Capítulo 27.

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no vayas por ahí, anne.— gritó la voz desgarradora de un hombre.

—Papi debo ir. Quiero aquellas flores.— la niña señaló el otro extremo del parque. Tenía que cruzar la carretera para llegar.

En cuestión de segundos la pequeña salió corriendo. Y algo la detuvo de golpe.

—¡¡¡NOOOOO!!!— Exclamó el hombre. Y salió corriendo hacia donde estaba la niña. Ésta yacía en el prado, dentro de aquellas flores azules; pero no del todo bien. No había llegado corriendo. Un auto la había arrollado justo cuando cruzaba la carretera. Había otra niña, ella veía la escena muy ajena, como si no creyera lo que acababa de pasar. Simplemente nunca imaginó ver el cuerpo de su hermana volando por los aires tras ese impacto.

—¡¡joder!!— exclamé al levantarme. Sentía las gotas de sudor en mí frente. El calor que recorría mi cuerpo.

Otra vez esa maldita pesadilla.

Era extraño. Pero cada vez más sentía que me acercaba. Cada cierto tiempo se retomaban esos sueños oscuros de los que no era consciente. Era como una maldita serie. Cada sueño era un nuevo episodio, y cada vez entendía menos.

¿Era aquella niña mí hermana? ¿Murió? ¿ por qué no lo recuerdo? Estaba casi segura de que si alguna vez tuve una hermana, la recordaría.

En una esquina ví a mi madre, estaba recostada del marco de la que debería ser la puerta—en su lugar había una cortina— desde allí la observaba. Su semblante era de compasión, a veces no la entendía lo suficientemente bien; pero, después de todo, ella también ha sufrido mucho en manos de bob.

—¿Me lo dirás?— le pregunté. Ella sabía que me refería a eso. A esos malditos sueños que me persiguen como demonios en mis noches.

—Poco a poco, hija. — ja. ¿poco a poco? ¿Aún más? No recuerdo el tiempo exacto desde que surgieron estos sueños, pero ya va un buen tiempo, y aún nada que habla. ¿Tan grave es? Al planetarme esa pregunta, un escalofrío me recorre el cuerpo. En este último sueño, la niña era atropellada, es decir ¿moría?... ¡Dios mio! ¿Hasta cuando estaré así, con esta incertidumbre?

Bob ultimamente estaba sumerido en sus negocios.No me buscaba, cosa que me resultaba extraña, pero aún así, me aliviaba demasiado.Él seguía saliendo con aquel señor de traje y cabello canoso que estaba en casa eldía que mi hermano muerto. Incluso a veces llegá maldiciendo en nombre de aquel maldito viejo. Sea lo que sea, lo está volviendo loco.


Hace ya una semana que no voy a la universidad. Probablemente ya estoy perdiendo el año con tantas faltas, o incluso mi beca. Pero realmente no me importa. Me aterra acercarme a ese lugar y ver ese chico de cabello rubio y ojos de intenso gris, me intimida, me da miedo tener una amistad con una persona, y más aún si es del sexo masculino. Si ni siquiera puedo hablar bien con alina ¿Cómo voy a entablar una conversación con él? son sensaciones demasiado nuevas para mí.

Estaba sentada en el piso del patio, a mi lado estaba el perro, otro repudiado más en estos últimos días, los gemelos eran los que cuidaban de él, y ahora que ninguno de los dos estaba, estaba pasando por su mometo  triste.

Tenía el celular en las manos, ya hace varias semanas que no lo tomaba. Descargué varias aplicaciones ya que no tenía nada. Nunca había tenido un tlf así que me costó un poquito al principio, pero éstas cosas son realmente fáciles de usar, y descargue: Facebook, instagram, WhatsAap. Y muchas otras más. Si, por mi cabeza también pasó esa idea de qué  ¿Con quién se supone que voy a hablar ? No lo sabía, pero de igual manera no pude evitar recoradar a mi amiga alina, y el loquillo de Emilio. Me creé una cuenta en facebook, como no sabía que nombre usar, me puse el nombre de mis pesadillas : anne. También estaba la parte difícil al agregar personas y configurar mi perfil, así que solo puse el lugar donde estudiaba, y en mí foto de portadas y perfil puse imagénes que no tuvieran nada que ver conmigo, como de corazones y cosas así. Empecé a buscar personas, y no pude evitar poner el nombre de Emilio, y ahí estaba, tan guapo como nunca antes, con su rostro perfectamente bronceado en un tono dorado, salía en la playa, y el sol hacía que sus ojos se vislumbrara más claros e intensos de lo que eran; simplemente era una imagen digna de ver durante horas.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2017 ⏰

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