Solo por ti.

Capítulo 5.

Sentía unos suaves y grandes brazos que me enrollaban hacia él. Su aroma era peculiar, como menta y chocolate, era delicioso.

Rosaba el lóbulo de mi oreja, decía cuanto me quería y lo especial que era. Éramos solo él y yo.

En un movimiento rápido volteo mi cuerpo contra el suyo, y quedamos cara a cara, pero..

Su cara no se veía.

Todo era como nublado.

Empecé a llorar estruendosamente. Él no quería que lo viera, no quería que viera lo jodido que esta, no quería que viera lo que es...

Me levanté de golpe. Senti un fuerte dolor en mis sienes al recordar ese sueño tan extraño y real. Si, era demasiado real ya que lleve mis manos a mi rostro y pude sentir esas gotitas calientes saliendo de mis lagrimales.

Era tan confuso.

¿Quien era el?

Hoy, como lo había prometido bob no me haría nada más..Después de lo de anoche no puedo para más, mi cuerpo, mi mente y mi corazón estaba en pedazos.

Los hombres: significan mi muerte. Los odio. No hay cabida para ellos en mi vida, excepto por lo que me obligan a hacer.

Ellos son... bestias.

Con ese pensamiento me levanté del piso, fui al baño; y después de lavar mí cuerpo como unas cuarenta veces, me quede sentada en el piso, solo me deje llorar.

Ser libre por un momento. Ser una paloma libre, y volar de su encierro. Llorar por dolor, era horrible, pero ¿Que se sentiría llorar de felicidad? Nunca lo sabría estaba claro.

Hoy no iría a la universidad asi que me puse algo cómodo para estar aqui en mi adorada "Habitación". Después de elegir una blusa color rosa, unos short y unas sandalias cómodas, pude estar tranquila y sentarme.. a pensar.

¿Mi vida siempre sera asi?
¿Cuando me converti en esto?

Miles de preguntas se apoderaban de mi mente, ninguna tenía respuesta y mi cuerpo como reacción inerte sufría psicológicamente.

Senti unos pasos provenir de el marco de la entrada del cuarto. Al levantar la vista pude ver a mí madre, estaba espantosa, y la verdad es que no se si alguna vez se había visto tan mal. Llevaba un vestido rasgado, manos y pies morados, y unos ojos chorreantes de lágrimas llenas de rimel de pestañas.

-Hija.- musito con una voz rota.

-¿Que quieres? - fui directa, no me dejaría enredar.

-No tengo derecho a pedir nada lo sé.- sorbio de su nariz.- Solo quiero ayudarte.

-No quiero tu ayuda. Sé muy bien cuales son tus intenciones, y hoy no estoy para tus juegos. Y mucho menos para jugar a las barbies y yo ser tu maldito conejito de indias.- vociferé.

-Entiendo.. la he cagado hija. Espero que... algún día puedas perdonarme por todo. Aunque no lo creas, yo también la paso muy mal.- Senti que sus manos colocaban algo en las mías. Pero la verdad es que no quería nada, no quería nada de ella, de nadie; y mucho menos de bob o zack.- Antes de que abras tus manos yo me habré ido. Eres libre por hoy, solo por hoy. Tu padre se ha ido de viaje por dos días. - y se fue.

Al descubrir lo que estaba en mis manos, no sabia que hacer.

Era dinero. Mucho dinero.

Preguntas contradictorias venían a mi cabeza. ¡Pero que diablos! Tenía dinero suficiente para hacer lo que quisiese.

Lo que quisiese...

Interesante.

Tentador, pero no gracias. Si me llegara a escapar, mi padre me buscaría hasta en la china para matarme.

Me dispuse a salir.

Apenas mis pies tocaron el pavimento caliente, mi cuerpo sintió miles de sensaciones.

Libertad...

Feliz...

Fuerte...

Camine muchos sitios, observaba a la gente, lo feliz que era; y me hacia feliz que lo fueran, ni le desearía mi vida a nadie.

Al fin el aire libre chocaba contra mi cuerpo, al fin me sentía como una mariposa.. libre.

Veía el sol en su máximo esplendor, y las nubes acompañar un bello paisaje, era una lastima. Todo era tan bello, que no sabía en que momento me perdi de tanto. Tantas emociones, experiencias y otras cosas que nos hacen mejor persona.

No sabía que hacer con el dinero. Pero mí mente se iluminó por completo al recordar que tenía una nueva amiga.

Llegue a un centro comercial pérdida por completo, pero no me importaba, o sea era libre por hoy. Al diablo lo demás.

Fui directo al grano. Me gaste una millonada en un Telefóno móvil que ni siquiera se su marca. Uno de mis sueños materializados.

privacidad..

Ya tenía un celular en mi manos, y en mi lista seguía.. la comida, una Decente.

Asi que, llegue a un fino restaurante, no me importaron mis fachas; igual ya estaba jodida, para que ocultarlo.

Me sente en una mesa un poco distanciada de todos, tome la carta del menú y casi mis ojos saltaron al ver los precios; pero podía permitirmelo.

Después de comer una exquisita comida, tuve que ir al baño, hice mis necesidades y sali.

Estaba ya un poco aburrida, y más si estaba sola pero ¿A quien podría tener? A nadie. Ni mi mis padres, ni mis hermanos podían ser normales, y mis amigos ¿Cuales? Siempre se sentía asi, yo y mi soledad. Iba caminado y pensando, estaba fuera de la realidad, cuando siento un pequeño empujón a mi espalda, el cual provoca que mi cuerpo baile un poco. Tomo la posicion que tenía intento caminar de nuevo pero tengo la cabeza agachada y veo unos zapatos de hombre muy cerca de los míos, en realidad se ven muy costosos. Pero ¿Quien podrá ser? En mi mente hago probables hipótesis y ni siquiera tengo el valor para ver de quien se trata.

Me armo de valor y levanto mi cabeza, y lo veo. Analiza mis expresiones, lo sé por su ceño fruncido, ¿Pero que hace aquieta?

Es un centro comercial estúpida, recuerda mi conciencia.

Esta totalmente pulcro. Lleva una camisa con cuello en V y unos pantalones ajustados un poco rasgados y en sus hombros lleva una sudadera que deja caer sus mangas en su pecho. Es muy bello detallandolo bien.

-¿Otra vez tu?- pregunta. Y las comisuras de sus labios se forma en una sonrisa.

Que bello es...