambiara nada si te la cuento.

Me incorpore nuevamente en la cama sentandome.

—¿Porque me contratas si no haces nada conmigo?

—¡¿Siempre eres tan preguntona?!– caminó de un lado a otro de la habitación. —Conformate con saber que yo no te contrato, si por mi fuera.... Ahg, olvidalo ¿Si? Ahora duerme como siempre. – respondió y se fue a la terraza sacandose la camisa y dejando ver sus delicados y definidos pero no exagerados músculos.

Mi mente solo pensaba lo extraño que era ese hombre. Algo lo tortura, lo persigue.

Me levante de la cama, camine hasta el baño. Me quité todo el maquillaje con una toalla húmeda; me quite poco a poco las medias y el corset. Cogi una bata blanca y me la coloque, hice una cebolla en mi cabello y estaba lista.

Sali del baño.

Apenas mi cuerpo toco la cama sintió el paraíso. Mis párpados empezaban a caer, cuando de repente pensé :

Estoy muy cómoda.

Mierda.

El antifaz.

Me quite la suave sábana blanca y sali corriendo hacía el baño, y entre. Ahí yacía mi mascara roja en la mesa del lavado. La tome y me la puse.

Uff.

Tendría que tener mucha precaución de ahora en adelante, no quería que descubrirán mí rostro. No sé la razon de porqué ocultarlo, pero la idea me gustaba.

Me llenaba de seguridad no ser vista, no ser descubierta... Asi podía estar tranquila de ser reconocida algún día.

Aunque no salgo de casa nunca, pero nunca se sabe.

Volvi a la cama, pero antes de cerrar los ojos eche un vistazo hacia la terraza y vi al chico. Estaba sentado en el borde de la piscina, con los pies rozando el agua. Tenía unos short negros, no llevaba su camisa; tenía un vaso de martini en una mano, tomaba grandes cantidades del mismo, con la mirada fija al paisaje, se veía pensativo, triste o inclusive vacío...

***

El sol iluminaba toda la habitación, opacando el tono beige que se hallaba en las paredes. Se escuchaba el sonido de una gaviota a lo lejos.

Me removi en la cama. Abri los ojos poco a poco acostumbrandome al alto brillo que irradiaba el sol desde la terraza.

Me levanté. Camine un poco hacia la terraza, y apenas cruce la puerta de salida un aire fresco sacudió todo mi cuerpo. la vista era realmente hermosa.

No sabia que estaba tan lejos hasta que vi frente mis ojos la Playa. Era lo mas hermoso que halla visto jamás.

Era una hermosa playa, con un agua azul cristalino acompañado de una arena tan blanca como las nubes del cielo. El sol estaba maravilloso, iluminaba todo un paraíso en donde se a lejos se perdía el cielo con el mar.

Me adentre nuevamente en la habitación, tenía que cambiarme para irme. Y como siempre amanecía sola.

Al lado de la cama se encontraba una mesita de noche. En la cual había un papel rojo que llamó toda mi atención.

Camine hasta sentarme en la cama. Tome la nota.

No me basta saber que se esconde debajo de esa máscara. Se que hay unos hermosos ojos, que se verían fantásticos con esta luz.

B.

¿B? No sabía como reaccionar. Tenía una letra impecable, cursiva y corrida.

Lo mejor era ignorarla.

***

Estaba llegando a casa, cuando escuche un llanto desgarrador de shelsea.

¿Y ahora que?

Entre a la casa. Vi un hombre un poco mayor segun las canas que adornaban su cabello, tenía un traje de tres piezas de color gris, con una corbata morada.

Se hallaba alterado, gritandole descaradamente a bob.

Primera vez que veía que alguien le gritaba a bobo con esa osadía y valentía.

—..ahí estan las consecuencias de tus actos. Pero ni creas que esto se queda asi. Ahora es que comienza el juego, Mario. Cuidate muy bien. – espeto el señor y se encaminó hacia la puerta. Pasó por mi lado, caminado de una manera familiar. Pero no sé de donde.

Se detuvo.

—Tan hermosa. Que lastima...– susurro.

Y finalmente se escucho el lento sonido de la puerta cerrandose.

No entedia nada. ¿Mario? ¿Porque lo llamó asi? ¿Porque shelsea lloraba de esa manera? ¿Porque amenazaban a bob?

Ahg.

Le di un vistazo a toda la casa, en las escaleras se veía un cuerpo masculino con la ropa llena de sangre, estaba sollozando.

—¡¿Porque lo hicieron?!– exclamó shelsea plantandole un golpe a bob en su pecho.

¿A que se refería?

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Capítulo de regalo ♥…

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