Capítulo 25.

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La tarde estaba en su mejor momento, podía ver el reflejo del sol colarse por mi ventana e iluminar la oscuridad del sótano. Mi cabeza daba vueltas, no sabía que hacer, ni que decir, y mucho menos que pensar. Ya hace dos días Emilio me abordó diciendo todas esas cosas, y , aunque le dije que se mantuviera al margen, ahora soy yo la que siente que hizo algo mal. Nunca nadie quizó simpatizar conmigo, a excepción de alina, y ahora él estaba aquí, haciéndome la vida más complicada de lo que es en realidad. No podía dejar de pensar el por el cual me llamó estrella. ¿Que querría decir? Parecía un loco de carretera gritando esas palabras a lo lejos. Pero eso no evitó que de mi brotara una risa espontánea. No sé si debía interactuar con él, o quizás darle una oportunidad o mandarlo por el caño, pero realmente debía hacer algo con esto.

Por otro lado, estaba mi cuerpo. Sentía todo diferente, como si fuese una serpiente y hubiese cambiado mi piel. Me sentía como nueva desde aquella noche en aquel hotel. Obviamente en cierto punto me hizo sentir mal, pero nada se comparaba con la sensación de su cuerpo y el mío fucionandose entre sí como si no existiera un mañana. Sus brazos y su torso fuerte y descubierto, era todo un placer recordarlo.

Me removí un tanto incómoda en el suelo, pero en realidad, después de tanto tiempo, me sentía extraña y diferente, como si alguien nuevo creciera dentro de mí, esperando su salida triunfal.

Ultimamente las cosas entre bob y shelsea estaban muy tensas. No sé porqué, o quizás si, pero me hago de la vista gorda. De alguna manera sé que el nombre anne le remueve muchas cosas a ambos, no sé qué exactamente, pero es algo realmente grande. Siento una curiosidad tan grande por saber la conexión de mis sueños con este nombre, realmente me vuelvo loca pensando las posibles teorías que nos ata a todos con anne, pero claro, aún shelsea pretende esperar para contarme ese secreto.

Me levanté finalmente del pasillo y caminé hasta la sala de estar, en el medio de la sala se encontraba una mesita—Donde estaba un cenicero de cigarrillos en todo el medio— recuerdo lo triunfal que era para mis hermanos esta sala, y claramente recuerdo muchos momentos que me hicieron sufrir dentro de estas cuatro paredes. Aveces los recuerdo a ambos. Si en realidad no hubiesen sido tan malo, los recordara con un poquito de cariño, pero ellos mismo crearon esto, me crearon, todos a mi alrededor hicieron mi vida maldita, y no sé si algún día se los perdone por completo. Ya uno de ellos murió, queda uno vivo. ¿ Dónde estará?  Nadie lo sabe... aún.

Era de tarde, habían pasado unos cuántos días desde la noche del hotel, curiosamente bob no me había llevado otra vez desde la última vez, no sabía si agradecer al cielo, o sentirme sin ánimos.

Caminéis con mis pies al descubierto nuevamente hasta el sótano, me tiré en el piso, pensando en cómo mi vida había cambiado últimamente, poco a poco esos pensamientos me fueron agobiando, hasta caer firmemente rendida en los brazos de Morfeo.

(...)

No me explicaba que iba a hacer con mí vida, la universidad cada día me parecía irritante, sin contar que Emilio deanbulaba por los pasillos como si nada hubiese pasado, como si ese recuerdo de hace días hubiese desaparecido por completo de su mente; y eso, de alguna manera me volvía loca. ¿Qué rayos le pasaba? No sé, actuaba como normalmente siempre estaba: con su sonrisa brillante y su cabello perfectamente hecho un desastre.

Me ubique en el extremo de la cafetería, en esa esquina que, automáticamente te hacia invisible e inmune a la gente. Mi comida estaba realmente deliciosa, no se comparaba lo que comíamos en Casa cada noche. Estaba tan concentrada en mi puré de manzanas, que no me percate cuándo una figura esbelta de cabello castaño se sentó en frente de mí—claro, ninguna mesa era inmune a mi queridísima amiga, alina— levante la mirara y pude ver la forma de verme. Tenía el ceño fruncido, la nariz respingada y su cabeza apoyada en las palmas de sus manos. Ella era realmente hermosa.

Solo por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora